Pésima temporada estival

Aumento de costos y caída de consumo ponen en jaque al sector gastronómico

Evalúan despedir personal. Mal tiempo, incremento de alquileres -de entre el 40 y 50%-, de servicios y de insumos alimentarios; y una oferta de bares superior a la demanda santafesina, las principales causas que evaluaron ayer en una reunión.

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Pocos comensales. Durante la semana, muchas mesas permanecen vacías. “Se trabaja solo los viernes y sábados y así cuesta sostener la estructura y el personal”, reflexionó un referente del sector.

Foto: Mauricio Garín

 

Lía Masjoan

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Twitter: @lmasjoan

El verano entró en su recta final y catapultó todas las expectativas que tenían los gastronómicos santafesinos: fue una temporada “pésima”, definen los referentes de las cámaras que nuclean a bares y restaurantes de la ciudad, que ayer se reunieron y analizaron el grave problema que tienen sobre sus hombros.

Leónidas Bonaveri preside la Cámara de Bares. Hizo un repaso por las principales causas que provocan esta situación crítica. El aumento de los alquileres, de las bebidas y de insumos básicos para la preparación de las comidas es uno de los puntos que destacó. También el mal clima, con muchos días de lluvia en enero, y el boom de bares que tuvo la ciudad en los últimos años, lo cual amplió la demanda al punto de no encontrar oferta suficiente.

“La temporada fue complicada porque el clima no acompañó -se esperaba una temporada seca y de mucho calor y terminó siendo lluviosa- y porque la gente no tiene poder adquisitivo”, sumó al listado de factores.

“Hemos sufrido aumentos en las materias primas y no lo trasladamos a las cartas porque la demanda ha bajado notoriamente. Si bien los viernes y sábados están todos los locales llenos, los otros días cuesta muchísimo llevar a la gente a los bares, se trabaja sólo dos días y los otros días de la semana hay que sostener el personal y la estructura”, contó. “Esperamos movimiento en fechas puntuales, como mañana el Día de la Mujer, pero si no, entre semana es muy complicado”.

Alquileres por las nubes

Bonaveri indicó que los alquileres “han sufrido aumentos de entre el 40 y el 50%”, a lo que tienen que sumar los servicios y las materias primas que utilizan: “Producto del clima, todas las verduras de hoja verde han aumentado y estamos esperando un incremento importante de las harinas, que siempre se da en esta época del año”, acotó. Ante la imposibilidad de trasladar estos costos a la carta, son absorbidos por los mismos comerciantes, lo que se traduce en una “pérdida de la rentabilidad”.

Por su parte, Ernesto Templiski, de la Cámara de restoranes, resaltó que “si bien el advenimiento de muchos locales nuevos de gastronomía, desde kioscos con mesas y sillas, hasta bares y restos es bueno porque ofrece más opciones al comensal; nos genera una competencia desleal fuerte porque, por ejemplo, las cocinas no tienen las mismas exigencias ni controles que nosotros”.

Ante este panorama, “nos sacamos los ojos por atraer clientes”, graficó Bonaveri. “Los clientes han elegido mutar constantemente buscando la mejor promoción en los diferentes locales y eso también nos hace bajar los costos y perder rentabilidad porque competimos para tener la mejor oferta y cautivar a lo clientes de jueves a domingos. Y en Santa Fe, no hay demanda para la cantidad de locales gastronómicos que hay, es mucha la oferta”.

Posibles despidos

El final de la temporada estival plantea muchas incertidumbres para el sector. “Al terminar el verano, todos tienden a achicar los costos al máximo para subsistir, lo cual implica una reducción de personal al mínimo para funcionar”. Esto implicará para muchos comedores prescindir del personal de refuerzo que tomamos para la temporada, como mozos, personal para atender en mostrador y ayudantes de cocina. “Otros años algunos suelen quedar pero cómo está la situación muchos tendrán que terminar los contratos”, finalizó.

La ocupación hotelera fue sólo del 38%

Otro sector que no la está pasando bien es el de la hotelería. La ocupación esta temporada fue del 38%, lo cual, “es muy bajo”, estimó Mario Zavaleta, presidente de la Asociación de Hoteleros.

El alojamiento de los prefectos en varios hoteles, mantuvo un poco el nivel de actividad, “pero en turismo, ése fue el movimiento”.

Afortunadamente, “levantó bastante el fin de semana largo de carnaval, si no el movimiento hubiera sido bajísimo. Venimos de una temporada larga en que la hotelería está con índices de ocupación muy bajos, y se suma a altos costos laborales e impositivos lo que hace muy complicada la ecuación del negocio”.

Ante este panorama, la Asociación reclama “una promoción más efectiva de parte de los gobiernos provincial y municipal porque esto también afecta al comercio y a la gastronomía”.

"Competimos para tener la mejor oferta y cautivar a lo clientes de jueves a domingos. Y en Santa Fe no hay demanda para la cantidad de locales gastronómicos que hay, es mucha la oferta”.

Leónidas Bonaveri

presidente de la Cámara de Bares.