Respuesta irónica

Corea del Norte compara amenazas de Trump con ladridos de un perro

Redacción de El Litoral

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El discurso ante la ONU en el que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con “destruir totalmente” a Corea del Norte sonó como “los ladridos de un perro”, dijo hoy el canciller norcoreano, Ri Yong-ho, un día antes de hacer su propia intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas. “Hay un dicho que dice: ‘Pese a que ladre un perro, el desfile continúa’”, dijo Ri a periodistas cerca de la sede de la ONU en Nueva York, en la primera reacción del régimen comunista norcoreano al discurso de Trump de hace dos días ante la Asamblea General, su debut en este foro.

“Si (Trump) piensa que puede atemorizarnos con los ladridos de un perro, realmente es un ‘sueño de perro’”, agregó Ri, usando una expresión norcoreana para referirse a cosas absurdas o que no tienen mucho sentido. Ante la ONU, Trump amenazó con “destruir totalmente” a Corea del Norte si continúa con sus ensayos nucleares y de misiles balísticos y calificó al líder norcoreano, Kim Jong-un, como un “hombre cohete en una misión suicida para él mismo y su régimen”.

Consultado sobre la caracterización de Kim como un “hombre cohete”, Ri respondió: “Lo lamento por sus asesores”, informó la cadena BBC.

“Estados Unidos tiene una gran fortaleza y paciencia, pero si nos vemos forzados a defendernos o defender a nuestros aliados, no tendremos más remedio que destruir totalmente a Corea del Norte”, dijo Trump en la Asamblea General de la ONU.

Poco antes del discurso de Trump, el representante norcoreano abandonó la sala.

Ri hablará mañana ante la Asamblea General de la ONU.

La tensión entre ambos países se disparó con la llegada de Trump a la Casa Blanca, que acrecentó las pruebas armamentísticas norcoreanas, que incluyeron el lanzamiento misiles intercontinentales.

A principios del corriente mes, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó de manera unánime nuevas sanciones económicas contra Pyongyang luego de que el gobierno comunista realizó “con éxito” su sexta y más potente prueba nuclear, que según dijo consistió en la detonación de una una bomba de hidrógeno.

Días después de las sanciones, que Corea del Norte condenó, el régimen de Kim probó un misil balístico de mediano alcance que sobrevoló el norte de Japón y cayó en el océano Pacífico.

La situación provocó el despliegue de bombarderos estadounidenses en la península de Corea que, junto con la aviación sucoreana, realizaron simulacros de ataque contra el país gobernado por Kim.