La transición tras el “Brexit”
La transición tras el “Brexit”
Unión Europea y Reino Unido acuerdan términos de divorcio
Verena Schmitt-Roschmann
y Christoph Meyer
DPA
Cuando faltan unos 15 meses para que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE), ambas partes llegaron a un primer acuerdo sobre las condiciones de ese divorcio, según el cual Londres seguirá pagando varios miles de millones de euros a las arcas comunitarias en la etapa de transición posterior al llamado “Brexit”.
El pacto, logrado tras seis meses de negociaciones, incluye también los otros dos puntos más polémicos: Londres garantiza que los 3,2 millones de ciudadanos de otros países europeos que residen en el Reino Unido sigan disfrutando de sus derechos y también que seguirá habiendo libre circulación en la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, país este último que al formar parte del Reino Unido también dejará la UE.
“Se han hecho los avances suficientes para iniciar la segunda fase de las negociaciones”, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en una rueda de prensa conjunta después de reunirse en Bruselas con la primera ministra británica, Theresa May, quien agregó: “Hemos trabajado extremadamente duro esta semana”.
El Reino Unido es miembro de la Unión Europea desde 1973, pero en marzo de 2019 se convertirá en el primer país en abandonar el bloque, que actualmente cuenta con 28 Estados. La decisión la tomaron los británicos en un referéndum celebrado en junio de 2016. Las negociaciones sobre el “Brexit” con la UE comenzaron en junio de 2017.
El comienzo de la segunda fase de las negociaciones podría ser oficialmente anunciado en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que tiene lugar los días 14 y 15 de diciembre en Bruselas.
El presidente del Consejo de la Unión Europea, Donald Tusk, propuso que se converse sobre la fase de transición tras el Brexit. En ese periodo, Reino Unido seguirá contando con las ventajas de pertenecer a la UE, pero no tendrá ningún derecho de voto en las decisiones. Londres, sin embargo, lo que quiere es esclarecer lo antes posible cómo se configurarán las futuras relaciones comerciales entre su país y el bloque.
En opinión del negociador jefe de la UE, un modelo podría ser el acuerdo de libre comercio logrado entre la Unión y Canadá, conocido como Ceta.
El lunes Juncker y May ya habían estado a punto de lograr un compromiso, pero este quedó truncado por las diferencias sobre la frontera entre las dos Irlandas. La República de Irlanda insistió en un acuerdo por escrito del Reino Unido de que no habrá una frontera “dura” en la isla irlandesa. Eso es lo que ahora May ha concedido. “Garantizamos que no habrá una frontera dura”, dijo.
La fórmula de compromiso se había topado con la oposición del partido norilandés DUP, de cuyos votos depende May en el Parlamento británico. Pero después de las intensas negociaciones de los últimos días, las diferencias quedaron superadas.
También se consiguió avanzar en los otros temas clave: en los derechos de los futuros 3,2 millones de ciudadanos de la UE en Reino Unido y en la factura final que tendrá que pagar Reino Unido por los compromisos financieros adquiridos durante su pertenencia al bloque.
Así, en la fase de transición, que durará unos dos años, el Reino Unido deberá seguir contribuyendo anualmente con los alrededor de 10.000 millones de euros (unos 11.700 millones de dólares) que paga en la actualidad a las arcas de la UE.
En la rueda de prensa con Juncker, a May se le preguntó si a raíz de la difícil negociación ahora tiene dudas sobre el “Brexit”, pero ella lo negó: “El pueblo británico votó y votó a favor de dejar la Unión Europea”, replicó May. “Y Reino Unido abandonará la Unión Europea”, insistió.
Al Qaeda
La red islamista radical Al Qaeda llamó a sus seguidores en todo el mundo a atacar intereses de los Estados Unidos, de sus aliados y de Israel, en represalia por el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí, formalizado esta semana por el presidente Donald Trump.
En un comunicado difundido por sus órganos de propaganda, el movimiento extremista describió a Estados Unidos como un “faraón” de la era moderna que oprimía a los musulmanes y llamó a sus adherentes a practicar la guerra santa o yihad contra ellos.
Esta modalidad, señala el texto es “la manera más segura y rápida para enfrentar la agresión del faraón de nuestra época”, en nombre de Alá, contra Washington “y sus aliados sionistas y cruzados (cristianos) en todas partes”, informó la cadena CNN.
Otras ramas de la red fundamentalista mundial, incluida la del norte de África, conocida como Al Qaeda en el Magreb Islámico, y también la de Yemen, llamada Al Qaeda en la Península Arábiga, emitieron declaraciones similares.
En ellos, se llamó a “liberar a Jerusalén de la ocupación judía”, y se consideró “una obligación religiosa” apoyar a los combatientes palestinos con el envío de “equipamiento, dinero y armas”.