Las claves presupuestarias

Recorte de subsidios y deuda

Walter Agosto

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Cippec

El Proyecto de Presupuesto Nacional 2018 (PPN 2018) contiene una pauta de crecimiento de la actividad económica estimada en 3,5%, la inflación promedio se ubicaría en 15% anual y el déficit fiscal primario sería de 3,2% del PBI, en línea con la meta fiscal oportunamente explicitada por el gobierno.

Si se adicionan los intereses de la deuda, el resultado financiero alcanza 5,5% del PBI. Este resultado presupuestario es consecuencia del aumento proyectado de los ingresos de 19% para el año siguiente y una suba del gasto primario y total de 14,5% y 16,2%, respectivamente.

Este comportamiento esperado de recursos y erogaciones se encuentra muy por debajo de lo observado en lo que va del año, donde recursos totales, gasto primario y gasto total presentan variaciones interanuales de 31%, 28% y 31%, respectivamente.

En línea con lo observado en los dos últimos años, la clave de la política presupuestaria pasa por la estrategia de financiamiento del déficit, fundamentalmente a través de la colocación de deuda en los mercados voluntarios, limitando la asistencia financiera del Banco Central al Tesoro.

Las condiciones de elevada liquidez, bajas tasas de interés y disminución de la prima de riesgo país, parecen fortalecer la estrategia oficial de gradualismo fiscal con endeudamiento. Sin embargo, esta modalidad sólo debería valorarse como alternativa de transición para alcanzar en un tiempo perentorio la solvencia fiscal.

El proyecto de presupuesto nacional para 2018 estima que la actividad económica continuará creciendo por segundo año consecutivo, acompañada de una nueva baja de la inflación, y una evolución del tipo de cambio en línea con la variación de precios.

Sin embargo, alcanzar reducciones adicionales del déficit fiscal no resultará una tarea fácil. Sin los ingresos provenientes del sinceramiento fiscal y con una estructura de erogaciones sumamente rígida, con más de la mitad del gasto que ajusta automáticamente, el gobierno concentrará todos sus esfuerzos en la reducción de los subsidios económicos.

Provincias también

De la reducción del déficit primario de 0,8 puntos del PBI (pasaría de 4% a 3,2% del PBI) 0,6 pp provendrán del recorte de subsidios económicos. El cambio en la modalidad de financiamiento del déficit ha generado un incremento significativo en el stock de deuda pública (de mercado), situación que se trasladará al ejercicio siguiente.

Se estima que las provincias registrarán en 2017 un resultado financiero deficitario de $87.404 millones equivalente a 0,9% del PBI, estimándose para el año próximo una reducción que lo ubicaría en $44.775 millones, 0,4% del PBI.

Tanto en el caso de la nación como en el consolidado provincial, la pauta de crecimiento del gasto primario corriente ronda 15% para 2018, en línea con la inflación esperada en las proyecciones del gobierno.

De este modo, se pretende que la evolución del gasto público se encuadre en las restricciones que contiene el nuevo proyecto de Ley de Responsabilidad Fiscal, recientemente ingresado al Senado. Dicho proyecto, que se espera entre en vigencia a partir del 1 de enero próximo, establece como una de las reglas cuantitativas que el incremento del gasto (primario, corriente y con algunas deducciones) no podrá superar a la inflación.

De acuerdo con la información oficial, la deuda pública se incrementaría de U$S 275.000 millones a U$S 317.000 millones de dólares entre 2016 y 2017, pasando de representar 54,2% a 58,7% del producto, y se espera para 2018 un incremento similar.