Sondeo semanal SEA

Cultivos sedientos en el centro norte provincial

Las altas temperaturas incrementan la demanda de agua y empiezan a recortarse las perspectivas de rinde por la escasez del recurso. Los maíces de primera son los más golpeados, aunque también lo sufren el algodón y el sorgo.

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Golpeados. Los maíces tempranos mostraron marcados síntomas de deterioro: marchitamiento de hojas, colores amarillentos de plantas y en casos extremos muerte de plantas.

Foto: Archivo

 

Campolitoral

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El 35% del maíz de primera fue afectado por las altas temperaturas y el déficit hídrico, entre el 12 y el 19 de diciembre últimos, indicó el último reporte del Sistema de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción.

En la semana se registraron picos de temperaturas superiores a los 42 ºC, mientras los montos pluviométricos fluctuaron entre los 15 a 74 mm en toda el área de estudio, que comprenden los doce departamentos desde San Jerónimo y San Martín hasta el límite con Chaco. “Las altas temperaturas y el continuo aumento de las demandas de agua por parte de los cultivos, en pleno avance de los distintos estados fenológicos, hicieron que los mismos expresaran síntomas de déficit hídrico”, precisó el informe.

En tal sentido, el maíz de primera fue el que evidenció el mayor impacto, por encontrarse en el período crítico (estados reproductivos) de su crecimiento, luego el algodón en el sector Este, en comienzo de la etapa de floración y el sorgo granífero (sembrado tempranamente).

Mientras tanto, el proceso de siembra de soja de segunda fue importante en casi todos los departamentos, logrando un gran avance, aprovechando los milímetros de agua caídos que mejoraron las condiciones de la cama de siembra.

Continuaron las aplicaciones de herbicidas para el control de las malezas para las futuras siembras y de las emergidas, en los cultivos implantados y en los rastrojos de trigo.

A la fecha del informe, se han sembrado 38.000 hectáreas (95%) de algodón sobre una intención de 40.000 hectáreas; en sorgo granífero 52.700 Has. (85%) sobre una intención de 62.000 hectáreas a implantar y se completó la siembra de soja de primera con 900.000 Has. (100%) sobre una intención de 910.000 hectáreas. En cuanto a la soja de segunda, se sembraron 386.250 hectáreas, el 75% de una intención de siembra de 515.000 Has. aproximadamente.

Afectaciones varias

Sobre la situación de los maíces tempranos, el SEA indicó que las características ambientales de los primeros veinte días de diciembre, con elevadas temperaturas y escasas precipitaciones, marcaron al cultivo. “En los productores, se acentuó la preocupación por la merma del potencial del rinde”.

Por encontrarse en su período crítico, los técnicos estimaron que un 35 % de los cultivares mostraron marcados síntomas de deterioro: marchitamiento de hojas, colores amarillentos de plantas y en casos extremos muerte de plantas, como consecuencia de las altas temperaturas y el déficit hídrico.

Ante el avance de los estados fenológicos, las tareas de seguimiento y evolución de los cultivos cobran importancia día tras día, e influirán directamente en decisiones respecto del destino del maíz: autoconsumo/picado/embolsado grano comercial.

El 5 % de superficie sembrada presenta un estado regular, sin evidente recuperación; un 30 % ‘ de regular a bueno‘ y el 65 % restante, mostró ‘estado bueno a muy bueno‘ hasta la fecha. La sanidad presentó buena condición, sin complicaciones en este período.

El algodón, en tanto, presentó buenas condiciones, creciendo y desarrollándose de manera normal. Pero el déficit hídrico de las semanas anteriores hizo que el cultivo detuviera levemente su crecimiento, aunque “no lo afectó de manera significativa”. Con las precipitaciones del jueves 14 y domingo 17, se realizaron las fertilizaciones complementarias al cultivo.

Por su parte, los sorgos tempranos fueron de los más afectados por la falta de precipitaciones y elevadas temperaturas, provocando un estrés hídrico que se vería reflejado directamente en el rendimiento, particularmente en los departamentos del norte del área y los sembrados en primera instancia.

Soja también

En materia de soja, la siembra temprana llegó a su final sobre unas 900.000 ha, aproximadamente 10.000 ha menos que la intención que se presentó desde el comienzo de la campaña. La falta de agua útil en la cama de siembra en los últimos días de la fecha óptima de siembra fue la condición que influyó para que no se alcanzara la proyección inicial.

“En algunos sectores de los departamentos del área de estudio, los cultivares manifestaron indicadores de déficit hídrico y cierto estrés, pero la situación se revirtió al registrarse precipitaciones y cambios en las temperaturas medias diarias”, indicó el SEA, y agregó que el estado sanitario de los cultivos es bueno, sin inconvenientes hasta la fecha.

Para las sojas de segunda las precipitaciones permitieron reponer el agua útil en la cama de siembra, lo que generó un marcado ritmo de siembra en los distintos departamentos, situación que se trató de aprovechar al máximo por parte de los productores ante los posibles pronósticos de altas temperaturas y escasas lluvias”.

Se estimó similar intención de siembra que la superficie ocupada en la campaña 2016/2017, que fue de 515.000 ha. El grado de avance logrado fue del orden del 75 %, representando aproximadamente unas 386.250 ha, un 5 % de adelanto, que la campaña pasada, para esta misma fecha.

900 mil

hectáreas de soja de primera

fue la superficie final implantada, 10.000 menos que las estimadas en la proyecciones iniciales a causa del clima.