Fe y solidaridad

Que todo el año sea Navidad

Dr. Eduardo J. Wagner

Es un título de expresión, de deseo, pero sería muy beneficioso poder expresarlo en nuestro pensamiento diario, y digo esto porque esta fecha tiene un significado muy especial para la mayoría de las personas, ya que todos nos deseamos lo mejor y florece el espíritu de compartir y ayudar a los que menos tienen.

La Navidad es una celebración de la familia, donde nos reunimos y la pasamos lo mejor posible; convivimos y recordamos esas viejas historias de familia que tanto significan. Es una celebración de los niños, a los que les llegan misteriosamente regalos y donde se juega a buscar los juguetes que “trae Papá Noel”. También es la fiesta de todos, porque todos, en algún rincón de nuestra alma, no dejamos de ser niños.

Celebramos la ocasión de poder demostrar a los amigos nuestro aprecio, nuestro cariño, la posibilidad de intercambiar regalos.

Nos aferramos a la fe, pero no siempre es fácil tener fe en los seres humanos, porque somos seres limitados y débiles, pero la necesitamos. Fe requieren los hijos de sus padres, los alumnos de sus maestros, los feligreses de los pastores, los empleados de sus jefes, los seguidores en sus líderes y también necesitamos tener fe en nuestros amigos.

Los trastornos familiares, estudiantiles, religiosos, empresariales, políticos se generan muchas veces porque la fe que debe existir en esos ambientes es traicionada.

En esta Navidad fortalezcamos la fe de quienes han puesto su esperanza en nosotros. Cumplamos nuestros deberes, seamos responsables de nuestras acciones, no defraudemos a quienes aún creen en nosotros, y no sólo digamos repetidamente ¡Feliz Navidad!... Esta bonita frase tiene que ir acompañada de un verdadero compromiso de fraternidad y de solidaridad, entre familiares, amigos y todos quienes están en nuestro entorno.

Que todo el año sea Navidad.