Unos 2.400 equipos de Latinoamérica compitieron por entrar

La “otra Selección” que va a jugar el Mundial del futuro

  • Forman parte del equipo de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNR que participará del Mundial de Programación en Beijing, China. Los pibes dejaron afuera a la UBA y ahora van por la gloria.

M-12-A-LA OTRA SELECCION.jpgEl equipo de la UNR que competirá en el Mundial de Programación 2018 está conformado por Fernando Fiori, Emilio López y Margarita Capretto, coordinados por Martín Villagra y auxiliados por Pablo Zimmermann. Foto: Gentileza

 

Ignacio Negri

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No todo lo que brilla es Messi y compañía. Lejos de los flashes y los millones de dólares que mueve el fútbol, el 2018 también tendrá otro Mundial, el de Programación Informática. Un equipo de programadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) clasificó a esta nueva edición que se disputará en Beijing (China), con un dato adicional no menor: logró ingresar a la Copa del Mundo dejando afuera a la Selección de la UBA.

“Competimos años anteriores sin DT, y ahora vamos los que jugamos el Mundial en un momento, en este caso como entrenadores de una nueva camada de chicos. Nosotros los formamos y acompañamos porque en el momento del juego no podemos hacer nada. Es un Mundial que viene creciendo año a año, con 2.400 equipos de Latinoamérica que compiten para entrar”, dijo a El Litoral uno de los DT del equipo, Pablo Zimmermann.

Sobre el formato de la competencia, explicó que “se trata de problemas de lógica y matemática que hay que resolver en un tiempo determinado en una máquina para tres jugadores. El que resuelve más problemas en cinco horas gana”, resumió.

Pero para llegar a esta instancia, el combinado de la UNR tuvo que sortear una dura Eliminatoria sudamericana. “Hay una instancia nacional que es el Torneo Argentino de Programación que tiene sede en Rosario, donde clasifican cuatro equipos por universidad. Después está la instancia latinoamericana, donde clasifica un equipo por universidad y entran 20 equipos. Nosotros somos uno de esos 20 representando a la UNR”, detalló uno de los jugadores, Fernando Fiori.

Hay equipo

Al equipo lo completan Emilio López y Margarita Capretto, y Martín Villagra acompaña a Pablo Zimmermann en la coordinación táctica. “Es un equipo que ya tiene su recorrido, hace cuatro años que compiten y se preparan, por ende poseen experiencia en este tipo de instancia. Pero dos de los chicos venían de viaje y casi no habían entrenado previamente para el Torneo. Ahí es donde demostraron que verdaderamente hay potencial”, comentó Zimmermann.

Lo más alto que este equipo había llegado en participaciones anteriores fue al Regional, instancia previa al Mundial, en donde compiten varios equipos de países latinoaméricanos, pero nunca habían podido superar este filtro. “Entre el Nacional y el Regional entrenamos mucho, pasamos varios días juntos realizando problemas y simulando la competencia. Fue un esfuerzo que valió totalmente la pena”, recordó Emilio López.

“El Mundial en 2018 se desarrolla en Beijing, y gracias al apoyo de la universidad podemos seguir participando. A fines de enero los chicos van a ir a un entrenamiento intensivo en Brasil, como hicimos en su momento con nuestro equipo, para seguir perfeccionándose y llegar de la mejor manera. Sabemos que hay equipos difíciles pero creo que los chicos pueden hacer un muy buen papel”, concluyó Martín Villagra.

La gran potencia: el equipo ruso

Haciendo una inevitable comparación con el Mundial de fútbol y para entender cuáles son los objetivos del equipo de la UNR y ante qué rivales se va a chocar, un símil Brasil, Alemania y por qué no, la “Selección de Messi”, es en el mundo de la programación, el equipo ruso.

“Son sin duda la gran potencia porque vienen estudiando programación desde los 10 años y los mandan a escuelas particulares de programación. A los 20 años son máquinas que se dedicaron toda la vida a eso”, explicó Pablo y marcó una diferencia en comparación con los chinos, quienes a priori, siempre son considerados líderes en el mundo de la tecnología: “No es así, porque en el Mundial tenés que jugar en equipo y los chinos son muy individualistas. Los rusos tienen una mente distinta y saben trabajar más en equipo”.

Un largo camino

En el Regional clasifican los tres primeros para el Mundial, y la UNR se coló tercera, dejando fuera del podio a la UBA en un tenso final. “Comenzamos muy bien, y luego tuvimos un par de momentos de crisis. Metimos tres problemas rápido, después estuvimos una hora y media sin poder resolver ninguno, y después de golpe salieron dos. Veníamos primero, pero luego nos pasó la UBA, y los volvimos a superar. En la última hora se congelan las pantallas y no se actualizan las puntuaciones. Para ese entonces la UBA otra vez nos había sacado ventaja”, relató Fiori.

Ese momento se denomina la “hora de silencio”, y la UBA había resuelto seis problemas y la UNR tenían cinco. Pero no era el único equipo con esa puntuación, ya que había varios que estaban empatados. Córdoba y un equipo de Perú ya tenían mucha ventaja, entonces estaban conscientes de que la pelea era por el tercer puesto. “Sabíamos que se definía todo en la última hora, y no queríamos que los nervios nos pasen factura”, recalcó López.

“Era la última vez que podíamos participar y veíamos que el panorama era complicado. Sabíamos que no era fácil la calificación y nuestro principal rival era la UBA. Pero creo que al final hicimos un buen papel y nos salieron las cosas como esperábamos”, recordó Capretto.

Martín Villagra, que estaba en otra habitación, sólo podía ver los resultados en una pantalla sin saber nada de sus dirigidos. “Yo les tenía mucha fe, pero cuando vi que por una hora y media no habían avanzado, me asusté. Por suerte después pudieron seguir resolviendo problemas”, comentó.

Cuando el equipo se enteró de que habían clasificado, al principio no lo creyeron porque en sus participaciones anteriores eran los de la UBA quienes ganaban. “Los chicos ya venían compitiendo y la UBA renovaba equipo, así que sabíamos que ésa era la principal ventaja. Y por eso, había que apuntar en esa dirección para clasificar. Pudieron lograr la clasificación de manera agónica, haciéndole honor a nuestro estilo”, reflexionó Zimmermann.

Esta es la cuarta vez que este mismo equipo participaba en el Regional. El primer año, quizás por no tener mucha idea de cómo era la competición, no obtuvieron un buen resultado. En las otras dos ediciones, si bien mejoraron, no habían llegado a las metas propuestas.

“Había que esperar los resultados, porque no se saben al instante. Habíamos escuchado que la UBA no había podido sumar pero no queríamos llevarnos una desilusión así que aguardamos para alegrarnos. Pero cuando se confirmó la noticia fue una gran satisfacción porque habíamos logrado el objetivo”, relató Capretto.