Recorrida del gobernador y ministros en el edificio

La Casa de la Cultura, en obra y bajo una meticulosa restauración

Los trabajos empezaron hace tres meses. Lo primero fue asentar las bases para dar fijeza estructural a la Casa, construida en 1910. Expertos hacen minuciosamente el restauro de molduras, piezas ornamentales y vitrales. Estiman que antes de fines de año la obra estará terminada: allí funcionará la sede del Ministerio de Cultura.

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En obra. Una de las fachadas exteriores de la Casa de la Cultura, que será restaurada a medida que avancen los trabajos.

 

Redacción El Litoral

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Los obreros trabajaban bajo una térmica asfixiante. Afuera, un andamio tan alto que llegaba hasta ese soberbio techo ornalmental que vio mil lunas, materiales de construcción a un costado, arena y polvo; y adentro otros obreros y artesanos especialistas explicaban sus procesos de restauro de las molduras y los vitrales, que tienen décadas de antigüedad. Los periodistas esperaban amontonados bajo una sombra escasa.

Por primera vez desde su licitación y posterior adjudicación —con un presupuesto oficial de casi $ 50 millones—, se abrió el cercado de obra y se conoció el avance de los trabajos en la Casa de la Cultura, en Bv. Gálvez y Güemes, construida en 1910 y que es monumento histórico y patrimonial en la provincia.

La casa corría serios riesgos de derrumbe por su muy mal estado edilicio. Tras una primera licitación trunca en abril pasado y con una segunda exitosa, en agosto, Provincia adjudicó la restauración integral a la empresa Coemyc S.A. El gobernador Miguel Lifschitz recorrió ayer el inmueble para conocer el avance de las intervenciones, acompañado por la Ministra de Innovación y Cultura, María de los Ángeles Gónzalez, y el titular de la cartera de Obras Públicas, Pedro Morini.

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Un experto en restauro trabaja en varias piezas, como las molduras del interior del inmueble.

El tipo de intervención

Según reconstruyó El Litoral de varias declaraciones de expertos de la empresa, lo primero que se hizo fue un trabajo de registración fotográfica de cada elemento de la casa —pisos, revestimientos, maderas, cielorrasos, etc.— y de las fachadas exteriores. Luego se comenzó a intervenir. Había que asegurar las bases, y entonces se realizó una “costura” en el interior mediante tensores, desde una pared hasta la otra: se colocó hierro y hormigón por dentro para dar rigidez estructural al inmueble.

El resto implica un proceso de restauración de cada pieza histórica del edificio. Hace tres meses que Coemyc está trabajando, y el plazo de ejecución es de diez, por pliego. Uno de los encargados de obra estimó que “hoy se está en un 8 % de avance”. Falta mucho, porque no es una obra común: es trabajo pieza por pieza y meticuloso, casi de prestidigitación, por el valor patrimonial de cada elemento de la casa.

Por ejemplo, hay otra empresa santafesina que fue contratada por la adjudicataria exclusivamente para restaurar los vitrales. Todos fueron retirados, llevados a taller y están en proceso de restauro. Y un artesano especialista trabaja en la reposición de las molduras de la casa y de las columnas de las escaleras, en yeso, madera y otros materiales.

El encargado de restaurar los vitrales admitió que hubo bastantes faltantes (de piezas ornamentales en vidrio), “pero tenemos indicios que nos permitirán salir adelante y poder recrear lo que falta. Las de las ventanas están retiradas y en taller, al igual que las de aberturas. Se trabaja con bocetos de imágenes con vitraux contemporáneos a los de la casa, para una restauración más precisa, explicó. “En vitral del techo ya fue retirado y será la ‘estrella’ de toda la casa”.

Integral

La Casa de la Cultura tiene un subsuelo, una planta baja, un primer piso, un entrepiso y una planta azotea o buhardilla. En su aspecto integral, la obra consiste en trabajos sobre la estructura portante (para asegurar la estabilidad del conjunto arquitectónico del inmueble), las cuatro fachadas, las cubiertas y los interiores del edificio; la intervención de todos los locales interiores de la planta noble y el primer nivel; el saneamiento, adecuación y restauración de mansardas (pequeñas ventanas dispuestas en altura para iluminar y ventilar el interior).

También, la recuperación de las ornamentaciones originales, carpinterías, instalaciones, herrerías, revestimientos, pisos, vitrales y todos los elementos originales de la casa; nuevas instalaciones del sistema eléctrico, telefonía, aire acondicionado, etc.

Qué representa

La Casa de la Cultura fue inaugurada en 1910 y representa un exponente del patrimonio arquitectónico y cultural de los santafesinos único en su tipo. Conocida también como la “Casa de los Gobernadores”, fue declarada Monumento Histórico y Cultural de la provincia en 1998.

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“Ésta es una de las obras más emblemáticas que estamos haciendo en la ciudad”, declaró el gobernador Miguel Lifschitz.

“Una obra emblemática”

“Es una de las obras más emblemáticas que estamos haciendo en la ciudad, y parte de nuestro compromiso con los santafesinos”, declaró Lifschitz a la prensa. En rigor, la obra está incluida en el Presupuesto Provincial 2018 que sancionó en diciembre la Legislatura. Está incluida en el Acuerdo Capital. “Hablamos de un espacio que es patrimonio histórico, arquitectónico y cultural en la provincia”, resaltó. El mandatario confirmó que, una vez restaurada, la casa será sede del Ministerio de Cultura.

“Es compleja (la obra) desde el punto de vista técnico, y no se pueden forzar los tiempos. Pero esperamos cumplir razonablemente los plazos y a fines de año estar habilitándola”, estimó el gobernador. Valoró el “alto nivel de calidad” en materia de restauración de parte de la empresa: “Se nota un esfuerzo por mantener las características de las piezas originales”, agregó.

“Cuando asumí por primer vez como ministra en 2007, lo primero que vi fue la Casa de la Cultura. Se había hundido (parte del piso). Esto era simbólico: la cultura debía renacer en toda la potencialidad que tiene la ciudad”, dijo la titular de esa cartera, María de los Ángeles González. “Hubo problemas para encontrar una empresa que se encargue de un trabajo de tanta complejidad: hay especialistas de todo el país trabajando”.

“Ésta se considera la obra más importante a nivel cultural en el interior del país”, enfatizó. Y además de ser sede del Ministerio de Cultura e Innovación, una vez restaurada la casa será lugar de recepción protocolar de personalidades del país y del mundo, adelantó González.

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En el interior, la imponente nave central de la casa será restaurada en los próximos plazos de ejecución. Fotos: Mauricio Garín