LA POLÍTICA EN FOCO

La sequía es hoy y también mañana

Los daños son millonarios. Santa Fe lamenta la pérdida del grueso de su campaña granaria.

José E. Bordón

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La peor sequía de los últimos 44 años. Así lo reflejan los titulares de la prensa, intentando insinuar una de las peores catástrofes para el agro argentino de los últimos años. Si los pronósticos se confirman, habrá más tiempo para lamentarse. Según el último informe al que accedió este diario, la falta de lluvias importantes se extenderá tres meses más. Así, la estimación inicial de pérdidas por $ 87.000 millones que evaluó Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) la semana pasada, podría quedar muy atrás. Hasta hoy, la falta de lluvias afecta a un 65 % del núcleo agrícola (sur de Santa Fe, sudeste de Córdoba y norte de la provincia de Buenos Aires), unas 28 millones de hectáreas.

Los últimos datos reflejan que hay más de 13.000.000 de hectáreas sembradas con soja, maíz y girasol que mantienen una condición de humedad entre regular y mala. Pero ese total será superado en apenas dos semanas si antes no se corrige el déficit de lluvias, cosa que parece poco probable si tenemos en cuenta los pronósticos mencionados. En la provincia de Santa Fe, cuya franja oeste (desde el sur hasta el límite con Santiago del Estero) es la más perjudicada, las pérdidas, por el momento, estarían en el orden de los u$s 1.200 millones, con una clara afectación sobre la soja y el maíz, según destacó el informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, para la cual la producción de soja en la zona caería en casi 4 millones de toneladas respecto del ciclo anterior. A ello se añadió el trabajo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), donde se menciona que el 58% del maíz, el 56% de la soja y el 45% del girasol sembrado en la zona núcleo presentan una condición de cultivo entre mala y regular.

Se sabía lo que podría ocurrir. En septiembre del año pasado había trascendido la posibilidad de una “Niña” severa. Pero fue peor, señalan los ingenieros agrónomos. En el sur santafesino se aseguran que es la peor sequía de los últimos 70 años. El perjuicio, en consecuencia, no es sólo por el deterioro de los cultivos de estación sino que alcanza a las economías de pueblos y ciudades del interior. Basta recordar que la venta de insumos y semillas (maíz de segunda y soja de segunda) ha caído debido a la complejidad de la situación, algo que se comprueba en el andar diario en las estaciones de servicio, en el humor de la gente. La Sociedad Rural de Rosario, consideró en un comunicado, que “se trata de la sequía más importante de los últimos 70 años”, y explicó que hay que remontarse al verano de 1945 “para contabilizar registros pluviométricos de esta índole en nuestra región con apenas 25 a 35 milímetros (mm)”.

Todo esto parece justificar lo que muchos productores del noroeste provincial aseveraron ante la consulta de este medio: los campos comenzaron a ser abandonados porque los rendimientos son muy pobres y es más caro alquilar equipos para trillarlos. A eso se suma el padecimiento de los tamberos hablarán con Mauricio Macri este lunes-. No hay que olvidar otro dato importante: por la evaporación (altas temperaturas en diciembre, enero y mitad de febrero) y el uso cotidiano, las napas freáticas se alejan promedio- de la superficie entre 3 y 5 centímetros diarios. En zonas hasta la mitad del año pasado inundadas, hoy la napa está a más de un metro de la superficie. Así es imposible producir, es el lamento más escuchado en los últimos días. Por eso, los intendentes y presidentes comunales mantienen reuniones interesando a sus legisladores vecinos que impulsen la declaración de zonas de emergencia para al menos tener un respiro en la presión tributaria que viene para este año. Y el panorama descripto no se soluciona con una lluvia ligera. Hay que repetir una vieja frase que lo sintetiza todo: en el campo “no llueve ni pasto ni dinero”.