Blasi de titular... ¿Y después?

Dejar a los mismos, salvo Martínez, es una opción

Con tiempo para trabajar, sobre todo en darle variantes para que el equipo encuentre claridad y contundencia en los últimos 20 metros, Madelón piensa seriamente en repetir el mediocampo. A lo sumo, Droopy por De Iriondo. Pero...

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Lucas Gamba y uno de sus tantos lamentos en la tarde del Nuevo Gasómetro. No jugó mal, pero al igual que Soldano, le faltó lastimar en el sector que más le duele al rival.

Foto: Matías Nápoli

 

Redacción de El Litoral

Faltan varios días, pero en Unión ya se trabaja con la mente puesta en Temperley y la necesidad de volver a la victoria. Desde el partido con Racing que no se suma de a tres y esto hizo que el equipo de Madelón perdiera terreno en la Superliga. Del tercer puesto se pasó al décimo, con el mismo puntaje que Defensa y Justicia (último clasificado) y Colón, que está quedando afuera por diferencia de goles (hay dos de ventaja a favor de los tatengues).

Unión viene de jugar un buen partido en cancha de San Lorenzo, por lo que no hay que descartar que Madelón esté pensando en mantener la formación, con la salvedad del ingreso de Brian Blasi por Martínez, que no estará por algunos partidos debido a la fractura en uno de los dedos del pie derecho.

Esto significa que jugaría con el mediocampo que integró con De Iriondo y Acevedo por adentro, y con Mauro Pittón y Fragapane por afuera. La opción, está claro, sería la de sumar a Rodrigo Gómez en la mitad de la cancha, por el costado derecho, volviendo Mauro Pittón a su posición natural de doble cinco junto a Acevedo.

El resto del equipo no sufrirá modificaciones. El plantel está bien y se trabaja con normalidad, más allá de algunas molestias físicas lógicas producto de lo que fue un partido intenso y jugado con mucho calor, como el del sábado en la “estancia” que tiene San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro.

Uno de los aspectos que el mismo técnico señaló, luego del empate, es que el equipo falló en los últimos metros de la cancha. “No pateamos al arco”, dijo Madelón. Y aclaró que es algo que se dice, se reclama y también se practica, por lo que seguramente se intensificará el trabajo en ese aspecto ofensivo.

Que Gamba y Soldano recuperen la memoria es algo que Unión necesita de manera imperiosa. Luego de los dos goles ante Racing (Soldano de penal y Zabala), el equipo entró en una sequía de gol que sólo se alteró con el tanto en contra de Guillermo Ortiz en el clásico, que posibilitó el justo empate ante Colón.

Habló Esmerado

“Seguramente, existan una o dos modificaciones. Todavía hay que analizar y leer el partido de vuelta para tratar de seguir corrigiendo y no cometer errores puntuales que nos están costando puntos que son muy importantes para nosotros. Ahora, descansaremos y arrancaremos la semana pensando en el partido frente a Unión”, fueron las palabras de Gastón Esmerado, el entrenador de Temperley, luego del empate como local ante Gimnasia.

Finalmente, Esmerado manifestó su postura respecto a la incorporación de Santiago Giordana: “No queríamos traer a alguien que no conocíamos. Optamos por Santiago, que lo tuvimos en Guillermo Brown de Puerto Madryn y sabíamos lo que nos podía dar, tiene movimientos naturales de delantero. Afortunadamente, hoy tuvo situaciones en las que dejó una buena imagen y estoy muy contento por él”.

Ante Gimnasia, Temperley alistó a Josué Ayala; Adrián Scifo, Williams Riveros, Matías Nani, Marcos Pinto; Fernando Brandán; Adrián Arregui, Leonardo Di Lorenzo; Ezequiel Montagna, Fabián Muñoz y Gaspar Gentile. En el banco, estuvieron Leandro de Bórtoli, Rodrigo de Ciancio, Matías Orihuela, Sebastián Martelli, Federico Fattori, Emiliano Ozuna y Santiano Giordana.

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Franco Fragapane, dejando en el camino a Angeleri. Tuvo altibajos en el rendimiento, pero el carrilero por izquierda de Madelón siempre cumple.

Foto: Matías Nápoli

La atajada del “pibe” Nereo

Enrique Cruz (h)

En tiempos pasados, los arqueros eran los que hacían historia en los clubes. Un Amadeo Carrizo o “el Pato” Fillol, en River; un “Tano” Roma o “el Loco” Gatti, en Boca; un Santoro, en Independiente; un Cejas, en Racing, y tantos ejemplos que inundaron de historias a las instituciones, impusieron sus nombres como mojones incontrastables y muy difíciles de igualar.

Que un arquero permanezca muchos años y ataje centenares de partidos en un club, era un fuerte sinónimo de garantía, seguridad y confianza. Mucho más en un puesto difícil, en el que un gol recibido muchas veces implicaba —implica, en realidad— buscar alguna porción de responsabilidad en ese arquero que quedaba librado a “la buena de Dios”.

Nereo Fernández cumplió, ante San Lorenzo, su partido 202 en Unión. Y a punto de cumplir 39 años —será el 13 de abril—, se encamina a superar la barrera de los 40 años jugando al fútbol de manera profesional.

Es cierto que el puesto de arquero es distinto al de jugador de campo. Es más fácil que un arquero llegue en buen nivel a los 40 años a que lo haga un defensor, un mediocampista o un delantero. Pero también hay que decir que el arquero necesita tener excelentes reflejos. Y la edad conspira para eso, necesitando una preparación estupenda y una genética que lo ayude. Nereo lo demostró el sábado en el Nuevo Gasómetro: la pelota que le atajó a Caruzzo en la última jugada del partido, fue sencillamente excepcional. Y le valió la sumatoria del punto a Unión, justificada en el trámite pero que tranquilamente se podría haber desvirtuado en esa jugada puntual o en aquel mano a mano que le tapó a Botta en el primer tiempo. Suficiente para ser la figura del equipo.

Hace muchos años, Unión empató 0 a 0 un partido con Boca en el 15 de Abril. La figura fue Pumpido y escribí: “Como el vino, cuanto más viejo, mejor”. El concepto se puede trasladar a este Nereo que quizás no llegue a los más de 340 partidos que jugó el Chango Cárdenas en Unión, pero que seguramente está haciendo las cosas para quedar en un lugar de la historia que lo hará difícil de olvidar.