Juan Martín Del Potro lo hizo posible...

De la incertidumbre a la gloria

El comienzo de su año tenístico se tiñó de dudas, pero el triunfo ante Federer y la consagración en Estados Unidos permite suponer que sigue estando capacitado para sorprender y ya desafía a los antiguos fantasmas.

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De la desesperanza al triunfo se resume la carrera de la Torre de Tandil.

Foto: gentileza atp

 

Martín Rodríguez

(Especial para El Litoral)

Consumada la victoria de Juan Martín Del Potro a Roger Federer en la final del primer Masters 1000 de año, el tandilense colgó los fantasmas sobre su tenis, su físico y su “cabeza” para quedar en la plana del tenis mundial.

El año del argentino comenzó con la tercera ronda en el Australian Open, torneo que a Juan Martín siempre le sentó de buena manera. Sin embargo esas tres primeras apariciones dejaron dudas en el público y en los periodistas, quienes una vez más plantearon la incertidumbre sobre el futuro de Del Potro.

El desgaste y el extremo calor sufrido en Australia provocaron que la primera raqueta nacional reaparezca en los courts un mes después, en el ATP 250 de Delray Beach. Una vez más los fantasmas aparecieron.

Del Potro ganó con categoría su primer partido en el torneo, pero cayó en la segunda ronda frente a Frances Tiafoe, a quien supo vencer en el primer Grand Slam del año. Esa aparición de la Torre de Tandil dejó desconcierto y dudas, ya que a su tenis no se lo veía de la mejor manera. Su revés no avanzaba y los temores desde lo físico volvían aparecer.

Juan Martín Del Potro, desde que “reapareció” en el circuito en el 2016 (año donde consiguió lamedalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y la Copa Davis en Croacia) le dio prioridad a su estado de salud, primordial para volver a competir. De la mano de eso, su tenis tenía que ir mejorando y adaptando a las dificultades de tener tres operaciones de muñeca. Con total incertidumbre, Del Potro arribó a México donde tenía que disputar el ATP 500 de cemento. Esa incertidumbre provocada en los dos torneos anteriores, y principalmente en la derrota contra el joven Tiafoe, la transformó en excelencia.

El argentino se llevó el título tras vencer a tres top ten (Thiem, Zverev y Anderson en la final). A esto hay que sumarle las victorias frente a Mischa Zverev y al siempre difícil David Ferrer. Sin importar quién se encontraba del otro lado de la cancha, Del Potro volvió a ser Del Potro. Jugó con una intensidad no vista en los anteriores partidos, con simpleza y algo de lo mostrado durante la segunda parte del 2017. La victoria volvió a ubicarlo entre los mejores, quedando como el nuevo número 8 del mundo y con la posibilidad de seguir escalando posiciones, siempre dependiendo del próximo torneo: Indian Wells.

Y así iba a hacerlo, porque la Torre de Tandil brilló durante los 11 días que compitió en el desierto de California. El primer Masters 1000 de la temporada iba a ser el torneo del argentino, el lugar donde el sueño vuelve a comenzar. El debut fue sencillo y prolijo frente a Alex De Minaur con una victoria por 6/2 y 6/1. Nuevamente iba a luchar frente a David Ferrer como en Acapulco. El español hizo trabajar más a un Del Potro que tuvo que cerrar el partido en un ajustado segundo set por 7/6. En los octavos de final el rival del argentino iba a ser el correctivo Leonardo Mayer. El Yacaré le hizo un partido más que complicado a la raqueta 1 de argentina, quien volvió a mostrar inconsistencia y molestias desde lo físico. A pesar de las dolencias en su cuerpo, el tandilense se llevó el partido por 3/6 7/6 y 6/3. El cuadro volvía a abrirse para Del Potro, quien tenía la posibilidad de enfrentar al alemán Kohlschreiber. Una vez más, el argentino demostró su nivel y su posición en el ranking para acceder a las semifinales de Indian Wells. Allí iba a cruzarse con Milos Raonic a quien venció con contundencia en dos sets.

El sueño de conseguir su primer ATP 1000 quedaba al acecho. Pero del otro lado iba a estar Roger Federer, el número 1 del mundo y campeón del Australian Open. Sin embargo, el drive, el revés y el saque iban a funcionar. El físico iba a estar a la altura de las circunstancias para que el gigante de 1,98 metros se lleve el titulo y le arrebate al suizo su sexto Indian Wells.

La consagración en Estados Unidos abre el abanico de posibilidades para Juan Martín Del Potro, quien se convirtió en el nuevo número 6 del mundo y con grandes chances de seguir subiendo en el ranking. Con esto se abre la oportunidad de pelear por el primer puesto del ranking mundial, algo que parecía lejano para el argentino pero que hoy es una oportunidad latente. De la incertidumbre a la gloria, de la desesperanza al triunfo se resume la carrera de la Torre de Tandil.

Juan Martín Del Potro, desde que “reapareció” en el circuito en el 2016 (año donde consiguió la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y la Copa Davis en Croacia) le dio prioridad a su estado de salud