Con apoyo de Espacio Santafesino

Una mirada litoraleña en clave sobrenatural

“Sobrelitoral” es el nombre de la antología de historietas de la editorial independiente Grünendör, que recoge personajes y mitos de la región. José Moscovich y Leandro Boira brindaron detalles a El Litoral sobre la obra proyectada para abril, con prólogo de Juan Sasturain.

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“Ojalá que el día de mañana salga, en vez de una historieta de Superman, una del Loco de los Techos contando sus aventuras”, expresó Moscovich a El Litoral.

Foto: Flavio Raina.

 

Leonardo Pez

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“Sobrelitoral” es una antología de historietas desarrollada por la editorial independiente Grünendör, que aborda leyendas y misterios regionales, haciendo eje en los seres sobrenaturales. La lista incluye a los Capiangos, el Setubalito (la versión local del monstruo del Lago Ness), el Loco de los Techos, la Llorona, la Luz Mala, el Embolsadito, el Viejo de la Bolsa, Payak y Nalah, el Pez con Garras y los Negritos del Agua.

El libro, en imprenta y proyectado para mediados de abril, cuenta con el prólogo de Juan Sasturain y fue realizado gracias a un estímulo económico otorgado por Espacio Santafesino en la categoría “Editorial Regional” en septiembre del año pasado. Será una edición de 600 ejemplares de 72 páginas con tapa a color e interior en blanco y negro.

El Litoral conversó con José Moscovich y Leandro Boira, encargados de la editorial junto a Hernán Sabaté y Andrés Falchini, y creadores de “Sobrelitoral” en un equipo que completan Nacho Yunis, Emanuel Espíndola, Mario Russo y Gabriel Roldán.

Coincidencia

La historia de Grünendör comenzó a escribirse en 2012 por una coincidencia. Cuenta Leandro Boira que a través de su amigo Andrés (Fachini), quien, a su vez, era profesor de las hijas de José (Moscovich) y de Hernán (Sabaté) “nos juntamos y descubrimos que teníamos los mismos gustos sobre la historieta. El puntapié fue un concurso sobre fantasía heroica en el marco de la convención Crack Bang Boom en Rosario”. Acota Moscovich que “cuando se presentó la posibilidad de Espacio Santafesino, invitamos a dibujantes amigos y conocidos para hacer un proyecto más grande”.

Para la recolección del material, el grupo hurgó en la literatura y en Internet. “Leímos varios libros, entre ellos, uno que se llama ‘Seres sobrenaturales argentinos’ y un compendio sobre mitos y creencias de origen sobrenatural. Nos centramos en los seres sobrenaturales porque es el personaje que se inventa o en el cual se cree como alguien aleccionador. Si salís a la siesta, te lleva el Viejo de la Bolsa; si andás por el campo de noche, tené cuidado con la Luz Mala”, profundizaron.

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Portada de “Sobrelitoral”.

Foto: Gentileza Producción

Alternativa

Entre los integrantes del colectivo hay dibujantes que, en paralelo, se dedican a otros rubros que les permiten sostener la familia y el oficio. “Nadie vive de la historieta... todos tenemos otra profesión fuerte y hacemos esto por hobby”. Suscribe Moscovich, veterinario, quien ante la repregunta vuelve a definir: “Es cierto. No es hobby. Es una vocación”. “Llamale amor o convicción”, agrega Boira.

Respecto al modo de abordaje, Moscovich y Boira afirman que “contamos una historia alternativa a las leyendas clásicas de los seres sobrenaturales: explicamos algo que la leyenda no explica”.

—¿Por ejemplo?

—José Moscovich: En el caso del Viejo de la Bolsa, todos saben quién es, pero no de dónde viene ni adónde se lleva a los niños. Del Embolsadito sabemos que era un marino francés que murió descuartizado y lo tiraron al río en una bolsa hace más de cien años. Con el tiempo, se fue convirtiendo en un ser milagroso y tiene un panteón enorme en el cementerio de Rincón. El Loco de los Techos, dicen, es el espíritu de uno de los ahogados en la inundación que venía a vengarse de los saqueadores oportunistas. Cada leyenda depende de quién la cuenta y nosotros nos tomamos de eso para contarlo de otra manera.

—Y están los capiangos, una suerte de síntesis de las formaciones personales de los miembros del colectivo (dibujantes, veterinarios, historiadores).

—LB: El capiango es una especie de yaguareté que se mezcla con la historia argentina.

—JM: La historia que contamos es la del ejército de General Paz contra Quiroga. En sus memorias, Paz relata que antes de las batallas de la Tablada desertaron de su ejército alrededor de doscientos correntinos porque se corría la voz de que entre las líneas de Quiroga había capiangos (hombres fiera).

—¿Qué creen que aporta esta mirada alternativa del comic sobre el imaginario litoraleño?

—LB: Sorpresa.

—JM: El tema de los seres sobrenaturales es algo cultural. Nos gustaría que sea una puerta para empezar a hacer uso de estos personajes en cuentos, historietas o relatos. Quizá sea pretencioso, pero está buena la idea de jugar con un bicho muy encasillado y mostrar otra cosa o sacarlo de ese lugar. Ojalá que el día de mañana salga, en vez de una historieta de Superman, una del Loco de los Techos contando sus aventuras en la ciudad de Santa Fe.

Amplitud

“Sobrelitoral” nace de una premisa: “Santa Fe no es tan rica en seres sobrenaturales como el norte del país”. A partir de ella, el proyecto busca “mostrar la diversidad de creencias que hay en un rango cronológico amplio. Además de las leyendas guaraníes y qom, tomamos mitos urbanos más recientes. Salvo la Luz Mala, la Llorona y el Viejo de la Bolsa, la mayoría de los seres están asociados al río. Hace doscientos años, el ambiente en que se movían eran montañas, cerros, ríos y lagunas. Hoy, los seres sobrenaturales aparecen en los edificios”.

—¿Qué le aportan al colectivo las diferencias generacionales?

—JM: Una diversidad de estilos. Hernán es del ‘66 y es lector de Moebius. Tiene una forma de dibujar y de trabajar muy clásica. Él es como un purista de la vieja escuela: hace el borde de la viñeta con fibra y con regla. En el otro extremo, Gabriel Roldán hace el boceto en lápiz y después se mete en una tableta Wacom o en una especie de visor, donde ve lo que va dibujando. Escanea el boceto, lo sube ahí y todo lo hace digital. Está bueno porque tenemos toda esa diversidad, todos los estilos intermedios entre los ‘60 y los ‘80, y todo lo que fuimos adquiriendo en los últimos tiempos.

—LB: Es una mixtura de los dibujantes de la historieta de antaño confluyendo con la era actual: lo digital, lo minimalista, el cartoon. Yo trato de fusionar todo, que se note que está hecho a mano con retoques de Photoshop. Todos tenemos un poco de todo.

—¿Pensaron en los niños como potenciales lectores del libro?

—LB: Se lo mostré a mi hija de diez años y le gustó mucho.

—JM: Este libro podría ser presentado a un público infantil. En un principio, estaba pensado para ser adaptado al material curricular de una escuela. La línea de Grünendör está dirigida a un público adulto. Nos gustan los bichos, monstruos y demonios; disfrutamos del cómic de terror, de fantasía y de ciencia ficción. Entonces, “Sobrelitoral” fue una manera de dibujar lo que nos gusta enmarcado en un cuadro que pudiera ser atractivo para todo el mundo.

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La leyenda del Setubalito, recreada por Andrés Falchini.

Foto: Gentileza Producción