El día después de la peregrinación

Fiesta de Guadalupe: desarmaron los puestos y dejaron toda la basura

“Yo estuve otros años pero nunca vi tanta mugre”, le aseguró a El Litoral un empleado municipal que limpiaba este sector de la costanera. Para la edición del año que viene, el municipio analiza cambiar la metodología y aplicar sanciones.

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El camino de los residuos. Los montones de basura quedaron junto al cordón del cantero, entre Zeballos y Javier de la Rosa.

Foto: Flavio Raina

 

Gastón Neffen

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Twitter: @gneffen

El tramo de la costanera que va de Zeballos a Javier de la Rosa quedó tapizado de bolsitas, papel de diario, cajas de cartón rotas, vasos de plásticos usados, carteles con precios, bandejas de plástico para comida, paquetes de cigarrillos, envases de gaseosas, potes de helado, paquete de cigarrillos y hasta restos de yerba y arroz.

Esta mañana, dos retroexcavadoras amontonaban los residuos que dejó la Fiesta de Guadalupe para que sea más sencillo limpiar la calzada, en el marco del operativo que armó el municipio para dejar en condiciones el sector en el que estuvieron los puestos.

Desde el gobierno de la ciudad, le aseguraron a El Litoral que ayer se les repartieron bolsas negras a los puesteros para que colaboren que la limpieza, pero que muy pocos las utilizaron luego de desarmar cada puesto. “Yo estuve otros años pero nunca vi tanta mugre acá”, contó uno de los maquinistas de “la retro”.

Para la edición del año que viene, los funcionarios municipales evalúan realizar cambios en la metodología y en la organización para evitar que quede tanta basura luego de la fiesta. Y también se analizan sanciones para quienes no colaboren con la limpieza.

Más allá de la fiesta, los alrededores de la cancha de Unión también quedaron igual luego de la vigilia y los festejos por el aniversario del club, entre el sábado a la noche y el domingo al mediodía.

¿Los puestos o la gente?

Esta mañana, El Litoral publicó fotos de lectores que mostraban cómo habían dejado la costanera y se generaron miles de reacciones en las redes sociales.

“Es la suciedad de los puestos... no de la gente que fue a la peregrinación. Ahí está el problema. No hay educación ni respeto al ciudadano”, dijo un lector en Facebook, y empezó la polémica. “Yo tuve un puesto allí —le contestaron—, y les puedo asegurar que continuamente la gente de la Municipalidad pasaba a limpiar lo que el público tiraba en la calle. No educan a sus hijos a tirar la basura en los cestos. Lo que quiero decir es que no fuimos los puesteros los sucios, fue la mayoría del público que dejó la calle en estas condiciones”.

La verdad es que al mirar la basura de cerca —como hizo El Litoral— hay muchos residuos que se pueden relacionar con los puestos (cajas de cartón, papel de diario, carteles de precios y bolsas) y otros que pueden ser de los puesteros o la gente: potes de helado, bandejas de comida, paquetes de cigarrillos y restos de yerba, entre muchos otros residuos.

Más que echarse la culpa, y dado que es una festividad religiosa, quizás lo mejor es recordar una de las mejores frases del Nuevo Testamento: “El que esté libre de pecado que arroje la primera piedra”.

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Con pala mecánica. La cantidad de basura es tan grande que el municipio utilizó dos retroexcavadoras en el operativo de limpieza.

Foto: Flavio Raina

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Dura tarea. La cuadrilla del municipio y los barrenderos de Cliba van a necesitar entre tres y cuatro horas para retirar la basura.

Foto: Flavio Raina

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Sucio y con “pis”. En este lugar, el olor era muy feo: los restos de yerba, arroz, papel de diario y trozos de bolsas estaban mojados con la orina que venía de los baños químicos.

Foto: Flavio Raina

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Otro ejemplo. Los alrededores de la cancha de Unión también quedaron tapizados de envases, bolsitas y muchos vidrios luego de la vigilia y los festejos por el aniversarios del club.

Foto: Flavio Raina