Tribuna literaria

Explorando la palabra todos los días

María del C. Villaverde de Nessier

Nos acostumbramos hoy a no mirar casi para afuera.

Nos acostumbramos a realizar todo muy rápido y con horas marcadas y justas.

Nos acostumbramos a manejar botones y a reunirnos virtualmente.

Nos acostumbramos a tantas cosas y nos olvidamos de abrir las ventanas por las mañanas para que el sol se cuele en nuestra casa, para vernos cara a cara..., para jugar con los chicos a las adivinanzas y para contarnos historias..., para escucharnos y vivir de verdad y no virtualmente.

Así se nos pasan los días y los años casi sin darnos cuenta de que pasaron con nosotros. Fueron transitados sin valorizar la propia palabra, nuestra grandiosa oralidad, las tradiciones, los gorjeos expresivos, las canciones de corro, las palabras inventadas, los cuentos de dormir..., todo, para saborear juntos los tonos y sus variaciones en los primeros ejercicios de la sonoridad personal.

El 2 de abril recordamos el Día Internacional del Libro Infantil, pero así como debemos acordarnos del libro, debemos valorizar los diálogos familiares y sociales reales, todos los días, con los entornos que eso conlleva, desde adentro y desde afuera de cada lugar físico en los que nos movemos.

Si el placer de escuchar (que es la primera lectura), comienza cuando todavía se mojan los pañales con la canción de cuna, con la onomatopeya, con las canciones de rimar y ritmar, los cuentos son la clave para empezar a pensar.

A la una, a las dos, a las tres, ahora mismo es!!!, uno de los primeros cuentos con los que todos hemos disfrutado alguna vez y... por qué no con: “Este puso un huevito... este lo encontró, este...”.

El acercamiento a esta realidad que olvidamos a menudo no debe ser una cuestión de “hablistas” o estilistas; es una cuestión de verdaderos pensadores, de maestros y padres orgullosos de vivir la palabra para facilitar la interacción niño-mundo-sociedad.

Las urgencias cotidianas invadidas por el consumo, las negaciones, las marginaciones, la tecnología (no siempre una realidad en todos los rincones de la tierra), amenazan en forma agazapada el canal de lectura viva que desde niños debe alimentar la vida acumulando maravillas, emociones diversas, preguntas y respuestas necesarias para el momento de las percepciones y los proyectos.

“La palabra siempre significa”, siguiendo a Todorov, no hay un lenguaje opaco, que no exprese algo, que no traiga algo más que sí mismo, siempre alimenta y desde diferentes ángulos de la vida, de allí la importancia que tiene en los primeros años y... ¡siempre!

Asistimos en la actualidad a un mundo de crisis, donde valores y conceptos son atacados por la pura sensación de la “moda pasajera” y la ausencia de la rueda familiar y social. Causa extrañeza observar que el instrumento fundamental de la comunicación sufra un mundial deterioro y esto se perciba con toda indiferencia.

El Día Internacional de la Literatura Infantil se promovió hace ya algunos años en homenaje a Andersen (narrador andariego) y a Jella Lepman, periodista y escritora, amante apasionada de la lectura y el pensamiento creador. Ella funda en Munich la primera Biblioteca Internacional para Niños y Jóvenes (donde tuve el placer de hacer una breve pasantía, en dos ocasiones) e instituyó el 2 de abril como Día del Libro Infantil en recuerdo del nacimiento de Andersen, contándose entonces, con la presencia de especialistas de todos los ángulos del quehacer sociocultural y con el firme propósito de interesar por el tema base del entendimiento de los pueblos.

Se debe así comenzar por los niños y los jóvenes, con el particular uso de la narración y los libros vivos sentidos en compartida interrelación: adultos, niños - jóvenes.

Estimulemos desde ellos el descubrimiento profundo y sentido de que las palabras son sonidos que guardan los recuerdos y están todos allí, en el espacio, volando como campanas, como cuentos, desde el “había una vez” del abuelito, la mamá, el papá, los maestros, esperando penetrar en la alegría y la emoción de todos los textos.

¡Feliz encuentro con la palabra contando en la vida social de cada espacio cotidiano! Y más allá de las celebraciones específicas como el 2 de abril o el Día del Idioma o el Día del Libro; esos días y muchos más... todos los días, para que no se caiga por el tobogán de la vida el lenguaje con el que seguiremos comunicándonos desde nuestra propia voz.

(*) Experta en Literatura Inf. y Lectura. Ex delegada argentina de Literatura Infantil y Juv. Ibby-Unesco. Creadora del Primer Departamento de Literatura Infantil, partícipe de la Red Int. de estos centros. Consultora educativa.

Las urgencias cotidianas invadidas por el consumo, las negaciones, las marginaciones, la tecnología, amenazan en forma agazapada el canal de lectura viva que desde niños debe alimentar la vida acumulando maravillas.