Leopoldo Jacinto Luque, directo “al hueso”...

“Me huele algo raro en lo de Romero”

Enrique Cruz (h)

Faltaban algunos días para el debut de Unión en 1975. Victorio Nicolás Cocco, flamante incorporación, no llegaba al amistoso contra Patronato en un 15 de Abril que rebalsaba de gente y entusiasmo por aquél equipo. Querían ver en acción a Gatti, Mastrángelo, Suñé, Tojo, Marchetti, Trossero, Marasco, Baudillo Jáuregui, el “León” Espósito y todo ese grupo increíble de jugadores que armaron la “revolución tatengue”. Luque fue titular esa noche y convirtió dos goles. Cuenta la historia que, cuando terminó el partido, el Toto Lorenzo se acercó en pleno campo de juego y le dijo: “Leopoldo, si usted me hace caso, va a jugar en la selección”. Le hizo caso. Le ganó la titularidad a Marasco, a Trossero y hasta al mismo Marchetti. A los pocos meses jugaba en River y ese mismo año, el Flaco Menotti lo convocaba para integrar la selección de Santa Fe en un Sudamericano (actual Copa América). Se iniciaba la carrera de Leopoldo Luque con la celeste y blanca, hasta convertirse en una pieza clave en la obtención del título de 1978.

Franco y frontal, Leopoldo no tuvo pelos en la lengua para hablar de todo y de todos.

—Arranquemos por la lesión de Chiquito Romero, Leo. ¿Está bien que Sampaoli lo haya desafectado?

—En un Mundial hay que estar ciento por ciento. Máxime un arquero. Lo que no me gustó fue que haya salido la mujer a opinar. ¿Qué sabe la mujer?... Pero para mí hubo otra cosa.

—¿Qué pensás?

—Para mí hubo una conversación entre Romero y Sampaoli. Me parece que Romero quería titularidad asegurada y Sampaoli no podía dársela. Y por eso, disfrazaron la salida con esa lesión. Dicho mal y pronto, les vino bien que se haya lesionado. En el 78 pasó.

—¿Con Gatti?

—Sí, con Gatti. A fines del 77 o principios del 78, el Loco le pidió titularidad a Menotti. Y el Flaco le dijo: “si el torneo empieza mañana, sí, sos titular; pero arranca en cinco meses y no te puedo decir que vas a atajar”. Entonces, el Loco prefirió dar un paso al costado.

—Entonces, ¿vos pensás que algo así puede haber pasado entre Romero y Sampaoli?

—La conversación no sólo fue de la lesión. Le habrá dicho que no sabía si iba a atajar, que no podía asegurarle titularidad y que en un Mundial hay que estar ciento por ciento. Yo pienso eso a partir de las declaraciones de la mujer, que salió a hacerse la filósofa. ¿Qué sabe la mujer de Romero? Igual que Wanda Nara, la de Icardi y también el padre de Guzmán. Estas cosas quedan adentro de un vestuario y punto, ¿qué tienen que salir a hablar ellos?

—Esto que comentás, ¿es algo que sucede en el fútbol?

—Mas de una vez pasa que venís jugando mal, acusan una lesión y te dan descanso para no decir “lo sacamos”. Pasa por el respeto al profesional, por la trayectoria... No digo que la lesión de Romero no exista. Pero para mí, la mujer de Romero, sin querer, deschavó algo. Si está lesionado no puede jugar, mucho menos un arquero... Mucho menos... Ella dijo que en 14 o 15 días se curaba, ¿qué sabe ella?, ¿por qué dice eso?. Los parientes, el papá, la mamá, la tía, la mujer, la novia, no pueden opinar. Que se queden callados.

—¿Lo de Mercado es distinto?

—Sí, es distinto. Con el jugador de campo hay variantes, con el arquero no... ¿Sabés qué pienso?, ¡que no se lesione Messi, todos los demás son reemplazables! Yo en River, si estaba un 95 por ciento no jugaba... ¡100 por ciento había que estar...!

—¿Y cuándo te pasó lo del hombro en el partido con Francia en el Mundial del 78?

—... Y lo de la muerte de mi hermano, que me enteré al otro día... Lo mío fue una luxación, no había nada comprometido, no se había cortado ningun ligamento. Se me salió el codo de lugar. Cuando le dije que me iba porque tenía que ir a la morgue a reconocer el cuerpo de mi hermano, el Flaco me dijo: “Estamos con usted, hablé con el médico y lo esperamos”. El doctor Oliva, el médico, venía de Italia y tenía algunas técnicas diferentes, había algo que no me dejaba doblar el codo, el único peligro era si me caía. El Flaco me dijo que no iba a jugar con Italia, pero posiblemente con Polonia. A ese partido no llegué, pero los otros tres los jugué sin problema. Me acuerdo que antes de Brasil practicaba con un vendaje, que estaba permitido para jugar en ese momento, y le dijo a Daniel Killer, que en las prácticas me marcaba, que metiera un poquito más. “Perro, dale sin asco”, le decía. Y me la banqué. Pero el Flaco nunca me insinuó que me iba a desafectar.

—¡Y volviste contra Brasil, ni más ni menos!

—Me acuerdo que el Flaco quería que fuese con él a la conferencia de prensa previa al partido y yo no quería. “Leo, usted venga conmigo y yo doy la formación del equipo con usted de titular”, me decía. Pero le dijo que no. Entonces fue Menotti. Me dijo: “A estos muchachitos los vamos a hacer pensar un poco... Déjelo por mi cuenta”. Y jugué. Me acuerdo que cuando estaba bien caliente, fui al choque, me caí y no me pasó nada. No estaba muy fino con la pelota, pero fue ese partido nomás. Contra Perú jugamos un partido bárbaro... Larrosa parecía Johan Cruyff ese día... ¡Lo hizo dudar al Flaco porque la rompió y el titular era Ardiles!

—¿Hay alguno que está de más en la lista?, ¿falta alguno que está afuera?

—A Armani lo metieron de prepo, pero está atajando como un “animal”. Me suena raro que a Ponzio no le dieron la oportunidad. Tiene experiencia, ve bien el partido, hace relevos, se sabe ubicar. Es un Mascherano en su mejor momento, lo sabe todo. Siempre tuve la ilusión mía, estúpida, de jugar con dos 5 como esos y darle libertad al resto. Me gusta Pavón y me hubiese encantado que se pusiera bien Gago porque es exquisito y los hace jugar a todos. Otro que me hubiese gustado que esté, es el Pity Martínez y me parece que Sampaoli no estuvo bien con Enzo Pérez. Hubo jugadores que se quedaron afuera en la última convocatoria que tendrían que haber estado adentro.

—¿Icardi?

—Icardi podría haber estado para un partido medio “chivo”, a sumar gente arriba y meter centros... A mi me gusta Agüero, porque se conecta con el mediocampo y enseguida está en el área. Y en cuanto al Pipita Higuaín hay que hablarlo, darle confianza, no es mal jugador. A Lautaro Martinez lo hubiese llevado para que vea de adentro cómo es la cosa, para empezar a prepararlo.

—¿Se te ocurre algún otro que hubiese faltado?

—Siempre, en todos los equipos, hay un desfachatado... Un desfachatado en el buen sentido de la palabra. Centurión es igual que Houseman, se cree que está en el barrio, no le importa nada. Hubiese sido lindo que esté.

—¿Vas a ir a Rusia?

—Me invitaron, pero no voy a ir porque me cuesta mucho ir solo. Si era con mi mujer, capaz que iba. Invitaron a cinco. Pero la verdad es que prefiero pelear por otras cosas, como por ejemplo la obra social para algunos muchachos que no están bien. Y creo que con Chiqui Tapia, ahora, hay una apertura muy grande y una posibilidad concreta.

—¿Cómo lo ves?

—Hay que armar un grupo fuerte, sólido y ganador. Es fundamental que lleguen bien, en un ciento por ciento. Que se arme bien el grupo humano. Y después, Messi... Quiero que Argentina sea campeón del mundo por Messi... Este chico se lo merece y por “h” o por “b” siempre algo le pasó y se quedó en el camino.