Chile

Tras un nuevo escándalo renunció el obispo encargado de investigar casos de pedofilia

Renunció en Chile el obispo Alejandro Goic, quien estaba a cargo de investigar abusos sexuales por parte de sacerdotes luego de que saliera a la luz un nuevo caso.

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La Conferencia Episcopal chilena le aceptó la renuncia a Mons. Goic.

Foto: Archivo

 

Redacción de El Litoral

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Télam

El obispo chileno Alejandro Goic, presentó su “renuncia indeclinable” al Consejo de Prevención de Abusos a menores, luego de que se conociera que no actuó frente a las denuncias por pedofilia de 14 sacerdotes que estaban a su cargo en la diócesis de Rancagua, según confirmó la Conferencia Episcopal de Chile.

“He presentado mi renuncia indeclinable al Consejo. Necesito concentrar todas mis energías en la diócesis para esclarecer todos estos lamentables hechos, con mis hermanos sacerdotes, apoyando a todas las comunidades, en especial a las que más han sufrido y han quedado sin su párroco”, aseguró Goic en una entrevista con el diario chileno La Tercera.

Horas más tarde, en un documento, la Conferencia Episcopal confirmó su renuncia, la cual fue aceptada.

“Comprendemos que las actuales necesidades y dificultades que han ocurrido en la diócesis que pastorea han hecho necesaria esta determinación”, dice el texto.

De todos modos, la Conferencia Episcopal resaltó “su constante esfuerzo y dedicación a la escucha y acogida de las víctimas de estos delitos y pecados”.

Nueva denuncia

Goic, quien estaba a cargo del Consejo Nacional de Prevención de Abusos Sexuales a Menores de Edad de la Conferencia Episcopal de Chile, renunció como consecuencia de los casos de abusos a menores conocidos el viernes 18 a partir de una investigación del Canal 13.

La denuncia fue difundida el mismo día que los obispos chilenos regresaron de una reunión con el Papa Francisco, en Roma, para tratar, precisamente, una serie de escándalos en la que sacerdotes aparecen acusados de abusos a menores.

La investigación mostró las denuncias de una ex agente de pastoral juvenil quien mantuvo con Goic cuatro encuentros para contarle sobre los abusos que cometían los curas de su diócesis.

La joven aseguró que le entregó al obispo una lista con el nombre de 17 sacerdotes que supuestamente integraban una red, encabezada por alguien que se hacía llamar ‘la Abuela‘. Las víctimas fueron chicos de entre 14 y 17 años.

En el reportaje con La Tercera, Goic, sostuvo que “estas actividades no eran conocidas y yo no fui capaz de darme cuenta, si es que hubo signos visibles. Hoy tengo que reconocer que en eso fui poco cuidadoso. Pero hay que decir con toda claridad: esto ocurre en algunos sacerdotes. Hay una gran mayoría que sigue cumpliendo su ministerio con fidelidad al Señor, con amor a la gente a la que sirven y con dedicación a su misión”.

El obispo precisó que los 14 sacerdotes denunciados fueron suspendido pero que sólo uno, Luis Rubio, párroco de Paredones, fue denunciado en la justicia por abuso de menores.

Según Goic, los otros trece sacerdotes están siendo investigados por uso de dinero parroquial en gastos personales o por conductas impropias.

El escándalo en el obispado de Rancagua, ubicado a 100 kilómetros al sur de Chile, ocurre en medio de una crisis dentro de la Iglesia chilena, disparada por los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.

Por el supuesto encubrimiento, el Papa Francisco citó a todos los obispos chilenos a Roma quienes terminaron poniendo a disposición su renuncia.

Niños se movilizaron contra el abuso sexual infantil

Una manifestación de niños y adolescentes recorrió este sábado las calles de la ciudad paraguaya de Asunción para reclamar a las autoridades medidas activas contra el abuso sexual infantil, con el lema “Mi cuerpo, mi territorio”.

Acompañados por una docena de asociaciones dedicadas a los derechos de la infancia y la adolescencia, los chicos marcharon portando pancartas con consignas como “Niñas, no madres”; “El monstruo puede estar en casa” o “No al abuso y a la explotación infantil”.

Las organizaciones promovieron la iniciativa en procura de que la sociedad paraguaya se involucre en la erradicación de un grave problema que es considerado tabú, y ante el que piden más educación sexual y una actitud abierta al hablar de sexualidad, reportó la agencia EFE.

El reclamo fue parte del contenido del manifiesto leído en el centro de Asunción, en el que los niños y jóvenes pidieron que se “permita hablar de sexualidad con naturalidad y acorde a la edad evolutiva, ya que esta es la base fundamental para la prevención del abuso sexual”.

En el acto, exigieron mayor inversión del Estado para la atención de las víctimas y las prevención de los delitos de abuso sexual, así como “una educación integral de la sexualidad desde un enfoque científico, laico, de derecho y con perspectiva de género”.

El manifiesto reclamó a los paraguayos que no sean “cómplices ni indiferentes” ante los casos de abuso, explotación o embarazos adolescentes.

“Creemos que teniendo una buena educación integral de la sexualidad seremos capaces de reconocer, prevenir y evitar los casos de abuso, ya que solamente conociendo podemos protegernos”, planteó Fidedigna Flecha, una de las jóvenes manifestantes.

Flecha consideró que ese enfoque permitiría a los niños más pequeños entender cuándo están siendo víctimas de un abuso, y cómo alertar a otros adultos.

“Los abusadores primeramente les tratan con cariño, les dicen que está bien, que nadie se enterará... y ellos (los niños) creen que está bien, pero en realidad no”, ejemplificó.

La joven comentó que muchos menores perdieron el miedo a denunciar, pero que la dejadez de las autoridades, la lentitud con la que avanzan los procesos o incluso el cuestionamiento al que se exponen, es causal del retiro de la denuncia.

Las organizaciones convocantes criticaron la falta de claridad de la Fiscalía a la hora de proporcionar los datos relativos abusos de menores, que estiman en más de 2.500 casos denunciados entre enero de 2016 y abril de 2017.