La amenazaba y golpeaba

Condenan a proxeneta que “vivía” de su novia

El Tribunal Oral Federal encontró culpable a Diego De la Mata, a quien impuso 7 años y medio de encierro como sanción. La fiscalía sostuvo que el dinero que la mujer recaudaba, su pareja lo utilizó para “equipar” su casa.

Redacción El Litoral

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El pasado viernes Diego de la Mata (35) fue condenado a 7 años y seis meses de prisión por obligar a su ex pareja a prostituirse en una esquina céntrica de Santa Fe.

En un proceso abreviado que acordaron la fiscal Natalia Palacín y el imputado, los jueces del Tribunal Oral Federal (TOF), José María Escobar Cello, María Ivón Vella y Luciano Lauría, condenaron al hombre por los delitos de “promoción y facilitación de la prostitución y explotación económica del ejercicio de la prostitución, agravados por mediar violencia, amenazas y abuso de la situación de vulnerabilidad de la víctima, en concurso ideal” unificando la sanción con un delito previo que éste había cometido.

La investigación contra el acusado se inició el 19 de mayo de 2016, cuando la víctima juntó valor y radicó la denuncia en el Centro Territorial de Denuncias de la ciudad. Ahora De la Mata deberá cumplir condena en la cárcel de Coronda.

Vivía de ella

Diego de la Mata vivía en un monoblock entre Estanislao Zeballos y Dr. Zavalla, del barrio Don Bosco. Él fue invirtiendo la plata que recaudaba todas las noches en bienes para equipar su casa.

Cuando el 21 de junio de 2016 la policía allanó el domicilio se encontró con varios bienes que fueron comprados con el dinero que SMC hacía por las noches y además tenía un auto Citroën modelo C3. todo fue secuestrado.

Amenazada

El imputado obligó a su ex novia, con quien convivió dos años y medio aproximadamente, a prostituirse en dos períodos: enero-septiembre de 2015 y enero-mayo 2016. Para lograr que ella hiciera la actividad, él la amenazaba, tanto a ella como a su padre y a su hijo.

La “parada” elegida para que se prostituyera fue Mendoza y 4 de Enero, todas las noches era “dejada” en la esquina “entre las 23 y las 3 de la madrugada”. En esas horas hacía entre dos mil y tres mil pesos, y según el relato de la víctima “ese dinero lo tomaba siempre Diego”.

En declaraciones previas, la víctima aseguró a la fiscal que un día le manifestó a De la Mata que “no quería ir más” y le pegó un “puñete” diciéndole que “iba a trabajar cuando él quería, no cuando yo quiera”.

Ampliando su declaratoria y confirmada por testigos de la causa, De la Mata “pactaba el precio que debía cobrar y se quedaba a controlar que no me exceda en el tiempo con los clientes”.