Breves

Cuatro pilares 

El plan económico presentado por el gobierno argentino que consiguió el apoyo del organismo de crédito multilateral está centrado en cuatro pilares: restablecer la confianza del mercado; proteger a los segmentos más vulnerables de la sociedad; afianzar la credibilidad del marco de fijación de metas de inflación del Banco Central y reducir progresivamente las tensiones de la balanza de pagos. El préstamo por U$S 50.000 millones es el mayor del FMI en su historia e incluye una cláusula para monitorear indicadores sociales.

 El ajuste

Traducido en números, los ejes principales del programa plantean la reducción del déficit primario que en 2018 debe cerrar en 2,7% del PBI y 1,3% en 2019; un equilibrio fiscal primario en 2020 y un superávit de 0,5% en 2021. Esto, en el acumulado 2018-2021, significa una reducción del déficit del 3,1% del PBI, un monto total de alrededor de 19.300 millones de dólares. Para reducir la inflación, el programa prevé metas con tipo de cambio flotante y autonomía del Banco Central, con objetivos de inflación de 17% para 2017, 13% para 2020 y 9% para el 2021.

Lo que viene

El primer objetivo es calmar la volatilidad cambiaria con los U$S 7.500 millones que el Tesoro irá volcando al mercado para financiar gasto y poner billetes verdes en el mercado sin emitir pesos (yo no vende el BCRA). Pero después el desafío es la tasa del 47% que el Banco Central puso como referencia a corto plazo y que supone para las Pymes pagar hasta 60% si descuenta cheques para financiarse. Con el dólar alto, a mediano plazo, mejoran las exportaciones del agro y la de economías regionales, pero se resiente el poder de compra de los salarios, con paritarias “acotadas”. El dólar acompañará a la inflación para no volver a retrasarse.