Confusión sobre la medida anunciada el miércoles

Decreto de Trump sobre niños migrantes no despeja la procupación internacional

Las consideran insuficientes ya que los niños seguirán detenidos incluso si no son separados de sus padres.

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La primera dama estadounidense, Melania Trump, tuvo una influencia importantes en la decisión de su marido y presidente de Estados Unidos de dar marcha atrás en la política de separación de familias de migrantes ilegales en la frontera sur del país. Foto: DPA

 

Redacción El Litoral

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Telam

La marcha atrás del presidente estadounidense, Donald Trump, con la separación de familias de migrantes en la frontera con México desató hoy confusión sobre cómo aplicar las nuevas reglas y preocupación sobre si no son insuficientes, ya que los niños seguirán detenidos incluso si permanecen con sus padres.

“Estamos complacidos de que el presidente haya puesto un freno a esta política inhumana y despiadada de separar a los padres de sus chicos”, dijo Peter Schey, el abogado que impulsó una demanda que resultó en un acuerdo clave que tutela el tratamiento de los niños migrantes detenidos, conocido como acuerdo Flores.

Pese al decreto presidencial, Schey dijo que le preocupaba que varios miles de niños ya han sido separados de sus familias “sin que la administración Trump tenga ningún procedimiento en vigencia para reunir a esos chicos con sus padres, muchos de los cuales ya han sido deportados”, informó la cadena CNN.

Trump dijo ayer que no le gustaba ver a niños separados de sus familias y ordenó poner fin a esa práctica, cediendo a un vendaval de críticas internas y externas apenas días después de haber insistido en que no podía solucionar la cuestión por decreto, que fue precisamente lo que hizo, y que debía actuar el Congreso.

Sin embargo, también aclaró que el decreto no ponía fin a su política de “tolerancia cero”, y que los niños serán mantenidos en detención mientras se juzga a sus padres por el delito de ingreso ilegal al país a través de la frontera con México.

No quedó en claro qué pasará con los más de 2.300 niños separados de sus padres desde que se implementó la política de tolerancia cero, a principios de mayo.

Funcionarios dijeron que estaban trabajando para para reunir a las familias tan pronto como sea posible, pero no dieron respuestas claras sobre cómo se logrará esa meta.

“Aún es demasiado pronto y estamos esperando más instrucciones”, dijo un vocero del Departamento de Salud y Servicios Sociales, Brian Marriot.

Un consejero de la Fiscalía General, Gene Hamilton, dijo ayer que el decreto de Trump era una medida “temporal” e insistió en que la única solución definitiva al problema es una ley de inmigración integral, tal como dice el mandatario republicano, que quiere que la norma incluya la construcción de un muro en la frontera con México.

Hamilton aseguró que el decreto de Trump es “perfectamente legal” aunque reconoció que contraviene un acuerdo extrajudicial Flores, al que se comprometió en 1997 el gobierno del entonces presidente Bill Clinton y que impide a las autoridades privar de libertad durante más de 20 días a los menores indocumentados detenidos en la frontera.

Por eso, el Departamento de Justicia planea pedir a una corte federal de California que modifique el acuerdo Flores para que el gobierno de Trump pueda “mantener juntas a las familias durante todo el proceso” judicial relativo a los cargos criminales o el procedimiento de deportación, según el decreto.

La oposición demócrata cree que Trump decidió procesar criminalmente a los inmigrantes y separar a las familias precisamente para forzar al Congreso a ceder en sus prioridades migratorias, además de disuadir a los indocumentados de entrar en Estados Unidos.

El senador demócrata Tom Carper dijo que tenía dudas sobre si los padres podrán encontrar a sus hijos.

“También estoy profundamente preocupado por informes de que la administración, en su apuro por mantener de rehenes a niños inocentes para exigir fondos para el muro fronterizo, no ha planeado ni dispuesto apropiadamente un proceso para reunir a las familias luego de su separación”, agregó Carper, citado por la cadena ABC.

Kay Bellor, vicepresidente de la división programas del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados, una de las organizaciones de reubicación de refugiados más grandes de Estados Unidos, se mostró preocupado en particular por el hecho de que el nuevo decreto establece que los niños sigan detenidos, aun cuando estén con sus padres.

“Aunque los chicos ya no van a ser arrancados de los brazos de sus padres con el único propósito de disuadir la inmigración, irán a prisión con sus padres. La prisión nunca es un lugar apropiado para un niño”, señaló Bellor.

Boicot italiano

El gobierno italiano amenazó hoy con boicotear el encuentro europeo sobre inmigración que se realizará el próximo domingo en Bruselas, si el resto de los países trata de “mandar más inmigrantes” a la península. El Ejecutivo del gobierno de la Liga Norte y el Movimiento Cinco Estrellas confirmó su rechazo a que las barcas de organizaciones no gubernamentales que rescatan migrantes en el Mediterráneo puedan atracar en puertos italianos. “Si vamos a Bruselas para tener el documento ya escrito por Francia y Alemania, si piensan mandarnos más inmigrantes, entonces no vamos”, planteó el ministro del Interior y vice premier italiano, Matteo Salvini. En ese marco, el líder de la derechista Liga Norte agregó que el premier Giuseppe Conte “tiene el mandato de mantener alto el orgullo del pueblo italiano”, según declaró a última hora de ayer al programa Porta a Porta de la RAI. El domingo, el presidente de la comisión europea Jean-Claude Juncker reunirá en un encuentro “informal” en la capital belga a Conte junto con otros líderes del viejo continente como el español Pedro Sánchez, el francés Emmanuel Macron, el austriaco Sebastian Kurz, la alemana Angela Merkel, el griego Alexis Tsipras, el maltés Joseph Muscat y el búlgaro Boyko Borissov.

Al menos 49 niños brasileros están separados de sus padres en campamentos de EEUU

Al menos 49 niños brasileños se encuentran en campamentos y alojamientos sociales de Estados Unidos luego de haber sido separados de sus padres, expulsados, en la zona de la frontera con México, se informó oficialmente ayer.

El cónsul general de Brasil en la ciudad de Houston, Felipe Santarosa, informó anoche sobre esa situación en base a los datos entregados por el gobierno del presidente Donald Trump y su política de tolerancia cero a la inmigración ilegal, que causó conmoción mundial al divulgarse imágenes de niños inmigrantes dentro de jaulas y celdas, llorando y pidiendo por sus padres.

“Es nítido el aumento de estos casos de separación, es preocupante”, dijo el diplomático, quien afirmó que en el gobierno de Barack Obama las familias inmigrantes ilegales detenidas en la frontera no eran separadas.

En un comunicado emitido al calor del escándalo y de la marcha atrás del propio presidente Trump a esta práctica, el gobierno de Michel Temer condenó estas medidas a través de la cancillería, el Palacio de Itamaraty.

“Esto configura una práctica cruel y en claro desafío a instrumentos internacionales de protección de los derechos del niño”, dice el comunicado, que agrega que espera que el decreto de Trump “implique una efectiva revocación de la separación de los menores de sus padres o responsables”.

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Portada de la revista Time. Foto: Twitter