Francisco Maturana en exclusiva con El Litoral en Rusia

“Yo fui a sacar campeón a Colón”

El entrenador colombiano, creador de aquella famosa frase sobre la “falta de sentido de pertenencia”, habló de su paso por Santa Fe y dijo que “Messi es un chico que juega muy bien al fútbol y al que no se lo debe responsabilizar de todo. Eso es muy injusto”.

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El colombiano Maturana con el enviado de El Litoral. “La mejor selección de este Mundial, la que más me gusta cómo juega, es la de España”, dijo.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Rusia)

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Su paso por Santa Fe fue muy breve, apenas seis meses. Venía con el antecedente de haber sido el entrenador de una selección colombiana muy recordada y que provocó un cimbronazo tremendo en el fútbol argentino. El 5 a 0 en cancha de River, en las eliminatorias para Estados Unidos, le abrió de par en par las puertas a la vuelta de Maradona. Ya no fue ni siquiera una posibilidad de “elección” sino una necesidad. Tapa negra en El Gráfico, la recordada pelea de Sanfilippo con Goycochea, el papelón histórico e inolvidable, el apurado retorno de Maradona para ponerse medianamente en condiciones en dos meses para ir a jugar el repechaje con Australia y una clasificación agónica con toda la historia posterior de un Mundial que se frustró a partir del doping de Diego.

Pero volvamos a Francisco Maturana. Siempre es grato encontrarlo en cualquier parte del mundo y disfrutar de sus conceptos claros y de una manera lúdica de ver el fútbol, que lo lleva a sus orígenes, a hablar de la esquina, del potrero, del empedrado y de esas amistades que se forjan a partir de la complicidad para encontrarse y entenderse adentro de una cancha. Parece hasta inocente, para estos tiempos salvajes que se viven, el discurso de Pacho Maturana, ese hombre que infunde respeto, que jamás alzará la voz y que rememora los seis meses que vivió en Santa Fe y que le sirvieron para darse cuenta de muchas cosas. Y decirlas.

—¿Se sigue jugando como se vive en el fútbol?

—En el fondo sí. El fútbol es un micro laboratorio de la vida. Encontrás el generoso, el leal, el egoísta, el confuso, el vivo... Encontrás a todos.

—¿Qué le está pasando a Messi?

—Está sobreexpuesto porque es el mejor jugador de la actualidad y uno de los mejores de la historia. Pero hay una descarga desleal hacia él.

—¿En qué sentido?

—En el sentido de que todos quieren y esperan que todo lo resuelva él y no es así. Messi es un chico que juega a la pelota muy bien y que no debería ser responsable de todo.

—¿Cuál es el principal problema del fútbol de hoy, que tiene al resultado por encima de todo?

—Es un tema muy profundo. Al fútbol no se lo puede desligar de la vida y en América estamos siempre expuestos al vale todo. Y el vivo gana. El corrupto gana. Y esto pasa en el fútbol. Ya nos hemos olvidado del respeto a los mayores, al entrenador, al amigo por el que voy a dejar la vida adentro de la cancha.

—Claro, porque el fútbol en estado natural es eso: la solidaridad, la armonía colectiva, las sociedades para ayudarse...

—En América Latina, siempre fue así, pero desde hace un tiempo que le estamos copiando cosas a los portugueses, a los españoles, y al final nos encontramos con que se habla mucho de periodización, de GPS y de todas esas cosas raras, pero no conocen los principios básicos del juego. Nos creímos que en Europa había cosas mejores y las fuimos a buscar, olvidándonos de que lo mejor lo teníamos en casa.

—¿Le sorprende lo que le está pasando a Argentina?

—A mí, a esta altura ya no me sorprende más nada. Me parece que Argentina tiene al mejor del mundo y muy buenos jugadores. Pero vos sabés cómo juega Alemania, Brasil, Francia y Uruguay. Pero si me preguntás cómo juega Colombia o cómo juega Argentina, no te lo puedo decir. No siempre la primera impresión es la que vale. Hay que esperar, porque el final es el que termina poniendo las cosas en su lugar. De Colombia, sólo te puedo decir que tiene buenos jugadores y un técnico fantástico, pero sólo eso.

—¿Cuál es el mejor equipo?

—España. Ellos han encontrado una manera de hacer las cosas y las hacen bien.

—¿Se acuerda de aquella famosa frase que usted inmortalizó en Santa Fe, sobre la “falta de sentido de pertenencia”?

—Siempre me la recuerdan. Uno tiene que amar lo que hace y un club de fútbol es parte de nuestra familia, y si no querés a tu familia no vas a dar todo por ella. Yo vi eso en Santa Fe. Vi que debían hacerse las cosas con más amor de parte de todos.

—¿Le hubiera gustado quedarse?

—Yo no fui a Santa Fe a estar seis meses. Yo fui a Santa Fe a ser campeón, yo quería ser campeón y no sé si alguien se dio cuenta. Tanto quería ser campeón, que luego me fui a Gimnasia. Y no en vano busqué a esos equipos.

—¿Por qué?

—Pues hombre, porque yo sabía que ninguno de ellos había sido campeón. Colón tenía casi 100 años cuando yo fui, me acuerdo que los cumplía al año siguiente o algo así. Y elegí ese club para meterme en el fútbol argentino.

—¿Le gustaba el equipo?, ¿le pudo imprimir su sello?

—Nosotros hicimos grandes partidos en Santa Fe. El problema nuestro era cuando se ponía en marcha el micro que nos llevaba a jugar de visitante. Ahí empezaban las dudas. Pero en Santa Fe jugábamos muy bien y ganábamos.

—Le repito la pregunta: ¿por qué no se quedó?

—No recuerdo bien la causa, pero fue algo así como que me dijeron que no había presupuesto para refuerzos. Sé que después de mí llegó “el Coco” Basile...

—Exacto. Llegó “el Coco” Basile, había estado Bauza, luego también vinieron Pizzi, Martino... Y todos ellos fueron campeones...

—¿En Colón?

—No. En otros equipos...

—Ah... Yo tenía un buen plantel, había chicos que prometían mucho en ese momento y jugaban lindo. Me hubiese gustado quedarme pero no pudo ser.