Mitigar el impacto ambiental

Las bolsas plásticas tienen los días contados en Sastre

Un proyecto que prohíbe su utilización en todos los comercios de la ciudad del departamento San Martín fue aprobado por el cuerpo legislativo y, en un mes y medio, ir al supermercado será diferente. Sanciones y campañas de difusión, algunas de las iniciativas que establece la ordenanza para amigarse con el medioambiente.

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Cuerpo legislativo completo. De izq. a derecha: Eva Lucero (FPV), Susana Bruno (FPCYS), Celeste Toscano (secretaria del Concejo), Edgardo Figuero (FPCYS), Oscar Cagliero (FPCYS), Ruben Bustamante (Cambiemos), Leandro Baravalle (Cambiemos).

Foto: El Litoral

Rodrigo Pretto

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El Concejo Deliberante de Sastre le dio vía libre a la ordenanza que prohíbe la utilización de bolsas plásticas estilo camiseta en todos los comercios de la ciudad. El cuerpo legislativo aprobó la normativa con el objetivo de comenzar a reducir el impacto ambiental en la cabecera del departamento San Martín. La iniciativa establece algunas excepciones y sanciones de hasta unos 10.000 pesos con clausura de negocios para quienes incumplan la ley. Se estima que dentro de cincuenta días comenzaría a regir.

“La finalidad de este régimen es tomar conciencia de que la basura la producimos entre todos, y el cuidado del medio ambiente es un deber de todos”, sostienen en uno de sus artículos los ediles del Frente Progresista.

Impulsado por la banca del Frente Progresista Cívico y Social, el proyecto no encontró resistencia dentro de la sala “Raúl Cragnolino”. Incluso tampoco a nivel comercial. “En la previa estuvimos recorriendo varios negocios de la ciudad para explicarle a los dueños en lo que estábamos trabajando, y de manera unánime todos se mostraron conformes”, sostuvo Oscar Cagliero, presidente del Concejo e integrante del bloque.

Desde hace tiempo, y durante la campaña electoral de 2015, la totalidad de los candidatos a ocupar un lugar en el Concejo habían establecido como uno de sus puntos fuertes de plataforma un impulso medioambiental para comenzar a frenar la contaminación de la localidad. Y, de cierto modo, el proyecto aprobado llega para cumplir algo de las promesas públicas. Basados en el artículo 41º de la Constitución Nacional, los concejales del Frente Progresista empezaron a darle forma a la idea. “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley. Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales”, detalla el apartado.

De acuerdo reza la flamante ordenanza, se prohíbe la utilización de bolsas tipo camiseta, ya sean de nylon, polietileno, polipropileno y las denominadas oxi-biodegradables para el expendio de mercaderías, materiales y productos por intermedio de supermercados, almacenes, comercios e industrias en general. Sin embargo, toda ley tiene su excepción y dentro de la normativa quedaron excluidas aquellas bolsas destinadas exclusivamente a contener alimentos húmedos o comestibles que no estén previamente envasados, llamadas transparentes de bobina o de arranque.

Dentro de los considerandos en los cuales se basaron los ediles para promover la normativa figura que la sustitución de bolsas de nylon es necesaria para evitar que “una multitud de bolsas plásticas que escapan a su destino final en los vertederos y rellenos sanitarios, sigan volando por los aires una vez desechadas, contribuyendo a ensuciar las calles, los espacios verdes y demás lugares”. Y en esa dirección, Cagliero explicó que “el peso de las bolsas de nylon se viene reduciendo a lo largo de los últimos 20 años. Y esto significa que cuanto más livianas son, más probabilidades tienen de volar con un simple viento. Entonces es normal que nos encontremos con este tipo de productos desparramados por la ciudad o los campos. Por eso comenzar a eliminarlos es una ayuda”. La normativa ya fue girada al Ejecutivo local y entraría en vigencia a los 60 días de su promulgación.

El proyecto establece, además, que el Municipio tenga la potestad de disponer la elaboración de bolsas de otro material o impulsar la producción a través de micro emprendimientos o cooperativas locales de productos que, por sus condiciones y características, sean reutilizables. “Esta medida es algo pequeño que ayuda al medioambiente. Sabemos que no es un gran paso, pero por algún lado debemos empezar a reducir la contaminación del planeta”, destacó el presidente del Concejo.

Asimismo, quienes incumplan la ley tendrán sanciones económicas que comenzarán con un simple apercibimiento y se irá endureciendo a medida que se reincida en la infracción. Las multas económicas comenzarán a la segunda trasgresión y tendrán un valor de 150 Unidades Fijas (UF) cada una equivale al valor de un litro de nafta súper . Si el comerciante vuelve a violar la normativa, el monto se duplicará y pasará a ser de 300 UF. Y de infringir nuevamente la legislación, se procederá a la inhabilitación comercial por el término mínimo de tres días hábiles y una multa de 100 UF.

“Las bolsas que uno suele llevarse de los supermercados tardan entre 150 y 300 años en degradarse, mientras que aquellas confeccionadas con fécula vegetal tienen un período de entre 160 y 180 días. La diferencia es muy grande si consideramos los tiempos y el impacto sobre la tierra. Por eso pensamos en este proyecto”, indicó el concejal del Frente Progresista.

Por otro lado, el artículo 7 de la ordenanza establece que se deberán llevar adelante campañas de difusión para concientizar a la población en los medios de comunicación, instituciones educativas y comercios mediante la colocación de afiches. “Como ciudadanos estamos acostumbrados a usar la bolsa que nos dan en los supermercados. Ahora tendremos que volver a la antigua bolsa de los mandados. Es todo cuestión de costumbre, y esta es la parte más difícil. Una vez que los vecinos tengan esto naturalizado, los recipientes plásticos serán historia”, aseguró Cagliero.

La ordenanza aprobada por unanimidad en el Concejo sastrense se basó en experiencias donde la implementación del reemplazo del uso de bolsas de polietileno por las reutilizables dio sus frutos en localidades como San Jorge, Firmat, Villa de Merlo y El Trébol, entre otras.