Croacia tuvo su noche histórica y de gloria en Moscú...

Una final inesperada entre los verdugos de Argentina

Croacia nos propinó una paliza en la fase de grupos y Francia nos echó de este Mundial plagado de sorpresas. Inglaterra lo ganaba con un gol de tiro libre, pero la reacción de los modric boys fue notable y son los “convidados de piedra” de la final.

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El desbordado festejo. Mandzukic anotó el gol del triunfo en tiempo suplementario y fue a festejar donde estaba un nutrido grupo de hinchas croatas. Llegaron sus compañeros y se desplomaron sobre él, aplastando al fotógrafo Yuri Cortez, que logró una secuencia de imágenes para la historia. Luego, le pidieron disculpas y hasta lo abrazaron y besaron, prolongando su alegría.

Foto: Gentileza Yuri Cortez

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Moscú, Rusia)

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No podía ser de otra manera. El Mundial de las sorpresas tenía otro capítulo más, el de Croacia finalista. ¿Batacazo?, no tanto. Es una sorpresa porque nadie tenía a Croacia como favorito, pero sí a Francia. E Inglaterra siempre es Inglaterra, por más que hace mucho tiempo que no aparecía en una instancia como ésta. Pero ahí están los croatas, que empezaron a agrandarse y a creer en ellos cuando nos propinaron una paliza en Nizhny. Y crecieron al amparo de un esquema que tiene en Rakitic, Modric y Rebic, en la mitad de la cancha, esas individualidades —sobre todo Modric— de las que más se puede esperar.

Se le había complicado desde el arranque el partido. El tiro libre de Trippier, apenas comenzado, lo obligó a redoblar esfuerzos. Inglaterra tiene un estilo de juego que complica al rival cuando va ganando. No saben definir los partidos, es cierto. Tampoco tienen muchos fundamentos de juego en el medio, porque prácticamente la mitad de la cancha es una zona de paso, no se estacionan a tocar la pelota por allí. Le tiran pelotazos largos a Sterling o a Kane, para que se las baje a Sterling. Conclusión: a Sterling lo “matan”, lo dejan de cama y obligan a su reemplazo. No puede aguantar los 90 minutos del partido. Y casi siempre termina siendo el primer recambio.

Croacia, que debió jugar alargues en esta instancia de definiciones y que llega dando ventajas a la final del domingo, empezó a empujar pero se le complicaba. La claridad pasaba por los pies de un Modric activo, inteligente en la búsqueda de los espacios vacíos. Juega casi siempre por el medio y adelantado. Pide la pelota, toca y no se queda quieto, enseguida busca el espacio vacío y aparece por sorpresa.

La pelota tenía dueño y era Croacia, pero le costaba llegar. Los cinco defensores de Inglaterra tapaban todos los espacios. Y los croatas cometían algunos errores inadmisibles, como por ejemplo marcar en zona en las pelotas quietas, un verdadero suicidio frente a un equipo que tiene un buen juego aéreo. Cada centro que caía sobre el área de Subasic era un peligro latente. Pero el 0-1 no se modificaba.

La justicia llegó con el gol de Perisic. El centro de Vrsaljko desde la derecha encontró la capacidad resolutiva del delantero, que picó aprovechando la desconcentración de Trippier —su marcador— y se anticipó en una jugada hasta dudosa a Walker, uno de los mejores jugadores de Inglaterra, que hasta ese momento estaba haciendo un partido sensacional. ¿Por qué dudosa la jugada?, porque fue casi una “plancha” de Perisic sobre la misma cabeza de Walker. Pero fue 1-1 y ahí nació otro partido.

¿Por qué?, porque no hay dudas de que buscar el partido es lo que menos sabe y quiere hacer Inglaterra. Y lo intentó, pero se desnudó atrás. En realidad, le pasó lo de Colombia: el gol del empate lo desestabilizó. Y ahí Croacia dio claras muestras de tener más. Primero fue el palo izquierdo que salvó a Pickford y luego llegó, ya en el segundo tiempo suplementario, el gol que le dio a los croatas una victoria histórica.

Croacia se mete en la final de la copa del mundo. ¿Convidado de piedra?, puede ser. No tiene jugadores jugando en su propia liga, todos están distribuidos por países europeos con mayor historia y predicamento, pero llegaron a un lugar impensado para muchos y muy festejado por ellos. Afrontarán la final sabiendo que es un regalo del cielo, que las presiones no son propias sino ajenas; tuvo que definir siempre con alargues y eso afectará lo físico, pero llegan agrandados y sin una mochila que les pese. Están “hechos”. Y van por la hazaña.

Alegría total

Miles de personas explotaron de alegría en Zagreb y las distintas ciudades de Croacia tras la clasificación del seleccionado de fútbol a la final del Mundial de Rusia. Según informaron medios locales, más de 50.000 personas salieron a las calles de la capital croata y decenas de miles lo hicieron en el resto de las ciudades del país apenas se consumó el triunfo por 2-1 sobre Inglaterra en Moscú.

Los portales de todos los medios del país destacaron con enormes titulares el partido ganado por los croatas, que les permitirá luchar el domingo por el título mundial ante Francia. “¿Es esto realidad? Croacia 2, Inglaterra 1. Llanto, abrazos, celebraciones. Los ingleses se van a casa”, indicó el portal 24Sata. “Hemos derribado a los ingleses, Croacia está en la final del Mundial”, señaló por su lado el Vecernji List. El portal Jutarnji List apuntó que el triunfo significa el máximo logro futbolístico en los 27 años de historia del país, superando ya el tercer puesto logrado en Francia 1998.