En los campos cercanos a Colonia Durán

Un ratón voraz, el principal sospechoso de las vacas mutiladas

Se llama hocicudo rojizo y es parte de la fauna —junto a los zorros y aves carroñeras— que se alimenta de animales que muertos. Desde el Senasa, aclararon que lo más probable es que las vacas y novillos hayan fallecido por alguna enfermedad.

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Las vacas están “mutiladas” en las partes blandas, como la zona genital, el ano y la boca.

Foto: Gentileza Reconquista

 

Gastón Neffen

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Es uno de esos relatos rurales que cruza la frontera del realismo mágico directo hacia el universo paranormal de “Stranger Things”. Un productor de Colonia Durán, en el noreste santafesino, asegura que vio luces extrañas en el cielo —como platos voladores— y sospecha que una entidad extraterrestre mata y mutila sus vacas, en cuyas heridas no se ve sangre y aparecen cauterizaciones que parecen hechas por láser.

No es la primera vez que pasa. Desde hace décadas, hay productores que se sorprenden por las mutilaciones que sufren las vacas, novillos y terneros muertos. Al momento de buscar una explicación, la fantasía se desborda y aparecen extraterrestres y la leyenda del “chupacabras”.

Desde el área de Sanidad Animal del Senasa, le explicaron a El Litoral que lo más probable, en cambio, es que las vacas hayan muerto por el frío, por la falta de pasto —típica del invierno— o por las enfermedades que afectan al ganado (neumonía y carbunclo, entre otras); y que los restos podrían haber sido “carancheados” por la fauna que se alimenta de animales muertos, como el ratón hocicudo rojizo, los zorros y algunas aves carroñeras.

Hace unos años, la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNL hizo un estudio que confirmaba que el hocicudo rojizo era el responsable de lo que se definían como extrañas mutilaciones en animales muertos. La explicación es sencilla, el ratón y otros animales que comen carroña, suelen empezar por las partes blandas de los restos, como la boca, la zona genital, las ubres y el ano.

Ayer a la tarde, en un viaje por el norte de Santa Fe, el veterinario Pablo Siroski (doctor en Ciencias Veterinarias e integrante del Proyecto Yacaré) grabó un video que muestra cómo un grupo de perros se alimenta de un animal muerto y comienza —justamente— por las partes blandas.

En el invierno de 2002, cuando los casos de “mutilaciones” en vacas muertas se acumulaban en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, un estudio conjunto de investigadores del Senasa, el Inta y la Universidad Nacional del Centro (de Tandil) concluyó que el ratón hocicudo rojizo, en conjunto con zorros y aves, era el que se había comido las partes blandas de los restos.

La prueba que encontraron, después de estudiar 30 casos, fue la materia fecal del ratón y los zorros junto a los cadáveres de las vacas muertas (también coincidió el tipo de mordida en las heridas). Los investigadores también mostraron la voracidad de este ratón, que en menos de tres minutos se puede comer un trozo considerable de lengua de vaca.

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En un estudio que realizó en 2002 el Senasa, el Inta y la Universidad del Centro (de Tandil), se demostró que el ratón hocicudo podía comer en solo tres minutos un trozo de lengua de vaca.

Foto: Archivo El Litoral

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Ayer a la tarde, un veterinario santafesino grabó un video para mostrar cómo un grupo de perros “carancheaba” un animal muerto.

Foto: Gentileza Pablo Siroski