Fue hace siete décadas, en Londres...

El día que Delfo Cabrera se convirtió en inmortal

Hace poco más de 70 años, el 7 de agosto de 1948, el argentino Delfo Cabrera ganó en forma brillante el maratón de los Juegos Olímpicos de Londres. Fue el segundo atleta de nuestro país en lograrla, luego del rosarino Juan Carlos Zabala en Los Angeles 1932.

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Delfo Cabrera, la tapa de la revista El Gráfico y Wembley. Una verdadera postal del deporte argentino. Se cumplieron 70 años de su epopeya.

Foto: Archivo El Litoral

 

Tomás Rodríguez

La película de esta llegada, que aún sigue emocionando a los compatriotas cuando repiten por algún canal televisivo, era relatada en ese momento por el periodista Washington Rivera para la Cabalgata Deportiva Gillete por LS 5 Radio Rivadavia de Buenos Aires.

Cabrera había llegado a la meta del histórico estadio de Wembley y también a su consagración tras una vida de esfuerzo. Se trataba de la historia de un hombre de origen humilde que supo encontrar en el deporte el camino a la grandeza, dignificando a su vez la actividad.

Un 2 de abril de 1919. nació un chiquilín en el pueblo de Armstrong, en el sur de la provincia de Santa Fe, siendo el cuarto hijo del matrimonio conformado por Claro Cabrera y Juana Gómez. El lugar donde vivió en esa localidad era llamado “La Casa de los Naranjos”, porque cada vez que nacía un hijo, don Claro, en agradecimiento a Dios, pintaba un árbol.

Delfo se inició en el trabajo a muy corta edad, recogiendo el maíz a mano en una tarea agotadora que no le impidió, ni ir a la escuela, ni divertirse jugando al fútbol en el Club de Gimnasia y Esgrima de Armstrong o corriendo carreras con sus amigos por las calles de tierra de su pueblo natal.

En 1932 Juan Carlos Zabala ganaba el maratón olímpico de Los Angeles, episodio que marcará a Cabrera, y poco tiempo después fallecía su padre. El hecho lo impresionó y motivó definitivamente para dedicarse al atletismo. “Escuche vieja, se lo digo hoy que su hijo se sacrificará y luchará para poder imitar a Zabalita y poder obtener una medalla olímpica en los Juegos Olímpicos”, le había confesado Delfo cuando era niño a su madre.

Trayectoria

Tiempo después, Cabrera apareció en el atletismo nacional. El 23 de enero de 1933 llegó segundo en su primera corrida en la “Vuelta de Armstrong” para alegría y sorpresa de sus vecinos. Se entuisiasmó tanto con este resultado que salía a correr solo, detrás de los sulkys, por los caminos naturales del campo, mientras que su vecina, doña Isordi, le tomaba los tiempos y los registraba; Delfo también empezaba a entrenarse regularmente, a pesar de desarrollar agotadoras jornadas laborales.

Se trasladó a Buenos Aires reclutado por el famoso entrenador Francisco “Pancho” Mura y comenzó a trabajar como obrero textil para luego ingresar al Cuerpo de Bomberos, siendo uno de los mejores fondistas del país, se casó con Rosa Lento, el 23 de agosto de 1945, naciendo del matrimonio tres hijos: un varón (Delfo) y dos mujeres (María Eva e Hilda Noemí).

El gran día

En el maratón de los Juegos Olímpicos de Londres triunfa con una espectacular llegada al estadio de Wembley con un registro de 2 horas 34’ 51”, siendo su máxima victoria y la medalla de oro para la Argentina. En esta misma carrera, el mendocino (Rivadavia) Eusebio Guiñez, con 42 años, consiguió el quinto lugar con un tiempo de 2 horas 36’ 06” y Armando Sensini noveno con 2 horas 39’ 30”

Ningún otro país logró clasificar tres corredores entre los 10 primeros puestos en una carrera de 42,175 mts. hasta los Juegos de Pekín 2008, donde Etiopía consiguió colocar sus tres atletas entre los siete primeros.

Pascualito e Iglesias

El natural de Armstrong (federado por San Lorenzo de Almagro) consiguió una de las tres medallas de oro de los Juegos Olímpicos de Londres, junto a los boxeadores Pascual Pérez (mosca) y Rafael Iglesias (pesado), quienes fueron recibidos en Buenos Aires con todos los honores.

Otra atleta, Noemí Simonetto conquistó la presea plateada en salto en largo; la misma distinción alcanzaron Enrique Díaz Sáenz Valiente en tiro (pistola tiro rápido) y el Yachting (clase seis metros) y una de bronce lograda por el pugilista Mauro Cía (medio pesado), redondeando la mejor actuación argentina de su historia.

Exitos

El oro olímpico fue la cúspide de la trayectoria de Delfo, los años posteriores fueron excelentes teniendo en cuenta los resultados. En 1949 ganó el sudamericano de ruta sobre 20 kilómetros, dejando atrás al cuyano Eusebio Guiñez.

Dos años después fue elegido el abanderado del equipo argentino en los Primeros Juegos Panamericanos celebrados en Buenos Aires.

La prueba de maratón fue un espectáculo singular, con largada y llegada en el estadio de River Plate, se estima que un millón de personas se apostó a la vera de la Avda. Gral. Paz para observar en acción a los competidores.

El argentino Cabrera era la gran atracción, sobre todo porque quería superar la plusmarca mundial; pasó los 20 kms en 1 hora 08’ 46” y los 30 km en 1 hora 48’ 02”, En el km. 37 comió unas uvas que le cayeron mal en el estomágo y debió bajar el ritmo, sin que esto impidiera que ganara el maratón, dejando segundo al correntino, otro de sus grandes oponentes en aquella inolvidable época.

Posteriormente Cabrera siguió compitiendo en el orden nacional e internacional acumulando en su carrera deportiva 210 carreras oficiales, 106 primeros puestos, 63 segundos y 22 terceros lugares.

Despido y muerte

En 1955 la “Revolución Libertadora” con su ánimo revanchista se tomó el “desquite” con Cabrera que había sido un prototipo del peronismo, lo echó del Cuerpo de Bomberos donde trabajaba por el delito de haber adherido al “régimen depuesto”.

Cabrera falleció trágicamente el 2 de agosto de 1981, en un accidente automovilístico ocurrido en el kilómetro 187 de la ruta 5 en la localidad de Alberti cuando regresaba a su hogar luego de un homenaje que le habían tributado en su homenaje y fue embestido por un auto guiado por un militar.

El 8 de diciembre de 1992, en un justo homenaje se le puso su nombre a la principal pista del país, en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) de la ciudad de Buenos Aires. A su vez, el Senado Nacional entrega galardones con su nombre a destacados deportistas.

En 1998, a 50 años de su hazaña erigieron un monumento en la entrada de su pueblo, Armstrong. Ahora, además el bulevar donde está la “Casa de los Naranjos” también se llama Delfo Cabrera.