Una Concurrencia que existe hace más de dos décadas en la ciudad

Hospital Iturraspe: 22 años formando médicos oncólogos

La 10 mil consultas anuales que recibe el Servicio de Oncología del Iturraspe explican por qué el ámbito público es un excelente lugar de formación. En noviembre, la Concurrencia en Oncología de este hospital cumplirá más de dos décadas formando a médicos en esta especialidad.

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Hay equipo. Rosana Viroglio, Hernán Barrionuevo, Jorge Venanzi, David Yossen, Selva Caffaratti, Guillermina Ringa y Blas Ceballos son parte del equipo profesional del Servicio de Oncología del Hospital Iturraspe.

Foto: Guillermo Di Salvatore.

 

Redacción El Litoral

En noviembre, la Concurrencia en Oncología del Hospital Iturraspe cumplirá 22 años. Allí, se forman los médicos oncólogos y todos los que trabajan en el Servicio de Oncología del Hospital Iturraspe, el único efector público desde Barrancas hasta el norte provincial.

“La mayoría de los oncólogos clínicos de Santa Fe se formó en este servicio, que estuvo a cargo del Dr. Blajman, jefe de servicio por muchos años”, afirma la doctora Rosana Viroglio, actual jefa a cargo del servicio. Y agrega: “El hospital, como lugar de formación, es algo único. Por empezar, hay 10 mil consultas anuales y se hacen todos los tratamientos”.

En equipo

El trabajo de los médicos oncólogos no es solitario. En este servicio se trabaja en equipo. Entre otros profesionales, hay un radioterapeuta, una psicóloga, un especialista en cuidados paliativos, dos concurrentes, enfermeros y asistentes sociales.

“Nosotros trabajamos en una especialidad que requiere actualización permanentemente. El cáncer es un tema de la medicina que va demasiado rápido, y por eso estamos en permanente formación. Lo bueno es que como equipo compartimos todo. Si alguien hace un curso, luego lo baja al resto; y así”, cuenta el radioterapeuta Dr. Jorge Venanzi. Y agrega: “Por ejemplo, en estos momentos una de las concurrentes está en el Hospital Roffo, que pertenece a la UBA, formándose. Cuando regrese nos contará la experiencia y todo lo que aprendió”.

Además, frecuentemente el equipo tiene reuniones de formación, de comité de tumores, etcétera. “Todos los días, se evalúan los pacientes internados en la sala”, remarca el Dr. Hernán Barrionuevo.

Consultados sobre qué se necesita para ser un buen oncólogo, los especialistas remarcaron “una buena formación y calidez humana”.

Sobre los tipos de cáncer más frecuentes, los oncólogos señalaron al de mama y de cuello de útero en mujeres y el de próstata en los hombres. En ambos, los tumores digestivos, como cáncer de colon, y también el de pulmón.

Ser concurrente

Pero antes de ejercer como médico oncólogo, hay que formarse. Y en Santa Fe, en el ámbito público está la concurrencia del Hospital Iturraspe.

“La concurrencia es de dos años, luego de realizar la especialidad en Clínica Médica. Actualmente, hay dos concurrentes formándose. La diferencia entre un concurrente y un residente es que los dos hacen el mismo trabajo, pero el concurrente no está rentado. El hospital, en este sentido, es el ámbito inmejorable para la formación, por la cantidad de pacientes, el trabajo interdisciplinario y por la variedad de patologías que atendemos”, refiere la Dra. Rosana Viroglio, quien, además, fue la segunda médica concurrente del Iturraspe en recibirse. “Hace 22 años que se forman especialistas acá. La mayoría de los oncólogos clínicos de Santa Fe pasó por nuestro servicio”, agregó.

La doctora Elena Lichtsztejn, integrante del equipo de Oncología del Iturraspe, fue la primera concurrente del hospital. Se graduó de oncóloga hace 22 años. “Yo no tengo dudas de que la experiencia hospitalaria es única. El grupo de trabajo, además, lo facilita. La mayoría de los concurrentes o se queda o, en algún momento, vuelve. Es cierto que no hay cargos para todos, y entonces se van a lo privado. Pero el hospital es el hospital. Ser la primera médica concurrente que tuvo este servicio, es un orgullo para mí”, contó. Consultada sobre por qué eligió la especialidad agregó: “A mí siempre me gustó clínica médica. Es la especialidad que ve al paciente como un todo. Estando en la concurrencia de Clínica Médica me empezaron a tocar casos oncológicos y la verdad es que me enamoré de la especialidad. Es apasionante y se renueva permanentemente. Todos los que analizan por qué los oncólogos decidimos hacer esta especialidad dicen que es porque en el fondo tenemos alguna historia previa, y yo creo que es así. Mi tía tuvo cáncer de mama, en tiempos donde no existían los tratamientos de hoy, y eso me marcó. Oncología es una especialidad dura pero que yo volvería a elegir.

El doctor David Yossen también cree en que no es oncólogo por casualidad sino por causalidad. “Yo tuve un familiar con cáncer. Me quedó grabado que él decía que cuando lo veía el oncólogo con cara de contento, ese día era el mejor día y le transmitía felicidad. Cuando me recibí de médico supe que iba a ser oncólogo, pero de esos oncólogos que no se muestran serios delante de sus pacientes sino con una sonrisa”.

¿Decir la verdad o no? Sobre esto, los médicos refirieron que “se dice siempre la verdad hasta donde pregunta el paciente”. De todas maneras, remarcaron como mensaje final que “el cáncer detectado a tiempo se cura. Para eso, es fundamental realizar los controles correspondientes”.

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Las primeras concurrentes. Las doctoras Elena Lichtsztejn y Rosana Viroglio fueron las primeras médicas concurrentes de Oncología de Santa Fe. Obtuvieron la especialidad hace 20 y 19 años respectivamente.

Foto: Guillermo Di Salvatore

Otras voces del equipo

Lic. Selva Caffaratti. “Yo soy psicóloga. Y quiero hablar de ellos, de los médicos oncólogos. En medicina, los doctores están acostumbrados a vivir con el sufrimiento del otro, los límites del cuerpo.... Pero la oncología debe ser la especialidad que más marcas deja en el cuerpo, en el estado anímico, en la propia vida. Los enfrenta a la vida más que cualquier otra especialidad y espacio de formación. La combinación de pobreza, entre otras vulnerabilidades, y enfermedad no puede no dejar marcas en el profesional que trabaja de esto. Ni hablar de los enfermeros”.

Dr. Blas Ceballos. “Dentro del equipo hago cuidados paliativos. Trabajo con pacientes que tienen enfermedades incurables. Ojo: no terminales. El dolor es el síntoma más frecuente de estos pacientes, pero no el único. Puede tener depresión, pérdida de peso, diabetes, hipertensión... Mi trabajo es poner foco en todos esos síntomas, para lo que a veces se requieren fármacos o simplemente una charla o un reemplazo de leche...”.