Por su labor educativa
La Alianza Francesa premiada con las Palmas Académicas
Su directora, Silvia Zenarruza de Clément, fue condecorada con la segunda mayor distinción de Francia, instituida por Napoleón I. Un nuevo aporte a la memoria cultural del país europeo en tierras santafesinas.
Honrada. “He recibido mucho por parte del estudio de su cultura, arte e historia. Es un enriquecimiento que no tiene precio”, expresó Clément.
Foto: Pablo Aguirre
Redacción El Litoral
El gobierno de Francia otorgó la distinción de Palmas Académicas a la directora de la Alianza Francesa de Santa Fe, Silvia Zenarruza de Clément, por sus méritos en la divulgación de la cultura y educación. Con la categoría de Chevalier, el reconocimiento ha colmado de “honra y un gran placer” a la profesora que en marzo cumplirá veinte años desempeñándose en el cargo.
Sobre el trabajo que lleva adelante, expresó que se realiza ad honorem y conforma una tarea que “implica mucho esfuerzo, donde siempre queda mucho por hacer”.
En diálogo con El Litoral, Clément insistió en su gratitud a la Alianza y la UNL. “Ambas son merecedoras de esta distinción por toda la tarea que realizan, transmitiendo el aporte de la colectividad al patrimonio local”, manifestó.
A su vez, agregó que la gestión es compartida con su presidente, profesora Lucrecia Garay, “quien ha trabajado denodadamente y en forma benévola para la institución”.
Condecoración
Las Palmes Academiques son una institución nacida de la mano del emperador Napoleón I. Desde su origen, se establecieron bajo el propósito de otorgar notoriedad a miembros de la Universidad de París. En 1886, se amplió el alcance para incluir a cualquier personalidad que contribuya a “la educación nacional y la cultura francesa”. La forma actual data de 1955, bajo la presidencia de René Coty, quien estableció tres grados de la concesión: Commandeur, Officier y Chevalier.
El 6 de septiembre pasado, el embajador de Francia en Argentina Pierre-Henri Gignard hizo entrega de la orden Chevalier a la directora de la Alianza Francesa de Santa Fe.
Zenarruza de Clément está ligada a la Institución santafesina desde los trece años, donde comenzó sus estudios en la lengua extranjera. En cuanto a su aporte, se definió como “una simple cultora de las letras en Francés”.
Aunque es nacida en Córdoba, se trasladó a Santa Fe a temprana edad. Ya instalada en la ciudad capital, realizó sus estudios superiores en la Universidad Nacional del Litoral, donde se graduó en Lenguas Modernas y Literatura.
Como profesora de Francés ejerce en la Facultad de Ingeniería Química, la Facultad de Humanidades y Ciencias y en el Instituto Superior de Profesorado Brown. “Es una honra a nivel personal. He recibido mucho por parte del estudio de su cultura, arte e historia. Es un enriquecimiento que no tiene precio”, comentó entusiasmada.
Huella francesa
La memoria cultural santafesina se encuentra ligada a Francia desde el siglo XIX, momento de la historia en que se produjo la instalación de la Compañía Francesa de Ferrocarriles, en el año 1882. Luego, se produjo la construcción del Ferrocarril a las Colonias, que fue privatizado en manos de la Empresa Fives Lille, en 1888.
El transporte fue transferido a la Compagnie Française de Chemins de Fer Argentine. Al año siguiente, en 1890, se construyó la casa del director del ferrocarril francés, actual sede de la Alianza Francesa.
“En barrio Candioti, se fue sucediendo toda una comunidad francesa con ingenieros, obreros y la escuela -Ecole Française de Santa Fe- de la que heredamos la biblioteca más completa de toda la región”, rememoró Clément.
En la actualidad, la propuesta se centraliza en la enseñanza del idioma en las generaciones más jóvenes. Por medio del Jardín de Infantes y el Jardín Materno, además de talleres y cursos para niños, se enseñan las nociones básicas de la lengua gala.
“Gracias a sus padres, los chicos tendrán un porvenir con más puertas abiertas por incorporar más conocimientos. La adquisición de un idioma extranjero es una herramienta de apertura de oportunidades. Ya no se acota solamente al turismo o conocer sobre la cultura. Sino que posibilita futuros trabajos y capacitación”, consideró la directora de la institución.
Preocupación
En los años ‘70 la Alianza Francesa llegó a contabilizar 500 alumnos. “Hoy en día, ese caudal no se repite por varios motivos”, expresó Clément.
“Las personas se acercaban a la cultura francesa por el placer de estudiar una cultura que es señera en la historia universal. Después, poco a poco, fue perdiendo su influencia a causa del avasallamiento del inglés y debido a los problemas internos de Francia, que resintieron el funcionamiento de las delegaciones regionales”, agregó.
A nivel local, Clément comentó que sobre la importancia de la red de alianzas francesas en América del Sur, aunque lamentó que “en nuestro país ha ido mermando el interés en el francés, como era entendido en épocas anteriores”.
Para revertirlo, la profesional enfatizó sobre la apuesta en el sistema de intercambios “de gran utilidad para alumnos” que hay con distintas entidades europeas. Para realizar una estadía de estudios en Francia, los alumnos deben tener sus estudios sobre la lengua certificados, razón que valoriza aún más la sede local.
Certificaciones
Hoy en día, una de las políticas principales apunta a las certificación internacional. “En el caso de nuestra Alianza Francesa, es uno de los pocos lugares donde los estudiantes pueden certificar sus estudios”.
En nuestra ciudad, se puede acceder al estudio de este idioma en distintas locaciones: Alianza Francesa, Centro de Idiomas de UNL, en Almirante Brown, en Liceo Municipal.
Clément considera que esta diversificación es “muy buena para mantener la cultura”. Incluso, comentó que el 12, 13 y 14 de junio de 2019 se realizará por primera vez el Congreso Nacional de Profesores de francés.
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