Un clásico en INTA Manfredi

Agrotecnologías: más precisas e inteligentes

En la 17º edición del Curso Internacional de Agricultura y Ganadería de Precisión se presentaron diversos bloques dedicados a las novedades sobre la tecnificación y digitalización del agro en Latinoamérica, el automatismo de la maquinaria agrícola y la ganadería de precisión.

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Blockchain. Es una base de datos distribuida que registra bloques de información y los entrelaza para facilitar su recuperación. Foto: Archivo

 

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Como todos los años, el INTA Manfredi en Córdoba fue sede del Curso Internacional de Agricultura y Ganadería de Precisión y Expo de máquinas precisas. En su 17º edición se presentaron diversos bloques dedicados a las novedades sobre la tecnificación y digitalización del agro en Latinoamérica, el automatismo de la maquinaria agrícola y la ganadería de precisión.

Por su parte, la AgTech (tecnología agropecuaria) tuvo su protagonismo con ponencias sobre la transformación digital de la agricultura, ganadería y alimentación, las plataformas como soluciones tecnológicas basadas en grandes datos y el ecosistema AgTech.

En el marco del evento, se firmó un convenio de vinculación tecnológica entre el INTA, la Universidad de Illinois y la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Córdoba para llevar adelante un programa de ensayos sobre fertilización nitrogenada de maíz con un innovador sistema de diseño y análisis de ensayos sitio específico.

Además, se realizó la reunión de la Mesa de Agricultura de Precisión, encabezada por Luis Urriza, subsecretario de Agricultura de la Nación.

A su vez, el Curso fue sede del lanzamiento del 2º Congreso Latinoamericano de Agricultura de Precisión (CLAP2020) que se llevará a cabo en Córdoba en 2020, organizado por INTA y las universidades nacionales de Córdoba y Río Cuarto.

Selectividad y ahorro

Actualmente, las tecnologías de pulverización selectiva son innovaciones adoptadas en el campo argentino con buenos resultados en su desempeño pero todavía con mucho por aprender en cuanto al desarrollo de estrategias que permitan su adopción en todas las regiones y el aprovechamiento de su máximo potencial.

Diego Ustarroz, Juan Pablo Vélez y Diego Villarroel del INTA Manfredi llevaron a cabo un ensayo que integra el cultivo de cobertura y tecnologías de vanguardia de sensoramiento para la aplicación selectiva de malezas, en este caso con un equipo WeedIt.

Vélez explicó que diagramaron “un ensayo de tres repeticiones con dos escenarios, uno sobre rastrojo de soja y otro con triticale desecado empleado como cultivo de cobertura”. Y agregó: “En ambos casos la principal maleza era yuyo colorado de diferentes niveles de desarrollo, sobre el cual se realizó la aplicación selectiva con una previa tarea de individualización de los ejemplares mediante marcas que posibilitaron el seguimiento y posterior determinación del nivel de control”.

Ustarroz -experto en malezas- contó que los dos escenarios planteados “fueron separados en parcelas trabajadas con diferentes tratamientos para comparar y evaluar la efectividad del control planteado”.

De esta manera quedaron cuatro sitios cada uno con una estrategia de manejo específica: en una se realizó control selectivo de malezas sobre el rastrojo de soja, en otra se hizo aplicación selectiva sobre cultivo de cobertura, en una tercera parcela con triticale -empleado como cultivo de cobertura- no se realizó ninguna aplicación y, por último, se dejó un lote testigo de barbecho sin ningún tipo de tratamiento como el peor de los escenarios.

Respecto a los resultados obtenidos, Vélez manifestó: “en la aplicación selectiva realizada sobre la parcela de triticale como cultivo de cobertura se obtuvo un ahorro de herbicida del 60% y un control efectivo de maleza -en este caso yuyo colorado- que alcanzó el 80%”. “Este ahorro es aún mayor si se considera que con el cultivo de cobertura nos ahorramos hasta dos aplicaciones durante su ciclo”, valoró el especialista.

Del trabajo, se desprendió que el cultivo de cobertura fue un aliado de la agricultura de precisión. De acuerdo con Ustarroz, la estrategia empleada en este ensayo con una correcta rotación que incluyó el triticale como cultivo de servicio “resulta interesante porque permitiría ahorrar hasta dos aplicaciones de herbicidas y además deja el lote en condiciones óptimas -con baja infestación de malezas-, para que esta tecnología de aplicación selectiva manifieste su máximo potencial medido con el control efectivo y el ahorro de insumos”.

Estas ventajas se suman a los beneficios que aporta el cultivo de triticale al suelo, a la eficiencia de uso del agua y lo netamente productivo, esto último en el caso de que no sea necesario cortar con ciclo para la siembra del cultivo siguiente.

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En la cabina. Los sistemas de corte automático en sembradoras y en pulverizadoras se encuentran entre las herramientas que mayor crecimiento experimentaron recientemente.

Foto: Archivo

Datos que agregan valor

Por otra parte Vélez -especialista en herramientas de agricultura de precisión- señaló: “el registro de datos y la certificación de la producción se ha convertido en el nuevo foco de la innovación” y agregó que “valorizar la producción mediante las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) es una gran oportunidad”.

De acuerdo con el investigador, las BPA como el cuidado del agua y del suelo, la rotación de cultivos, la responsabilidad con los trabajadores y la reducción en el uso de fitosanitarios son activos por los cuales el consumidor está dispuesto a pagar un precio diferencial. “Hay un consumidor responsable que demanda información y exige que los alimentos se produzcan con la mayor inocuidad posible”, señaló.

La Argentina es un país de casi 3 millones de kilómetros cuadrados de superficie donde se cosechan millones de toneladas de granos y carnes al año. Procesar la información que se genera parece una meta difícil, pero no inalcanzable.

Para resolverlo, resultan clave algunos conceptos que hacen referencia al procesamiento de grandes cantidades de números y cifras como la Internet de las cosas o IoT la conexión avanzada de dispositivos, sistemas y servicios y blockchain una base de datos distribuida que registra bloques de información y los entrelaza para facilitar su recuperación.

A su vez, se suman la Big Data o inteligencia de datos junto con la minería de datos, la inteligencia artificial y Machine Learning técnicas que permitan a las computadoras aprender.

“Sólo mediante estas tecnologías disruptivas será posible cuantificar, registrar y almacenar cada variable de nuestra labor como productores y podremos ser capaces de trazar el proceso a fin de mostrarle al consumidor toda la información que demanda”, aseguró el técnico de Manfredi.

Procesar información marca tendencia

El 66 % de los usuarios de agricultura de precisión (AP) procesa la información obtenida a partir de las herramientas, tales como las imágenes captadas por drones o los mapas topográficos. Así lo asegura un reciente estudio del INTA Paraná, Entre Ríos, que analizó los cambios en la adopción de la agricultura de precisión en la Argentina.

Ricardo Melchiori señaló que, a partir del relevamiento que hicieron del conocimiento de las herramientas y prácticas de la AP, se observaron “diferencias notables” respecto a un análisis similar realizado hace cinco años.

Así, del estudió surgió que la innovación líder es la implementación de plataformas web de gestión de información. “El 66 % de los usuarios de agricultura de precisión (AP) procesa la información obtenida a partir de las herramientas, tales como las imágenes captadas por drones o los mapas topográficos”, aseguró el especialista.

“Entre las herramientas que evidenciaron un mayor incremento se destacan el uso de los drones, los sistemas de corte automático en sembradoras y en pulverizadoras. También, los sensores de malezas y los mapas de suelo”, indicó el especialista.

Con respecto a las herramientas y técnicas, se destacan el uso de pilotos automáticos, los sistemas de corte por surco en sembradoras, los sistemas de siembra y fertilización variable y los sensores para el control sitio específico de malezas.

A pesar de estos avances, entre las limitantes para el acceso, se destaca el costo de las herramientas y técnicas con, incluso, mayor incidencia que hace cinco años. Se trata de un factor que, posiblemente, esté asociado a la baja en la las relaciones de precios de los granos respecto al valor de las técnicas, aunque es un aspecto que debe ser profundizado.

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WeedIt. La aplicación selectiva permitió un ahorro de herbicida del 60% y un control efectivo de maleza que alcanzó el 80%.

Foto: Gentileza

¿Cómo ser el supermercado del mundo?

Mario Bragachini, Coordinador del Proyecto Integrador “Procesos tecnológicos para agregar valor en origen en forma sustentable” del INTA, abrió el ciclo de conferencias con un análisis de la posición en que se encuentra Argentina y las chances de capitalizar su potencial agroalimentario.

Planteó la necesidad de cambio de una matriz productiva, que es eficiente en lo primario, pero “de muy bajo valor exportable con demostrada insustentabilidad económica y social”. En tal sentido, propuso cambios para que Argentina “busque una matriz productiva y exportadora más agroindustrial, más agroalimentaria, equilibrada en lo energético y ambiental”.

Bragachini se preguntó frente al auditorio si es una oportunidad para el país el incremento global de la demanda de alimentos proyectada a futuro. “¿Estamos preparados para los desafíos y cambios tecnológicos? Nuestra actual matriz productiva agroexportadora poco diversificada y “commoditizada” demuestra insuficiencia en lo económico”, afirmó. Incluso planteó si se está recorriendo el camino correcto “para ser el Supermercado del Mundo”.

Con una producción que irá desde los 130 M de toneladas actuales a 180 M/t de granos, propuso una exportación no commoditizada que duplique el valor promedio por tonelada exportada en la actualidad. “Generando además 1 millón de nuevos puestos de trabajo directos en el interior productivo, en origen”.

Para lograrlo, propuso “verdaderas biorrefinerías en medio de los campos”, además de poblar nuevamente el interior de las provincias con trabajo genuino. “Estamos adormecidos en 6 a 8 cadenas comoditizadas exportadoras y otras 6 cadenas agroindustriales de consumo interno con alguna exportación y otras 20 cadenas enfocadas solo al consumo interno; cuando podemos tener en el 2028 al menos 40 cadenas agroindustriales exportadoras de competitividad global, balanza comercial positiva, un país sustentable sobre el concepto de Supermercado del Mundo”, redondeó.