Ni con ayuda

Cruzeiro, rival de Boca en la Copa Libertadores, disputó ayer su partido por el Brasileirao y cayó por 3-1 como visitante del Palmeiras, otro de los que se encuentra en la llave del Xeneize.

Los verdes se pusieron en ventaja con el gol de Lucas Lima, pero la polémica apareció cuando al minuto 30 de la primera parte el paraguayo Gustavo Gómez detuvo una pelota con la mano, pero el árbitro sancionó penal cuando la acción claramente sucedió en su totalidad fuera del área. Federico Mancuello empató pero Hyoran volvió a poner en ventaja a los locales.

El propio Gustavo Gómez sentenció la historia a los 66 minutos, de penal, para que Palmeiras se lleve los tres puntos ante un Cruzeiro que, plagado de suplentes, contó con los argentinos Lucas Romero y Ariel Cabral como titulares, además del mencionado Mancuello.