En barrio Sargento Cabral

Cuantioso robo en un estudio jurídico

Ocurrió en un inmueble de Las Heras 5300. El lugar es además escribanía y casa de familia.

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“Este barrio está cada vez más inseguro”, opinó Virginio Luraschi, la víctima.

Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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Autores ignorados concretaron este fin de semana un certero golpe en un inmueble de Las Heras 5300, donde funciona un estudio jurídico, una escribanía y además es casa de familia.

Los malvivientes se ganaron el interior de la propiedad, aprovechando el momento en que los moradores salieron de su domicilio para realizar compras en un supermercado de la zona.

Todo revuelto

* “Salimos con mi esposa a las 10 de la mañana y regresamos a las 11. Cuando ingresamos a la casa, encontramos que estaban las luces encendidas y todo hecho un desastre”, comentó hoy Virginio Luraschi, en diálogo con El Litoral.

Según se supo, los ladrones llegaron a su objetivo, previo haber escalado por un tapial del fondo de la propiedad. Desde allí ingresaron a un patio donde violentaron una puerta de madera que les permitió el acceso a la casa.

Una vez adentro, los intrusos concentraron su acción en los dormitorios, los que fueron revueltos con singular intensidad.

* “Tiraron todo por el suelo... parecía que había pasado un terremoto. Las prendas de vestir, los cajones de los muebles, los colchones, nuestras pertenencias estaban desparramadas por todos lados”, narró el dueño de casa.

“Se llevaron el dinero que había dejado una clienta por un alquiler y además nuestros ahorros. También se llevaron ropas, alhajas familiares, como anillos, relojes, etc. Teléfonos celulares y un montón de otros objetos. Al día de hoy seguimos descubriendo que nos faltan cosas”, agregó.

Más adelante, Luraschi indicó que cree que los delincuentes escaparon de la casa, justo en el instante en que ellos regresaban de hacer los mandados. “Se ve que nos escucharon cuando abrimos el portón del garaje. Utilizaron una escalera para saltar el tapial del fondo”.

Caras extrañas

En medio de la conmoción, las víctimas dieron cuenta de lo sucedido a la policía, por lo que minutos después el lugar se llenó de uniformados.

Acudieron agentes de la seccional 5a. (la que se ubica a menos de dos cuadras) y agentes de la PDI.

Por último, respecto de la situación del barrio, Luraschi opinó que “estamos bastante mal. En nuestro caso supimos que los días previos al robo, se vio a un individuo que andaba merodeando y observando las casas. Un vecino llamó a la policía, pero le contestaron que no podían venir “porque el sospechoso no estaba haciendo nada malo”.