Facundo Zuviría y Domingo Silva

Danilo Chiapello

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Momentos de suma angustia y tensión se vivieron la mañana del miércoles en barrio Fomento 9 de Julio, a raíz de un incendio de magnitud que afectó a varios inmuebles.

La secuencia se inició cerca de las 10, cuando se observó una densa columna de humo que se levantaba desde una distribuidora de aceites, ubicada en Facundo Zuviría y Domingo Silva.

Pero segundos después el drama cobró una magnitud singular porque el fuego se propagó hacia un depósito del Ministerio de Desarrollo Social, el que guardaba en su interior más de 2.500 colchones.

Fuego incontrolable

En cuestión de minutos, las llamas se volvieron incontrolables y alcanzaron una altura superior a los 5 metros.

Los primeros en llegar al lugar fueron los Bomberos Zapadores de la ciudad quienes de inmediato se dieron cuenta que el siniestro los superaba, motivo por el cual se pidió la colaboración de más servidores.

A todo esto, personal policial también se abocó a la emergencia y procedió a cortar el tránsito de vehículos por la zona, toda vez que se ordenó la urgente evacuación de la manzana afectada.

Muchas de las personas que debieron abandonar sus hogares lo hicieron en medio de llantos y crisis de nervios, por lo que debieron ser contenidas por los efectivos policiales.

Duro combate

El combate contra las llamas no fue fácil debido a la alta combustión que presentaban los materiales afectados, como así también los posibles derrumbes y las intoxicaciones por el humo.

Para colmo de males, la jornada se presentó con un fuerte viento, lo que contribuyó a que el fuego cobrara cada vez más fuerza.

Por fortuna, y como siempre ocurre en estos casos, los Bomberos locales no estuvieron

solos. Rápidamente tomaron cartas en el asunto los Bomberos Voluntarios de la zona norte, además de una dotación de Las Flores; y otras de Santo Tomé y de San Carlos. También Aguas Provinciales envió al lugar camiones cisternas para asistir a los bomberos.

Tras una intensa labor, pasado el mediodía el fuego había sido sofocado, aunque continúan los trabajos de remoción de escombros.

Protocolo de Emergencia

La magnitud del siniestro motivó la activación del “Protocolo de Emergencia” de la provincia que puso en alerta máxima, a la totalidad de sus servidores.

Así se vieron afectados agentes de la Cruz Roja; como así también Gestión de Riesgo de la Municipalidad y Defensa Civil. Al sector llegaron ambulancias del servicio de emergencias 107 y también camionetas de rescate del Cobem (103).

Por su parte, los hospitales de la ciudad pusieron a su personal en aprestos, aunque por suerte el incidente no deparó desgracias personales.

Según trascendió sólo dos bomberos debieron recibir una asistencia primaria de salud. Uno de ellos por una quemadura leve en su cintura, y el restante por una intoxicación con humo. Ninguno de los casos presentó riesgo de vida.

Voceros del Ministerio de Desarrollo Social apuntaron que las pérdidas son totales. “El sábado habíamos recibido mercaderías que envió la Nación. El fuego destruyó todo y ni siquiera el inmueble se puede salvar. No sirve más nada”, lamentaron.

Vecinos desesperados

“Yo me evacué sola ni bien el humo comenzó a invadir mi casa”, dijo una vecina en diálogo con El Litoral.

“La verdad que esto es algo que podía pasar en cualquier momento. Acá hay varios inmuebles peligrosos, depósitos de aceite, una pinturería y nadie tiene en cuenta la cantidad de casas de familia”, se quejó.

Otro de los entrevistados se mostró angustiado por el estado en que quedarán las viviendas linderas a los depósitos incendiados. “Esas paredes han aguantando una temperatura infernal. Nuestras casas no sirven más. Y yo me pregunto quién se va a hacer cargo de todo este desastre”, culminó.

Los vecinos de toda la manzana debieron ser evacuados ante el peligro de derrumbes.