Caso Onieva

Acusado por grooming vuelve a la domiciliaria

Así lo resolvió el camarista penal de Vera, Carlos Renna, al revocar una resolución de su inferior, el juez de Reconquista, Mauricio Martelossi. También le fue prohibido el acceso a redes sociales e Internet.

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La causa se inició a fines de 2017 y hasta el momento son cinco las víctimas por los delitos de grooming, corrupción de menores y abuso sexual. Foto: Archivo

 

Redacción de El Litoral

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La Cámara de Apelación Penal de Vera revocó la libertad para Walter Ezequiel Onieva, un joven de 27 años acusadopor al menos cinco casos de “grooming, abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores agravada”, denunciados en la ciudad de Reconquista desde fines del año pasado. El camarista Carlos Renna dispuso en su resolución del jueves pasado, retrotraer la situación al 4 de julio último, cuando el juez de primera instancia, Mauricio Martelossi, rechazó un pedido de prórroga de la prisión preventiva domiciliaria, bajo la que estaba el imputado. Además de una serie de medidas de conducta, Renna prohibió lisa y llanamente el acceso a redes sociales e Internet para Onieva, tal como lo reclamó la querella.

“Onieva estaba en libertad y tuvimos que hacer una nueva presentación en Fiscalía por cómo molestaba a las víctimas, a los testigos y a quien les habla”, dijo la abogada Luciana González que es querellante en representación de los padres de dos de las víctimas, que son menores de edad. Las mencionadas molestias se materializan en “burlas en las redes sociales sobre la situación de que se encontraba en libertad”, sostuvo.

Peor que la cárcel

Tal como destacó la querellante, “el juez Renna dio vuelta la sentencia de Martelossi, no solamente con respecto al estado de libertad que venía manteniendo Onieva, sino con respecto al acceso a las redes sociales, ya que a una persona que había utilizado de las redes para cometer un delito tan aberrante como es el abuso sexual de niños le habían permitido el acceso a ellas diciendo que ‘en ésta época era peor que te dejen sin internet a estar preso’”, cuestionó la Dra. González.

Sobre la “prohibición de acceso a las redes sociales y a Internet”, Martelossi había dicho en una de las audiencias de prórroga de la cautelar: “Comparto el criterio de la defensa que en este momento y en ésta época sería una medida muchísimo más gravosa que inclusive la prisión en dependencia de la policía o de los servicios penitenciarios y sobre todo teniendo en cuenta el carácter de la prisión domiciliaria que deberá cumplir el señor Onieva”.

Tal criterio fue puesto en crisis por la resolución de Renna, que entendió que correspondía prohibirle a Onieva tales accesos a los medios electrónicos, puesto que fueron de vital importancia para consumar su acción delictiva al llevar adelante el delito de “grooming”.

Detenido e imputado

Onieva fue denunciado en diciembre de 2017 por los padres de las primeras víctimas de 10 y 12 años, por lo que el fiscal de Reconquista, Alejandro Rodríguez, solicitó a un juez allanar el domicilio materno del acusado, en el barrio América, el 9 de enero de 2018. Si bien se secuestraron elementos de interés para la causa, el buscado no estaba, aunque se entregó dos días después acompañado por su padre, un encumbrado jefe policial retirado del norte de la provincia.

Los días subsiguientes fue imputado en sede judicial por los delitos de “corrupción agravada de menores, abuso sexual simple y contacto telemático (grooming) todos los delitos en concurso real” y el 15 de enero la jueza Claudia Bressan le dictó la prisión preventiva por 60 días y ordenó que fuera puesto bajo la órbita del Servicio Penitenciario.

Transcurridos los primeros dos meses, que los pasó alojado en la comisaría de la ciudad de Avellaneda, el 16 de marzo se celebró una audiencia de prórroga de la cautelar, que estuvo a cargo del juez Martelossi, quien ordenó la prórroga, pero bajo la modalidad de “prisión domiciliaria” por 30 días más, al menos hasta la realización de la cámara Gesell a los menores víctima.

Nueva domiciliaria

La causa continuaba su curso normal hasta que el 5 de junio se llevó adelante una audiencia imputativa por nuevos hechos y Onieva pasó a cursar la domiciliaria en la casa de su abuela, en la localidad de Tacuarendí.

Ya para ese entonces eran cinco las víctimas menores de edad que apuntaban a Onieva por los abusos cometidos a partir del uso de redes sociales. Así y todo, el acusado recuperó su libertad el 4 de julio, al argumentar el magistrado que ya no había peligro de fuga atento que se habían registrado las declaraciones de las víctimas en cámara Gesell.

Dicha resolución fue apelada por la querella, pero la audiencia de Cámara que había sido programada para fines de julio, debió suspenderse primero y reprogramarse después, “por agresión de familiares de Onieva a las víctimas y la querella”, recordó la Dra. González.

Tras la prórroga, la audiencia de apelación se celebró recién el 4 de octubre, que como resultado produjo la revocatoria de la libertad, la vuelta a la prisión preventiva domiciliaria y la prohibición del uso de redes sociales e Internet por parte del imputado, además de otras reglas de conducta habituales.