Línea directa

Don Marcelo Torcuato de Alvear

ALFREDO SALOMÓN

“Un 12 de octubre, pero del año 1922 asumía la presidencia de la República Argentina don Marcelo Torcuato de Alvear, un presidente radical que cumplió su mandato completo. Para muchos, el mejor presidente que tuvo nuestro país, que en ese tiempo lo llamaban la pequeña Europa; teníamos el 65 % del PBI, el 8 por mil de todo el oro amonedado del planeta. La Argentina estaba en el 6º puesto mundial como potencia. Valga nuestro reconocimiento, a 96 años del comienzo de esa gestión que fue muy brillante para nuestro país”.

Parque Juan de Garay

ENRIQUE VALLVERDÚ

“En la parte central del parque Juan de Garay (por calle Salvador Caputto y Paraguay) se encuentra una ermita de la Virgen de Guadalupe que está muy destruida. Apelo a los funcionarios municipales -ya que estamos en el Mes de la Madre- para que la restauren (la verdad que se necesita una imagen nueva). Hace unos años, el concejal Simoniello había elevado un proyecto de poner en valor este hermoso espacio verde. Sería bueno que se revea y se reflote el mismo, para darle vida a ese verdadero pulmón de la ciudad con esos lagos; se necesita un arreglo bien hecho, no el emparche que le hicieron. Las pérgolas que deben remodelarse, los puentes... Darle una vuelta de diseño para que el lugar sea más atractivo, de manera que los vecinos puedan disfrutar y hacer suyo este legendario espacio”.

Pensar en los pobres animales

PATRICIA ROSA ROMERO

“No puede ser que los carreros sigan usando los caballos y más en la forma que lo hacen. ¿Acaso no hacen acuse de recibo de todas las protestas de la gente? Muchos son prácticamente torturados, mueren trabajando, las yeguas pariendo... Ahora se viene el verano y se mueren de calor, de hambre y de sed. ¿Por qué la Municipalidad no piensa en otra forma de sustento y de trabajo de esa gente? que hagan sus recolecciones de otra manera y que dejen en paz a los animales”.

Opinión

ERCILIO FERRI

“La institución de una oposición parlamentaria, una de cuyas funciones primarias es impedir que el gobierno robe el dinero de los contribuyentes, en ciertos países ha actuado de manera diferente, convirtiéndose en un instrumento para la división proporcional del botín. La ambivalencia de las instituciones sociales está vinculada en su carácter con el hecho de que cumplan ciertas funciones primarias y con el hecho de que las instituciones sólo pueden ser controladas por personas que son falibles o por instituciones que, por lo tanto, también son falibles. Sin duda, es posible reducir mucho la ambivalencia mediante controles institucionales cuidadosamente estructurados, pero es imposible eliminarla completamente. La eficiencia de las instituciones como las de las fortalezas depende en última instancia de las personas que forman su guarnición y el mejor tipo de control institucional que se puede establecer es ofrecer la mejor oportunidad a aquellas personas ‘si las hay’ que quieren usar las instituciones para el propósito social y propio. Muchísimas gracias por el espacio”.