Fórmula 1

Jean Todt y sus visitas mensuales a Schumacher

El presidente de la FIA y líder de la escudería italiana durante la época gloriosa del piloto alemán, reconoció que visita a “Schumi” dos veces al mes.

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Aquellos tiempos felices. Schumacher y Todt en alguno de los tantos podios que los tuvo como protagonistas.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción El Litoral

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Desde que aquel 29 de diciembre del 2013 en el que la vida de Michael Schumacher cambió para siempre, su familia se encargó de crear un sistema de blindaje mediático con la intención de evitar filtraciones sobre su estado de salud. Son pocos lo que logran saltar el cerco, y Jean Todt es uno de ellos.

En una entrevista con The Times, el actual presidente de la FIA reconoció que es uno de los que habitualmente consigue acceder al corredor alemán, del que poco se sabe sobre su salud. “Lo visito al menos dos veces por mes”, aseguró.

Todt es un personaje fundamental en la carrera deportiva de “Schumi” ya que fue el director de Ferrari cuando se decidió contratarlo. El resto, historia conocida: ganó cinco títulos consecutivos entre 2000 y 2004.

“Amo a Michael. Veo a su familia. Desearía que la situación fuera diferente”, reconoció Todt, que en el pasado habló sobre el piloto pero nunca quiso revelar datos de la intimidad, respetando las reglas que impuso la familia.

“Cuando la gente me pregunta cuál es mi mejor recuerdo, les digo que Suzuka en el año 2000”, relató sobre la carrera del GP de Japón en esa temporada, que decretó la coronación del alemán.

Los Schumacher montaron una clínica de última generación en la mansión que poseen en Gland, Suiza, donde continúan los cuidados específicos luego del accidente en esquí que sufrió en la estación de Meribel.

El último dato que filtraron desde el seno íntimo fue hace unas semanas cuando un integrante de la familia reveló a la revista Paris Match un emotivo dato: “Cuando lo ponés en su silla de ruedas frente al hermoso panorama de las montañas que miran al lago, Michael a veces llora”.

Todt estuvo junto con la familia desde el principio, desde aquel golpe contra una roca que rompió su casco y lo puso cara a cara con la muerte. El severo traumatismo craneoencefálico, con hematomas intracraneales y edema cerebral difuso, decantó en cuidados intensivos en una clínica de Moutiers y una posterior intervención de alto riesgo en un centro médico de Grenoble. En junio de 2014 despertó del coma inducido y la familia decidió sacarlo del hospital para resguardarlo en la intimidad de su hogar.