Pablo Cavallero, un ex Unión, hoy secretario deportivo...

“Si Soldano venía a Vélez, seguro que saltaba a Europa”

En Unión se atajó todo, fue arquero de la selección y hoy es el nexo entre Heinze y la dirigencia de Vélez. “En nuestra cancha, siempre hay 15 ó 20 personas vinculadas a clubes del exterior que vienen a ver nuestros partidos. En el último año, vendimos por 22 millones de euros limpios”, dijo.

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Pablo Cavallero, un hombre al que el hincha de Unión recuerda a pesar de que atajó en el club hace 20 años. Admite que Unión fue su trampolín para atajar en Europa.

Foto: El Litoral

 

Enrique Cruz (h)

Se pone muy contento cuando cuenta que a través de un amigo pudo conseguir la famosa camiseta anaranjada de arquero que usó durante el año que estuvo en Santa Fe. Uno todavía tiene fresco el recuerdo de Ángel Malvicino y Marcelo Martín, en el Mundial de Francia, haciendo gestiones para el armado de aquel plantel para la temporada 98-99. Unión debía sacar muchos puntos para mantener la categoría. Y Pablo Cavallero y Roberto Trotta fueron los abanderados de aquel equipo junto a otros que llegaron como Moner, Gigena, Noriega y después Jayo. Precisamente, Pablo Cavallero, que en su momento fue uno de los mejores (o el mejor) arquero del país, atajó en Unión y hoy es secretario deportivo de Vélez. Y habló en La Primera de Sol.

—¿Cómo se dio tu llegada a Santa Fe?

—No estaba jugando en Vélez y a través de Pumpido se dio la oportunidad de llegar a Unión. Siempre tenía, cuando iba con Vélez, el marco de público espectacular y el piso impresionante del campo de juego. Y cuando me buscaron, no dudé. Gracias a Ángel Malvicino y a Pumpido, me encontré con un club muy lindo y ese año me sirvió para despegar a Europa.

—¿El mejor partido?

—Contra River. Y otro contra Ferro, que necesitábamos ganar. Recuerdo a Omar Ferrero y a Sergio Magnín, gente con la que pasé momentos excepcionales. Cada vez que los crucé en Buenos Aires o en la pretemporada en Mar del Plata, fui a verlos porque tengo un gran cariño por la gente que me hizo bien.

—¿Y de los entrenadores?

—Primero Zanabria, luego Capitano y faltando seis o siete fechas no terminábamos de ser sólidos y con Jota Jota sacamos un par de resultados y conseguimos los puntos que necesitábamos. Hicimos 53 ó 54 puntos, no recuerdo bien. Fue una gran campaña. Con Mario Zanabria sacamos 25 puntos, estábamos bien, quizás nos faltaba ser más eficaces de local, la gente nos llevaba a atacar y de contra nos complicaban. Pero el objetivo estaba cumplido y se fue. A veces pasan esas cosas con los entrenadores.

—¿Cuál es el plan futbolístico de Vélez?

—A veces, conseguir logros te empeora, te hace sentir más cómodos, más soberbios. Y el fútbol es una picadora de carne que te pasa por arriba. Hoy, muchos equipos chicos han empezado a ganar terreno en inferiores y a veces es necesario volver a las fuentes. Conseguimos un entrenador que nos dio vida y nos hizo progresar. Estamos lejos de lo que queremos llegar a ser, pero tenemos una estructura que en poco tiempo va dar frutos.

—¿Qué es Heinze?

—Un técnico docente, con jerarquía y ascendencia sobre el jugador, con espíritu amateur. En diciembre tuvimos que dar 14 bajas y teníamos 28 ó 29 kilos de exceso en el plantel. Él trabajó mucho sobre eso. Son situaciones que ayudan a sacar más rendimiento. Hoy tenemos cuatro chicos en selecciones diferentes y con futuro.

—¿Cómo definís esa función de secretario deportivo que muchos dirigentes desechan o se niegan a aceptar?

—Es una relación que interactúa entre el entrenador y el dirigente. La idea es hacerle entender al dirigente por dónde es el camino y con el mínimo error posible. Vélez tiene que ser un constante formador de jugadores para financiarse. Quizás, el dirigente que trabaja con sus empresas y con el tema social, se le escapan muchas cosas y ahí aparece el secretario deportivo.

—Si Vélez necesita ser un constante formador para vender y financiarse, ¿qué le queda al resto?

—Nosotros tenemos 37 chicos de sexta, quinta y séptima con los que trabajamos y tienen contacto con el primer equipo. Ellos conviven con el plantel mayor, por allí comparten un almuerzo y la gente que está en la villa olímpica les inculcan cosas con un gran sentido de pertenencia hacia el club. Los ayudamos a madurar de esa manera.

—Ahí tienen un santafesino: Francisco Ortega...

—“Pancho” es un carrilero que hizo de sparring, fue al Mundial, es un chico físicamente dotado y Gabriel lo readaptó de lateral por izquierda. Tuvo que salir por una lesión y tiene un futuro bárbaro.

—¿A Alexander Domínguez, el arquero, lo apuntaste vos o Heinze?

—Todos los jugadores que queremos, los tiramos arriba de la mesa y lo debatimos. Por cada uno que buscamos, hacemos cinco llamados al margen de lo que vemos por video o personalmente. Preguntamos qué nos recomiendan, porque queremos saber cómo se van a comportar en lo personal. A partir de ahí, consultamos el presupuesto con los dirigentes. Así hacemos cuando apuntamos un refuerzo. Alexander no está en el nivel que nos puede dar, pero va camino a ello. Volviendo a lo que hablábamos antes, nosotros recibimos una oferta terriblemente tentadora por Thiago Almada, que tiene 16 años y pensamos que no era momento de venderlo. Sabemos que vamos a tener una oferta en breve por Nicolás Domínguez y por eso trajimos a Galdames.

—¿Por cuánto vendieron en el último año?

—En diciembre y junio, por 22 millones de euros libres de impuestos con jugadores surgidos de las inferiores: Maximiliano Romero a Holanda y Santiago Cáceres al Villarreal. Con parte de ese dinero hicimos una inversión con Giménez, que anda bien y ahora está en la selección.

—¿Cómo se trabaja con el “marketing” de los jugadores?

—Muchos ex compañeros míos son manager o técnicos en otras instituciones, fui a varios clubes de Europa y de otras partes a ver cómo trabajan y a mostrarles lo que estoy haciendo. Les hago ver el trabajo que hacemos, el trabajo formativo, prestan atención, empiezan a seguirnos y con el correr del tiempo te empiezan a hacer llamados.

—¿Qué pasó con Soldano?

—Lo ilusionaba ir a Europa, yo hablé con él y con su abogado y representante. El presidente habló con el de Unión, nos ilusionaba tenerlo y para muchos jugadores es muy atractivo que lo dirija Heinze porque te pone 10 puntos en todo. Después se frustró lo de Inglaterra y como el mercado acá cerró antes, se quedó sin nada.

—¿Sigue el interés o ya no?

—A nosotros nos interesan los jugadores que quieren venir. Somos celosos y tiene que haber un ida y vuelta. Si querés venir tenés que venir con ganas, sabiendo adónde venís y no por descarte. Con el paso del tiempo pensamos que el chico había perdido un poco las ganas de venir con nosotros. Quizás en el futuro se pueda dar, habrá que ver.

—¿Era el salto necesario para ir después a Europa?

—Sí. Yo me fui de Unión al exterior, pero pertenecía a un club que era Vélez. No es matemático. No quiero decir que si viene a Vélez, se va afuera. Pero en nuestra cancha tenemos siempre a 15 ó 20 personas vinculadas con clubes del exterior que vienen a verlo a Vélez, porque la cancha les queda cómoda o vaya a saber uno por qué. Por ahí vienen a ver a otro jugador y terminan viendo a Soldano, e inmediatamente pasa a estar en carpeta en otro club.

—¿Estás peleado con Roberto Trotta?

—Le ofrecí un selectivo que hoy tiene Marcelo Gómez. Me dijo que no quería dirigir, que no le interesaba y quería estar con los profesionales. No tenía nada más que hablar. Después, todo lo que diga él están de testigos Calello, el presidente y un par de directivos más. Yo le tengo una gran admiración como jugador de fútbol, pero no fue nada más que eso. Pero no me obliga a conseguirle trabajo. El nunca presentó un proyecto, No quiero entrar en una discusión que para mí no tiene sentido.

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“Con el tiempo, pensamos que al chico se le habían pasado las ganas de venir con nosotros”, dijo Cavallero de Franco Soldano, el delantero que Heinze pidió y por el que Vélez hizo una oferta concreta por la mitad de su pase. A todo esto, Franco sigue sin renovar su contrato.

Foto: Matías Nápoli

¿Y el equipo?

Pensando en el partido del domingo, hay dos dudas que se prolongan, al menos de puertas para afuera. Una es saber si Bruno Pittón continuará como lateral por izquierda o si ingresará Claudio Corvalán; la otra, cuál será el acompañante de Soldano en el ataque.

Con la recuperación de Yeimar, se estima que Nereo Fernández; Martínez, Yeimar Gómez Andrade, Bottinelli y Bruno Pittón o Corvalán; Zabala, Acevedo, De Iriondo y Fragapane; Soldano y Troyansky podrían ser los hombres a tener en cuenta por Madelón para recibir a Vélez el domingo.

En cuanto al sector ofensivo, el técnico probó con Andereggen la semana pasada, lo tiene a Andrada o la posibilidad de que el Droopy Gómez juegue de media punta. De todos modos, las mayores chances parecerían inclinarse para el lado de Troyansky.

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Nicolás Andereggen, entre Lotti y Mariano Gómez, el día de la victoria por goleada ante Colón en el clásico que se disputó en setiembre. Ese día convirtió dos goles y viene metiéndola seguido en reserva. ¿Habrá llegado el momento que Madelón vuelva a tenerlo en cuenta?

Foto: El Litoral

PROGRAMACIÓN A

Superliga

13a. Fecha

Viernes

19 Belgrano-Atl. Tucumán, Mauro Vigliano.

21.15 Central-Estudiantes, Pablo Echevarría.

/// Argentinos-Talleres (Cba.), Facundo Tello.

Domingo

17.10 Unión-Vélez, Silvio Trucco.

/// San Lorenzo-Huracán, Darío Herrera.

19.20 Aldosivi-Newell’s, Jorge Baliño.

/// San Martín (T)-Colón, Diego Ceballos.

21.30 Racing-Banfield, Germán Delfino.

Lunes

19 Def. y Justicia-Tigre, Fernando Espinoza.

21.15 Lanús-Independiente, Fernando Rapallini

(*) Postergado Godoy Cruz-River.