Llegan cartas

Problemas derivados de la construcción de un edificio

CARLOS VICENTE LÓPEZ

DNI. 6.232.620. Laguna Paiva

Este problema comienza con la construcción -por parte de la Municipalidad de la ciudad de Laguna Paiva- de un edificio, para que funcione la sede de la vecinal de mi barrio, Villa Rosario, en el terreno lindante al mío.

Al momento de la colocación del techo, alguien tuvo la ingeniosa idea de realizarlo con la caída del agua, casi 100 m2 de superficie, hacia una casa vecina (precisamente mi domicilio), transgrediendo toda normativa vigente. En este punto, el agua de lluvia que cae en el techo se desliza hacia la pared medianera con mi propiedad, quedando encajonada entre los cimientos de mi medianera y la medianera de la vecinal (aproximadamente un metro entre paredes) con la consiguiente acumulación de agua, de hasta 40 cm de altura durante las precipitaciones.

Realizados los reclamos correspondientes (abril y mayo del corriente año) ante el Concejo Deliberante y ante el señor intendente municipal -con las respectivas fotos que acreditaban lo que en mis escritos exponía- recibo una única contestación formal escrita en fecha 23 de abril, del Sr. Walter Cabrera, encargado de Catastro de la Municipalidad de Laguna Paiva, quien textualmente me informaba que “se han inspeccionado los trabajos y consultado a miembros de la comisión, quienes manifestaron la voluntad de realizar los trabajos de techado en forma completa, con canaletas, bajadas y desagües pluviales”. Además, el señor Cabrera, en presencia del señor intendente, me aseguró que estaba todo planificado para realizar los trabajos necesarios, que evitaran las filtraciones y consecuentes humedades en las paredes de mi domicilio. Asimismo, me aseguró que si no se cumplía con lo estipulado él estaba autorizado para sancionar a los responsables, con multas y hasta suspender la obra si fuera necesario.

En la actualidad no se cumplió con nada de lo prometido. Las lluvias siguen encajonándose entre mi pared y la pared vecina. Las filtraciones de humedad hacen peligrar los cimientos de mi vivienda. Los revoques están todos caídos. Debo limpiar el musgo constantemente. El daño que está recibiendo mi propiedad, la que construí y mantuve durante los últimos 50 años -para lo cual necesité desempeñar dos trabajos-, es extremo. Y todo por la desidia e inoperancia ajena.

Sé que la única solución es iniciar un juicio, pero también entiendo que ese pleito lo pagará el pueblo, y yo como contribuyente que nunca dejé sin pagar una cuota de los impuestos correspondientes, sé lo que eso implica.

He hablado con la mayoría de los miembros del Concejo Deliberante, quienes siempre me dan la razón, pero nunca solución.

La verdad que a esta altura de mi vida, renegar con esta actitud de funcionarios, que además son coterráneos y ex alumnos, ya que he sido docente de la actual EETP Nº 458 Hernandarias de Saavedra, durante 37 años, me desgasta y me angustia, situación que se ve reflejada en el malestar general mío y de mi familia.

Y esto me hace pensar de dónde saca la idea el señor intendente que: “Laguna Paiva es un buen lugar para vivir”.