Solicita subir la tarifa en un 27% promedio

Ante cuatro oradores, la EPE defendió el pedido de aumento

Los funcionarios de la empresa explicaron que el incremento es necesario para afrontar las variaciones de costos derivadas de la inflación, que en algunos insumos, fueron de más del 150%. Ahora, la Secretaría de Energía deberá resolver si acepta el planteo de la empresa.

Marcelo Cassín durante su exposición. En el auditorio, sólo cuatro oradores; el resto, funcionarios provinciales.

Foto: Guillermo Di Salvatore

Redacción de El Litoral

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Con una audiencia pública, paupérrima en participación, se discutió esta mañana la pertinencia del aumento que la Empresa Provincial de la Energía solicitó para el año que viene. Se trata de un incremento promedio del 27 por ciento a aplicar en dos etapas, desde los primeros meses de 2019. Se destinará a financiar los costos operativos del organismo, por lo que no se descartan otras subas a raíz de las variaciones de precio que se puedan producir en el mercado energético mayorista.

La audiencia estuvo presidida por la secretaria de Energía, Verónica Gesse; su repartición será la que deba autorizar el incremento solicitado. Se realizó en las instalaciones del Cemafe, en un auditorio que quedó demasiado holgado para los presentes. Apenas cuatro oradores anotados para exponer; el resto, funcionarios de la Empresa o de la provincia. Entre los expositores se anotaron el defensor del Pueblo, Raúl Lamberto; un representante de la Asociación de Distribuidores de Energía, otro de las Federaciones Nacional y Provincial de Cooperativas Eléctricas; de la Cooperativa de Cañada de Gómez, y de la Federación Santafesina de Cooperativas Eléctricas de Obras y Servicios.

Por qué

El primero en exponer fue el presidente del directorio de la EPE, Maximiliano Neri, quien defendió el incremento a partir del impacto inflacionario que se registró en el costo de los insumos, y que redundó en algunos casos, en aumentos de más del ciento por ciento. “Necesitamos mantener la ecuación económica de la empresa, para garantizar el sostenimiento del servicio en toda la provincia”, planteó. Ratificó la política provincial de garantizar una tarifa social, y la decisión de absorber temporariamente el impacto que provocará la quita de los subsidios nacionales en esa materia.

A continuación, fue el gerente general de la empresa, Marcelo Cassín, el responsable de describir pormenorizadamente el cuadro de situación actual de las finanzas de la empresa, y las razones que motivan el pedido de incremento.

Recordó que el último solicitado había sido del 12,9% en febrero “por lo que estuvimos prácticamente todo el año sin nuevos incrementos”. Cassín ensayó una suerte de rendición de cuentas frente a la secretaria de Energía para demostrar que la empresa se había hecho eco de las exigencias o planteos de la repartición, en ocasión de autorizar el último aumento. Así, habló del desdoblamiento de la factura en el corriente año, de la gratuidad del servicio para los pacientes electrodependientes, y de la reducción de pérdidas, entre otros puntos.

El funcionario aportó, además, datos sobre la composición de usuarios de la provincia; dijo que el 80% es de residenciales, pero que los “grandes clientes” representan el 50 por ciento de la demanda. Trazó un comparativo con las empresas Edenor y Edesur desde diferentes tópicos, que fueron desde la cantidad de agentes existentes por usuario, pasando por la potencia de cada empresa, las pérdidas y la distribución geográfica de los usuarios. Y reveló los niveles de morosidad de sus clientes: 6,16% en 2017; 8,03% en lo que va de 2018.

Estructura de costos

Buena parte de la exposición de Cassín estuvo destinada a desglosar la estructura de costos que posee la empresa. En ese marco, contó que el 52% de las erogaciones se destinan al pago de la energía que se compra en el mercado mayorista; en tanto; el 20% corresponde a gastos de personal. Y enumeró varios ejemplos de insumos que tuvieron aumentos significativos durante el último año: transformadores de distribución un 117%, transformadores rurales un 145%, preensamblados un 141%, cables de cobre un 185%, aisladores un 94%; y medidores, un 120%.

Finalmente, estableció un paralelo entre las tarifas de la EPE y las empresas de Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y Capital Federal. Según sus números, Santa Fe se encuentra para los usuarios residenciales “por debajo” de Córdoba y Entre Ríos, y “por encima” (entre 13 y 14%) de Edenor y Edesur. “Ello obedece a la concentración de la demanda”, explicó.