En lo que va del año

Créditos hipotecarios crecieron 83 %

Así lo destaca un informe de consultora privada.

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Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción de El Litoral

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En el último mes, la línea de créditos hipotecarios, incluidos los ajustables por inflación/UVA, marcó un leve crecimiento, representando una suba del 0,8 %, acumulando un stock total al cierre de mes de $ 209.768 millones. El crecimiento interanual ha sido del 83,2 % y continúa siendo la línea con mayor crecimiento interanual, teniendo como base los datos aportados por el Banco Central.

“Los hipotecarios parecen haber encontrado un piso de crecimiento en este segmento, aprovechando la relativa estabilidad que se observó en el tipo de cambio durante los últimos días. Esta circunstancia se presenta como muy promisoria, pues si en este contexto financiero complicado se siguen realizando operaciones, una normalización de las variables dará lugar a una rápida reactivación de las operaciones hipotecarias”, explicó Guillermo Barbero, socios de First Capital Group.

Incluso -apuntó- la línea de hipotecarios en dólares, al igual que el mes pasado, sigue siendo la de mayor crecimiento interanual, ubicándose en un 83,4 %. De todas formas es una línea que sólo representa el 2,3 % de la deuda total en dólares.

El panorama general indica que el total de préstamos en pesos al sector privado alcanzó un nivel de $ 1.580.850 millones. La evolución anual de los préstamos arroja un crecimiento en valores nominales, pero si corregimos los mismos por la inflación del período podremos notar que en realidad hubo un retroceso en el financiamiento de la economía. En los últimos 365 días, el alza fue de $ 297.559 millones, equivalente a un incremento del 23,2 % anual, y marcó un aumento respecto al mes anterior de un 0,1 %.

“Si bien vuelve a crecer el total de stock después de la baja pronunciada del mes anterior, la misma tiene valores absolutos simbólicos y muestran que la oferta de nuevos créditos está muy cautelosa así como la demanda de los mismos por parte del sector privado”, concluyó Barbero.

En el sector automotor

La pérdida de poder adquisitivo y el nivel exorbitante de tasas de interés para disminuir la demanda de dólares profundizó la crisis del sector automotor. Las concesionarias perdieron margen para rebajar precios u ofrecer bonificaciones y el costo crediticio alejó compradores que requieren financiamiento.

Según cifras de la Cámara de Comercio Automotor (CCA), las cuotas de los planes de ahorro previo pasaron de 3.000 a 9.000 pesos en promedio por la devaluación y el impacto en los precios internos. Los créditos prendarios que no ajustan por inflación -como los UVA- tienen una tasa de interés promedio del 30 por ciento anual.

Esta situación no sólo redujo la demanda de vehículos sino que incrementó la mora en las cuotas. Según la CCA, los planes de ahorro para comprar autos cayeron 70 por ciento y el 20 por ciento de los créditos otorgados está en mora o los propietarios dejaron de pagar.

Derivado de una menor actividad productiva, el segmento más afectado por la retracción de las ventas fue el comercial pesado (camiones), con 958 unidades y un retroceso de 59,2 por ciento contra noviembre de 2017. En otros pesados se vendieron 558 unidades (-47,7 por ciento).

Le siguió la categoría automóviles, con 29.105 patentamientos (-45,6) y comerciales livianos, con 8944 (-45,1).

“El sistema productivo está asfixiado”

El presidente de la Unión Industrial de Santa Fe, Javier Martín, sostuvo que “tenemos que tomar conciencia que este proceso se va a llevar puesto un montón de industria argentina y hay que detenerlo”.

En declaraciones radiales, el empresario realizó un balance del año y ratificó que “no es positivo”. Agregó que “era previsible que el último trimestre iba a ser el peor, y en los hechos lo ha sido”.

“Hay caídas en el sector, que en algunos casos supera el 10 por ciento. No vemos medidas que tiendan a la reactivación económica. Las medidas son ajuste o recortes para llegar al equilibrio fiscal primario, con el objetivo de pagar los servicios de la deuda”, describió el titular de la UISF.

Ante una consulta sobre el impacto en lo laboral, “hemos perdido 80 mil puestos de trabajo industrial en los últimos 2 años; cuando una Pyme cierra es difícil que se vuelva a reabrir. Tenemos que tomar conciencia de que este proceso se va a llevar puesto un montón de industrias argentinas, y hay que detenerlo”, agregó.