EN LA CARRERA MÁS ATÍPICA DEL HISTORIAL
Los italianos fueron imbatibles en el Puerto santafesino
Francesco Ghettini ganó la 45ta. edición del Maratón Santa Fe-Coronda, que este año se redujo a 15 kilómetros en un circuito desarrollado a pleno en el Dique I y II del Puerto local. Los italianos Simone Ercoli y Edoardo Stochino completaron el podio.
Otra escenografía. El Dique I fue el escenario principal en esta edición inédita, con el Casino y el shopping de un lado, y el tradicional elevador de granos del otro.
Fotos: Flavio Raina
Fabiana García
En una edición diferente, que definitivamente no tuvo el clima festivo y tradicional del jerarquizado historial, la 45º Edición de la Santa Fe- Coronda tuvo como protagonistas a la escuadra Italia que se hizo del podio completo de varones y la ganadora en damas.
Francesco Ghettini debutante absoluto en la carrera, ganó la prueba con un tiempo de 3.00.19.68, segundo fue Simone Ercoli (ganador en 2013 y 2014) con 3.19.01.79 y tercero el campeón del mundo Edoardo Stochino con 3.19.03.94 . La ganadora en damas también fue la Italiana y campeona mundial Bárbara Pozzobon 3.20.41.96 (octava en la general); segunda fue la argentina Pilar Geijo y tercera la nadadora de San Jerónimo Romina Imwinkelried, quien aportó la emoción en una prueba, que salió perfecta en su desarrollo, pero careció de los atributos que le dieron gloria: los 57 kilómetros, el folklore de la gente, la fiesta del río, la entrega de los nadadores y ese momento electrizante del pontón final tras 8 horas de nado.
Ercoli, Stochino y Pozzobon, representan a a la escuadra de la Policia Fiamme Oro, que como es habitual llegó con varios acompañantes como para reforzar la supremacía que ya tenían en el agua.
El circuito
Estuvo diseñado en el dique I y II del Puerto Santafesino, a la hora de la partida, las 10 horas, no había viento y el sol radiante determinaron el agua quieta y caliente. El sector de alimentación se estableció en Puerto Chico (cruzando el Complejo Amarras) y muy cerca del hidrómetro que marcaba los inquietantes 5 metros 30 centímetros, causantes que por primera vez en el historial la carrera tuviera esta característica.
El recorrido no tenía variantes, ya que el agua no corría y solo se daban algunas variaciones al momento de acercarse al pontón a comer.
La primera vuelta demoró 32 minutos, la segunda ya completó la hora y la tercera 40 minutos más.
A partir de la tercer vuelta se afirmaron quienes de entrada se habían prendido en el pelotón, más el Brasileño Evangelista que se puso en varias ocasiones entre los punteros, Evgenij Pop Acev, y el Argentino Damián Blaum que batalló solo hasta la definición, cuando varios de sus compatriotas se fueron relegando.
Por un momento Alexandar Ilevski, acompañado por el más ganador Petar Stoychev tomó la punta, pero no pudo sostener el ritmo de los azurros.
Finalmente en la vuelta seis ya no había sorpresas que develar, ninguno de los del pelotón de punta, se acercó al pontón para comer y eso no dio posibilidades de alterar lo que ya se veía como un podio completamente italiano.
En ese pelotón estaba Pozzobón, que sacó una considerable ventaja a sus seguidoras del podio.
Festejo italiano. Francesco Ghettini y, el campeón del mundo, Edoardo Stochino, 1 y 3 del podio.
Foto: Flavio Raina
Faltó la identidad
Esta edición se realizó en un balcón estratégico de la ciudad, un paseo habitualmente elegido los fines de semana, sin embargo a pesar que tenía desde tierra amplias posibilidades de seguimiento, poca gente se acercó a dar ese acompañamiento característico.
La largada quizás fue el momento de más convocatoria, pero que con el correr de las vueltas se redujo, quedaron dos amplias banderas de Colón, con una banda que aportó un poco de ruido.
Pero de fiesta y emoción poco y nada. Para las 14 horas todo había finalizado, con un buen desarrollo, prolijo y ordenado de la carrera que cumplió el reglamento de la FINA; que otorgó puntos para los nadadores, pero que no logró seducir ni a protagonistas ni espectadores y tampoco a las autoridades que este año no estuvieron en la entrega de premios.
Recuperar energías. A la altura de Puerto Chico los nadadores pararon para alimentarse.
Foto: Flavio Raina
