En un año de elecciones autonómicas

España: la ultraderecha embiste contra los secesionistas catalanes

Analistas políticos españoles observan que el ultraderechista partido Vox aprovechará el juicio contra los responsables del proceso de secesión de Cataluña del año pasado, finalmente frustrado, para sacar su rédito político y afianzarse definitivamente en la actual campaña electoral.

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Santiago Abascal. Líder del ultraderechista Vox, partido que ha ganado terreno en la escena política de España con un ataque constante a las organizaciones “que viven del sistema”.

Foto: Captura de Internet

 

Redacción El Litoral

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Télam

Según lo descripto por distintos medios españoles, el partido ultraderechista Vox, que lidera Santiago Abascal, se prepara “para enfocar su ira contra los secesionistas catalanes”. Así está planteado el actual escenario político de España, ante el inicio, la semana entrante, del juicio a los líderes del frustrado proceso de secesión de Cataluña, ocurrido entre septiembre de 2017 y marzo de 2018. Justamente, para el próximo martes está previsto el ingreso en la sala del Tribunal Supremo de España del mediático secretario general de dicha fracción partidaria, el abogado Javier Ortega Smith, quien lo hará, tal cual lo observan los analistas políticos, con la satisfacción de haber logrado para Vox un objetivo estratégico en su campaña electoral.

Para los observadores, los tres meses que durará el juicio, con elecciones municipales, autonómicas y europeas en el horizonte (están programadas para mayo), Vox va a tener “la oportunidad de oro de ser el principal azote de los independentistas”, porque podrá aparecer tres veces a la semana, en directo y por televisión. Y esto preocupa, dicen, al resto de partidos de la derecha española. Por ello, el juicio oral contra los secesionistas catalanes desde ya se presenta como “el más peligroso y controvertido de la historia democrática del país”, no sólo porque divide a la sociedad española, sino porque sus consecuencias vislumbran ser imprevisibles. Todo esto, en medio de un clima político de creciente tensión e incertidumbre, que incluye la posibilidad de celebrar en forma anticipada las elecciones generales.

Vox, que ejerce la acusación popular contra los secesionistas, no llegó al denominado “Juicio del Procés” por casualidad. Lo hizo tras haberse convertido en una maquinaria de querellas judiciales dirigidas contra sus rivales políticos e ideológicos. “Cuando fundamos Vox nos comprometimos a darle voz a esa España silenciada por los partidos que viven del sistema, y lo haremos en la calle, en los medios, en los tribunales y en las instituciones”, afirma el tuit con el que encabeza Ortega Smith su perfil en la popular red social, en lo que supone toda una declaración de intenciones.

Punta de lanza

El partido de extrema derecha liderado por Abascal asegura que la vía judicial no busca rédito electoral sino que es su forma de defender sus principios, en este caso “la unidad de España”, si bien los tribunales han sido el medio para lanzar su proyecto político. “Vox tiene un poderoso equipo de abogados y siguió la misma táctica de judicialización política que ya había utilizado de forma muy efectiva Manos Limpias, sindicato disuelto por estar vinculado con casos de extorsión”, explicó a Télam el historiador Xavier Casals, de la universidad Ramón Llull, experto en movimientos de ultraderecha.

Un año antes de irrumpir en las elecciones regionales de Andalucía, donde obtuvo por primera vez representación (con 12 diputados) y fue clave para el cambio de gobierno a favor de la derecha (tras 36 años de hegemonía socialista), Vox ya hacía ruido en los tribunales de Cataluña, donde fue la punta de lanza de la mayoría de las investigaciones contra los secesionistas. Asimismo, este partido fue el artífice de la grave acusación de rebelión que pesa sobre los máximos líderes del proceso de secesión, entre ellos el ex vicepresidente catalán Oriol Junqueras, para quien reclama 74 años de prisión, frente a los 25 de la Fiscalía y los 15 de la Abogacía del Estado, que lo acusa de sedición con ausencia de violencia.

“La extrema derecha es la que generó el objeto de todos los procedimientos, ha sido la que puso las denuncias, la que estableció el marco para que los jueces investigaran”, subrayó en declaraciones a Télam el abogado Andreu Van den Eynde, quien defiende a Junqueras. Por su parte, la defensa del líder civil Jordi Cuixart (presidente de Ómnium Cultural), pidió la exclusión de Vox de este proceso, alegando que “no defiende la el interés general”, sino que “utiliza el juicio como polo de atracción electoral”.

Vidriera política

“El juicio le dará a Vox mucha visibilidad, pero no estoy en contra de que estén, porque se verá qué es lo que verdaderamente inspira la acción final y que tipo de ideologías están detrás de todo esto”, manifestó Andreu Van den Eyden, defensor de uno de los acusados por el intento secesionista de 2017-2018. Para el profesional, el partido de Santiago Abascal, situado en la actualidad en “una espiral ascendente en las encuestas”, también podría utilizar la vidriera del juicio para arrebatarle votos a lo que ellos denominan “la derecha cobarde”, representada en el Partido Popular y el ex presidente Mariano Rajoy, que también ha sido citado como testigo.

Con esta posibilidad, aclara Van den Eyden, “ni el Partido Popular ni los liberales de Ciudadanos, que buscan atraer al electorado reclamando políticas de mano dura con la crisis catalana, podrán competir con Vox, porque opera como un brazo judicial. En concordancia con Van den Eyden, el estudioso Xavier Casals advierte, en referencia a los miembros de Vox, que “serán ellos los que marquen la agenda”, en “la que puede ser su batalla más crucial”.