Crónica política

“Y la barba hasta a Cristo se la han afeitao”

Rogelio Alaniz

I

Pablo Escobar fue lo que fue, pero tuvo el tino, la discreción, la responsabilidad de no involucrar a sus hijos en las atrocidades que cometió. Esa prudencia filial estuvo ausente en Lázaro Báez, en Cristina, en Néstor y en la pandilla kirchnerista en general. El legado que los Kirchner y sus compinches dejan a sus hijos es inmundo, como inmundo es el destino que les aguarda.

II

Guillermo Estévez Boero. Vivió sus años con una plenitud y una coherencia conmovedora. Le otorgó dignidad a la política y plenitud al ideal socialista. Fue lúcido y honrado. Valiente y sensible. Alguna vez le dije que me recordaba a Deodoro Roca. “Vos siempre exagerado”, me contestó con esa sonrisa suya que poseía la delicadeza del afecto y la lucidez de la ironía.

III

Noventa y dos intendentes procesados por fraude a la administración pública. Apenas se conoció la decisión, el Partido Justicialista de provincia de Buenos Aires salió a la cancha denunciando persecución política. ¿Alguien esperaba algo diferente? ¿Alguien esperaba otra respuesta del Partido Justicialista? Podemos criticarlos más o menos, pero sin duda que son leales con los compañeros que caen en desgracia. Desde los tiempos de Chicho Grande que no se registran gestos de tan conmovedora lealtad.

IV

Escuchando las declaraciones de Gabriela Michetti, uno se siente peligrosamente tentado a coincidir con Sarmiento cuando dijo, hace un siglo y medio, que la única tarea de un vicepresidente es hacer sonar las campanilla para dar inicio a las sesiones en el Senado.

V

Martín Báez al pabellón seis del penal de Ezeiza para acompañar al santo de su padre. Habría que proponer que el nombre de los Kirchner -Néstor y Cristina- en lugar de honrar un centro cultural o una plaza, o una calle, presida el mítico pabellón seis poblado de “presos políticos K”.

VI

Si el destino o la magia me habilitaran alguna vez a ser consejero de Macri, me privaría de elogiarlo porque a su alrededor debe de haber varios que lo hagan, pero con la mayor discreción del mundo le recordaría la diferencia entre el presidente de un club de fútbol como Boca y la presidencia de la nación en un país como Argentina. Después, le diría que por instinto de preservación desconfíe de su optimismo, porque el optimismo es la emboscada que el destino o el Diablo tiende a los presidentes para dejarlos en ridículo.

VII

Informativo “de último momento”: “Al día de la fecha hay 13 muertos; 26 supermercados chinos saqueados, incendios de locales comerciales, manifestantes en la calle reprimidos por la policía con palos, balas y gases”. Mientras el país real sufre, en Buenos Aires el gobierno festeja y su máximo titular baila y toca el bombo. Aclaración: el presidente no era Macri “Gato”, sino Cristina. Y esto ocurrió en 2013, bajo los “fastos” y las serpentinas de la “década ganada”.

VIII

Año 2013. Diciembre. Mientras en el país corría sangre y la cifra de muertos crecía y crecía, Cristina en Buenos Aires bailaba y bailaba... y tocaba el bombo, mientras León Gieco cantaba: “Solo le pido a Dios que la muerte no me sea indiferente”. Ni una palabra, ni una oración, ni un gesto para los muertos de la jornada. Coherencia populista que le dicen.

IX

A dictadores y gobernantes corruptos solo una “virtud” hay que reconocerles: son generosos con sus hijos. Esa “generosidad”, ese compartir el botín, los justifica, aunque el precio a pagar sea enlodar a sus herederos de por vida. Así fue con Trujillo, así fue con Somoza, así fue con Pinochet. Así es con Chávez, así es con Lula, así es con los Kirchner.

X

Desde la racionalidad capitalista, el oficio de motochorro en la Argentina es un negocio redondo: escasa inversión; capacitación elemental; ganancia segura; riesgos mínimos, por no decir ninguno en el paraíso de los jueces garantistas. En la sociedad de la eficiencia y el éxito, ser motochorro es un oficio noble respetado por jueces.

XI

¿Los jueces liberan a los presos por ideología anticapitalista? ¿Los liberan porque consideran que son víctimas de la explotación capitalista? Mmm...permítanme dudarlo... suena delirante suponer que los jueces impugnan el orden capitalista; por el contrario, la mayoría de ellos viven muy bien en el capitalismo. ¿Y entonces? Los motivos por la cuales más de un juez es tan permisivo con los delincuentes son muchos, pero importa señalar que por lo general es muy solidario con el curro “sacapresos” que da de vivir a tantos abogados.

XII

Es mentira, o por lo menos una verdad a medias, que las víctimas de los delincuentes son los ricos. Lo siento por las leyendas estilo Robin Hood o la del criminal defensor de los pobres y crítico de los ricos. Por el contrario, lo que las investigaciones y estadísticas demuestran es que en la vida cotidiana los más indefensos, las principales víctimas de los delincuentes son los pobres acechados y hostilizados diariamente por el rufián, el narco, el ratero o el cafiso del barrio.

XIII

No estoy del todo seguro que el compañero Papa sea la persona indicada para mediar en Venezuela. Un mediador es alguien que toma distancia de las partes y, de acuerdo con los hechos, el compañero Papa de los únicos que tomó distancia fue de los opositores a la dictadura, y con los únicos que conversó fue con los exponentes máximos de la dictadura.

XIV

Cristina es la dirigente con más votos en el peronismo, no porque lo disponga Macri, sino porque es la que mejor expresa ese remolino de ilusiones, resentimientos, mitos, sumisiones, que constituyen, según el ensayista Juan José Sebreli, “los deseos imaginarios del peronismo”. Cristina merece al peronismo y el peronismo merece a Cristina.

XV

Bastantes culpas tiene Macri como para que encima lo hagan responsable de que Cristina sea la dirigente más representativa del peronismo. Por el contrario, son los peronistas quienes deberían preguntarse -si es que el tema les interesa- por qué Cristina posee, a pesar de todo lo que se sabe, esa ascendencia “espiritual” sobre el peronismo. Y por qué en estos días los que abandonaron el barco regresan a la nave madre meneando la cola.

XVI

¿Sorprendida la opinión pública porque la ultraderecha italiana apoye al régimen de Nicolás Maduro? Lo siento por la decepción de la izquierda nacional y popular, pero la ultraderecha se comportó de manera coherente. Las autocracias, las dictaduras cierran filas con Maduro. No están equivocados. Saben muy bien lo que defienden. Los que todo caso deberían interrogarse son aquellos que dicen defender una sociedad más justa y más libre mientras apoyan a una narcodictadura responsable del hambre y la opresión de su pueblo.

XVII

El señor Agustín Zbar, ex titular de la AMIA, explica o se justifica planteando que todo lo que dijo, lo hizo con las mejores intenciones del mundo, pero que no lo entendieron. Equivocado señor Zbar. No es que no lo entendimos, lo suyo era tan evidente que lo entendimos demasiado. Desde los tiempos de Timerman lo venimos entendiendo. Nisman nos ayudó mucho en ese proceso de comprensión que a él en particular le costó la vida.

XVIII

Ricardo Alfonsín debería saber a esta altura del partido que su padre ni en joda se fotografiaría con Santiago Cúneo. No se trata de ser pluralista con los facinerosos, se trata de disponer de otra virtud, esa virtud que don Raúl, como los grandes demócratas de su tiempo, ejercía con talento y se manifestaba en su capacidad de indignación ante fascistas, criminales y malandras. Político sagaz, don Raúl sabía, además, que las fotos no son inocentes. Lo siento por Ricardo que es un hombre de bien, pero en homenaje a su apellido y a su linaje, debería saber que sacarse una foto con Cúneo es como sacarse una foto con Videla o con Massera.

XIX

Me divierte, y mucho, oír a los kirchneristas ponderar las virtudes de la movilidad social ascendente de la cual se consideran genuinos promotores. Mucho más me divierte cuando consideran que su gobierno es un ejemplo. Y vaya si lo es. El jardinero, el chofer, la cocinera, el cajero del banco, el matón a sueldo, la hija del colectivero, todos nacieron pobres y hoy son todos millonarios. A ese “milagro” el kirchnerismo lo denomina movilidad social ascendente. Bendito kirchnerismo que si bien dejó un treinta por ciento de pobres, a treinta pobres los hizo multimillonarios.