Julio Comesaña, otra vez “a calzón quitado”...

“No somos una maravilla”

  • El entrenador de Colón admitió que “hoy, Vélez es más equipo que nosotros” y dijo que “somos un equipo en construcción, atravesando una etapa de transición”. Insistió sobre que “no vine a Santa Fe a hacer sociales ni a andar en la noche” y que “hoy estamos lejos de lo que queremos como equipo”.
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Julio Comesaña y sus permanentes indicaciones durante el partido. Más allá, Gabriel Heinze, otro de los que vivió con plenitud el partido.

Foto: Ignacio Izaguirre-Matías Nápoli

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Tiene otro perfil Comesaña. Uno no sabe si le irá bien, regular o mal. El fútbol se maneja por resultados, lamentablemente, y serán ellos los que manden. El experimentado uruguayo pide tiempo, quiere que todos entiendan que esta es una etapa de transición. Pero su perfil es distinto al de Domínguez, por ejemplo, que muchas veces era poco autocrítico, al menos públicamente, y sólo se “desbocó” en aquella famosa noche en cancha de Huracán cuando tildó de “cagones” a sus jugadores adelante de todas las cámaras.

Comesaña es diferente porque no tiene empachos en decir que “Vélez, hoy, es más que nosotros”. Y sí, tiene razón. Vélez en el primer tiempo le tiró encima a Colón los diez puntos de ventaja que le lleva en la tabla. Y una jerarquía colectiva e individual que Colón no tiene. El mérito sabalero fue cambiar la historia. Se ayudó en una decisión muy bien tomada por Arasa —de buen arbitraje— de expulsar a Cufré. Y aprovechó la contingencia en el segundo tiempo para cambiar de plano el desarrollo del partido.

Pero la forma de ser de un Comesaña que recién lleva muy poco tiempo de trabajo en la Argentina, ha trastocado todos los “estándares” de los entrenadores. Sin ir más lejos, no debe extrañar, por ejemplo, que haya referenciado una cena que tuvo con los dirigentes. “Me reuní con ellos un día de la semana por la tarde, pero fue por temas que tienen que ver con mis permisos de trabajo, pues vengo del exterior y es la primera vez que me toca dirigir en este país. Estuvimos dos o tres horas, no recuerdo bien cuánto y se hizo la hora de comer. Me invitaron y soy una persona que no deshonro a quién me invita. Así que nos fuimos a cenar”, dijo, en una declaración que si bien no dice nada, puede llamar la atención si se toma en cuenta que se hizo en un vestuario y a pocos minutos de terminado un partido.

“El resultado nos ayuda a mejorar en todos los aspectos, porque una cosa es trabajar cuando no se pierde y otra muy distinta es hacerlo cuando se pierde. Se torna difícil enfrentar a un rival como este Vélez. La realidad, y lo digo así, con todas las letras, es que hoy Vélez es más equipo que Colón. Por eso, el punto es muy valioso”, fue una de las reflexiones del entrenador uruguayo.

Sobre lo bueno que hizo el equipo, aceptó que “los últimos 25 minutos del partido fueron buenos. Vélez tuvo escaramuzas, pero sin riesgo para nosotros. Pudimos generar más fútbol a partir de los cambios. Se aprovecharon mejor los espacios y dominamos”.

Luego ensayó una rápida explicación de la jugada del gol de Vélez, apenas iniciado el partido: “La idea era salir con un 4-3-1-2. Sabíamos que Vélez iba a jugar por los laterales y la idea era la de esperarlos atrás y no darle espacios. Salimos desprotegidos a marcar, sin escalonarnos y, de pronto, metieron un cambio de frente y apareció solo De la Fuente. Fue un buen gol, pero nos tomó haciendo algo equivocado”, dijo. Y agregó que “Vargas y Bouzat, con pierna cambiada, hacen un lío bárbaro porque son desequilibrantes, van sobre los laterales pero luego enganchan para adentro y complican”, en referencia a que Vélez es un equipo que pone a un diestro (Vargas) a jugar por izquierda y a un zurdo (Bouzat) a hacerlo por derecha.

Siguió hablando de Vélez y dijo que “el que marca la superioridad es el arquero. Vélez tiene a Hoyos que sale jugando desde atrás como si fuese un defensor y cuando se sienten apretados, se la dan a él. Por eso, nuestra idea era la de no salir a marcar arriba sino esperarlos. Ellos tienen buena salida por los laterales y enseguida la hacen correr y la juegan con su arquero, por eso se complicaba apretarlos arriba”.

Después, admitió que “la idea en el medio era que Zuqui no juegue tan sobre la banda sino más adentro. Y Heredia es un jugador que se siente más cómodo jugando por adentro también. No somos una maravilla, somos un equipo en construcción que busca un estilo y hoy tengo que decir que estamos lejos de lo que queremos”.

También habló de Morelo y dijo que “entiendo lo que le pasa, porque él jugó un último partido ante Millonarios y luego llegó a Santa Fe, se entrenó y recién ahora jugó 90 minutos después de mucho tiempo. Va a ir tomando forma de a poco”.

No tuvo empachos en volver a hablar de sus declaraciones en la semana, cuando dijo que “adentro del club hay alcahuetes”. “Ustedes, los periodistas, no son los culpables, porque ustedes hacen su trabajo... Miren, para ser más claro: las redes sociales no son malas, el periodismo no es malo, los clubes no son malos. El problema somos los seres humanos, que los hacemos malos. Los paises son maravillosos, todos. El problema está en los que vivimos, en los que gobiernan y en los que los hacemos. Al tema de la semana lo hablé con los dirigentes, obviamente. Fui claro cuando dije que estaban traicionando al club brindando información. Pero eso no es algo que pasa en Colón, pasa en todos los clubes”.

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El festejo de Esparza y Cadavid con el autor del único gol rojinegro. Es el segundo de la cosecha del Pulga Rodríguez en tres partidos. Colón volverá a jugar el viernes que viene, como local ante Banfield.

Foto: Ignacio Izaguirre-Matías Nápoli

Después se refirió también a su relación con los jugadores. “Estamos más cercanos. Ellos me ven como un veterano, con el pelo blanco. Es como que me están midiendo. Yo los observo y veo cómo se comportan. Trato de no hablarles demasiado y de ser claro en lo que les quiero transmitir. Muchos se preguntan si yo sé o no sé, si conozco o no conozco el fútbol argentino. Y les puedo asegurar que a muchos de los que descreen de mis conocimientos, les hago dos preguntas del fútbol argentino y los liquido. Estamos atravesando un semestre de transición, se lo dije a los señores Vignatti, Fleming y Darrás, con quienes tuve más acercamiento en todo este tiempo. Este es un semestre de transición, lo cual no quita que busque ganar en todos los partidos”.

Por último, insistió sobre este punto y dijo que “hay que ver la hoja de vida de cada persona antes de largarse a decir algo. Yo nunca estuve tres años sin trabajo. Siempre lo tuve y siempre me buscaron para contratarme. Trabajo no me faltó y fíjense que he peleado muchas veces por cosas importantes. He perdido y algunas veces he ganado. Tengo amor por el fútbol, dedicación plena para lo que más me gusta. No vine a Santa Fe a hacer sociales ni a andar en la noche, sino que vine a engrandecer a una institución que me buscó y me contrató, porque eso me dará prestigio. Es mi filosofía”.

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El Pulga Rodríguez le pega firme y fuerte a la pelota en el penal. Hoyos adivinó y la pelota ingresó en el arco local por la gran potencia que traía el remate. El arquero casi lo ataja.

Foto: Ignacio Izaguirre- Matías Nápoli

Reserva

Buen triunfo consiguió la reserva sabalera, que venció a la de Vélez por 1 a 0 con gol de Brian Galván. El equipo de Luciano Calcagno formó con Hass; Meza, Garcés, Espíndola y Barreto; Pierotti, Moschión, Malimberni y Taborda; Zurbriggen y Brian Galván.

Lo de Cufré fue alevoso

Se estaba percibiendo que los defensores de Vélez mostraban un ímpetu y una vehemencia especial en cada pelota dividida. Morelo era uno de los que sufría esa situación, hasta que Cufré fue a disputar un balón con Leonardo Heredia y lo hizo con tanta violencia que Arasa, de buen trabajo, no dudó en expulsarlo cuando se jugaban 33 minutos del partido.

La pelota quedó más cerca de Heredia que de Cufré y el defensor levantó la pierna para caer con todo el peso de su cuerpo y con la plancha levantada sobre la tibia y el empeine del jugador sabalero.

Después, Arasa tuvo otro acierto en la maniobra del penal. Estaba muy cerca cuando observó que Cubero llegó tardíamente y derribó a Esparza. Además, mostró personalidad para manejar la situación a pesar de que todo Vélez llegaba sugestionado al partido por lo ocurrido en el último encuentro, ante Huracán.

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Casi cayéndose, Fritzler y Nicolás Domínguez disputan la pelota. El volante sabalero arrancó con el pie torcido pero luego empujó al equipo.

Foto: Ignacio Izaguirre-Matías Nápoli

Allanamiento.

El viernes a la mañana se produjo un allanamiento del estadio, ocasión en la que los organismos de Seguridad se llevaron los telones que habían sido desplegados en el partido ante River, última vez que Vélez jugó como local. Se comentaba antes del partido que a los 30 minutos iba a haber un minuto de protesta y que la gente se iba a colocar dándole las espaldas al partido. Pero esto no ocurrió.