El rival sabalero del domingo

Antes, Talleres juega en Chile

De la Redacción de El Litoral

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“El equipo está unido, es una barbaridad lo que corrió. Quiero destacar con mayúsculas a Juan Pablo Vojvoda (43 años), por poner un chico como Díaz que no tenía un partido en Primera, y lo puso contra SÆo Paulo y en el Morumbí. Todo lo que generó y la convicción que le dio a este equipo... Si me preguntás quién es el mejor jugador nuestro, el equipo y Vojvoda”. Andrés Fassi, presidente de Talleres, se expresaba así el inolvidable 13 de febrero pasado, desde las mismísimas entrañas del mítico Morumbí y a minutos de haber eliminado a SÆo Paulo, tricampeón de la Copa Libertadores, en uno de los triunfos más grandes de su gestión deportiva en Talleres, desde que puso un pie en el club allá por noviembre de 2014, hace casi cinco años. Desde el Federal A hasta la vuelta a los planos internacionales en poco tiempo.

Esa noche no se terminaba nunca, ya que el regreso a la Copa, algo que no se daba desde 2002, se había hecho con pie firme. Muchos no pudieron dormir en el hotel Grand Hyatt, de San Pablo, donde se había instalado el campamento albiazul. No durmieron Fassi ni los directivos, muchos de los jugadores y tampoco quien había sido aludido en esa expresión fuera de todo libreto. Vojvoda, o “Chufo”, para los que se criaron junto con él en Cruz Alta.

Esa noche fue especial para el entrenador del primer equipo. Es más, JPV podría quedarse tranquilo con el hecho de que las palabras fueron igual o más sentidas que las que se llevó su antecesor, Frank Darío Kudelka, hoy en Universidad de Chile.

Sin embargo, el DT que jamás había jugado la Copa Libertadores (sí había disputado la Sudamericana con Defensa) eligió la mesura y consideró al logro como de todo el equipo y de la directiva que confió en él para un reto mayúsculo.

Eliminado de la Copa Argentina 2018 y con una Superliga en la que Talleres no había sido protagonista, el cruce con SÆo Paulo era un desafío que Vojvoda necesitaba ganar. En todo sentido.

El equipo aún no ha perdido en 2019 y, lo más importante (3-1 a Banfield y 1-0 a Estudiantes, 0-0 con Independiente, Atlético Tucumán y Huracán, por Superliga; 2-0 y 0-0 con SÆo Paulo, y 2-2 con Palestino, por Copa), mantuvo la propuesta ofensiva (“Jamás la vamos a resignar”, dice siempre el DT) para el equipo titular que juega la Copa Libertadores y para el alternativo que afronta la Superliga.

“La mente sigue puesta en el partido más importante que tenemos, que es ante Palestino. Lo planificaremos, luego serán los jugadores quienes traten de cumplirlo”, dijo ayer el DT albiazul.

Todos se juegan mucho. Si Talleres accede a la fase de grupos, se hará historia, ya que en su vuelta a la Copa el equipo habrá igualado lo hecho por aquel de 2002: jugar la fase de grupos. “JPV” lo sabe y por eso sigue siendo mesurado, aunque eso no implica que no sea autocrítico.

“Tenemos que ser un equipo más compacto y no tan largo. Necesitamos ganar. Hay muchas variantes dentro de un partido. El 1-2 parcial de Palestino nos tocó, pero ya está. Hay que ganar, eso ya pasó. Son aspectos por corregir. Por caso que nos hayan llegado por el sector izquierdo”, afirmó el ex-DT de Defensa y de Newell’s, quien se animó a mirar más allá.

“Nos debemos a nuestro público y buscaremos darle lo mejor. Sé que va a ir mucha gente a Chile”, concluyó el entrenador. Cada uno tratará de dar su mejor versión, Vojvoda incluido. El Mundo Talleres espera que así sea.