Las dos caras de un mismo Unión...

Del valor al temor

Jugó un muy buen primer tiempo, ganaba por dos goles de diferencia, se replegó en demasía, permitió que le empaten y luego recuperó convicción y tuvo tres mano a mano en los cinco minutos finales. El problema, ¿es de la cabeza?

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Un lamento tras otro. Bruno Pittón se toma la cabeza y Zabala, que entraba solo por el medio, también se lamenta. Fue una de las jugadas de gol que tuvo Unión sobre el final. El remate de Bruno fue tapado por Marinelli, figura del partido.

Foto: Ignacio Izaguirre

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Los análisis futboleros se intensifican a partir de los resultados. Si alguno de los tres mano a mano del final del partido hubiese terminado en gol, se hablaría de otra cosa. O en todo caso, lo que pasó en el segundo tiempo se habría convertido en una anécdota. Unión fue una cosa en el primer tiempo y otra después. La convicción y la seguridad para atacar con rapidez a Tigre, aprovechando los espacios enormes que había en el medio y en el sector defensivo, que fue distintivo en el primer tiempo, se convirtieron en dudas, temores y un repliegue excesivo en el segundo. ¿Estrategia?, ¿mérito del rival?, es lo que uno se pregunta. Madelón dijo que no mandó al equipo a replegarse, pero Unión lo hizo. Y esto va más allá de la decisión de jugar con cinco atrás, que el técnico tomó promediando el segundo tiempo cuando sacó un punta para poner a Corvalán. No funcionó, como sí había funcionado en otras oportunidades. No es perfecta la táctica de los cinco atrás, pues de ser así, se utilizaría siempre. A Unión lo ayudó en varias ocasiones, sobre todo cuando el rival suma delanteros adentro del área y juega a tirarles centros. Pero hubo una cuestión que se hace repetitiva en Unión en los últimos tiempos y que es una actitud más temerosa en los segundos tiempos y no tan impetuosa y decidida como en los primeros. Eso lo lleva a jugar mejor en la parte inicial y no tanto en el segundo tiempo. Los últimos dos partidos, más allá del detalle clave y fundamental de la expulsión de Martínez ante Boca, son reveladores. Incluso ante Huracán, cuando ganaba bien y casi se complica cuando Barrios descontó antes de que Troyanski liquidara el partido.

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Unión lo “prepeó” a Tigre en el comienzo. El planteo inicial fue sorprendente para el rival, lo atacó con convicción y lo lastimó. Metió el primero en una réplica mortal, enseguida vino el segundo y casi llega el tercero en el primer mano (el de Lotti) que tapó Marinelli, figura del partido. Tigre metía mucha gente en el campo de Unión y Unión aprovechaba esa contingencia para recuperar y partir con rapidez, atacando espacios a través de Zabala y Fragapane, ambos de muy buen primer tiempo, sobre todo el uruguayo, autor del primer gol y rápido y determinante en los contragolpes. A Fragapane le costaba un poco más por el repliegue de Menossi, pero igual salía rápido. Y los puntas ayudaban, en ese afán por sorprender siempre. Tigre tenía también determinación para jugar, con Montillo y Janson como lo más peligroso, más la presencia insinuante de Federico González. No había tiempo para detenerse, era todo vertiginoso, dinámico, interesante. Dos equipos con vocación ofensiva que cometían errores pero que entregaban absolutamente todo por el espectáculo, que era interesante y atrapante. ¿Pudo descontar Tigre en el primer tiempo?, claro que sí. Unión tuvo salvadas provindenciales y Nereo comenzó su aporte de figura; pero Unión también tuvo chances de aumentar el marcador. Todo eso en un primer tiempo en el que, si había fallas, quedaban disimuladas por la frontalidad, el despliegue y la vocación por buscar siempre el arco de enfrente que mostraban los dos.

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Unión dejó que Tigre se lo llevara por delante después. El repliegue defensivo fue notorio. Los volantes ya no tuvieron el protagonismo del primer tiempo, salvo Mauro Pittón, que fue el único que tomó la lanza y atacó esos espacios amplios que dejaba el adelantado Tigre en defensa. Gorosito tuvo respuestas rápidas en el banco. Entró muy bien Cachete Morales y también el Chino Luna. Además, puso a Vera y terminó con tres delanteros (Vera, Luna y González), más Montillo y Morales para manejar la pelota, más Menossi que aparecía por sorpresa por la derecha (así llegó el primer gol). Pero Unión lo dejó venir demasiado, perdió iniciativa, perdió frescura y perdió esa convicción y seguridad para hacer su juego. Unión es un equipo al que le gusta que lo ataquen, pues allí encuentra el mejor resquicio para lastimar al rival: quitarle la pelota y contraatacarlo. Fue lo que le salió muy bien en el primer tiempo, porque Tigre le jugó a Unión como un equipo grande; pero esa seguridad por imponer su juego, se perdió en el segundo tiempo. Y Tigre lo aprovechó. Madelón metió línea de cinco y dejó muy solo a Andrada arriba para que aguante la pelota y espere la llegada de los volantes. Pero la pelota volvía rápido y Unión esperaba muy atrás. Madelón dejó el último cambio sin ejecución hasta que se produjo el gol del empate de Luna. Tenía la opción de Matías García para respaldar el trabajo de contención, la de Ríos para darle aire y fútbol o la de Darío Bottinelli para tener la pelota. Todas eran válidas para adelantar un poco más al equipo y detener lo que se veía venir.

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El final, lo que pasó en el tiempo de descuento (cinco minutos) que dio Echavarría, habla por sí solo de la situación: Unión tuvo tres mano a mano para quedarse con el partido. Tigre, que había empatado casi milagrosamente, con algo de hazaña, empujado por 20 mil personas, parecía tener el timón anímico del partido; sin embargo, ese final fue a toda orquesta de Unión y dilapidó tres situaciones clarísimas para ganar. Unión pudo y debió ganar el partido. Pero la pregunta es: ¿por qué se despertó recién en el final?, ¿por qué lo que hizo en ese tiempo de descuento, recuperando seguridad y convicción, no lo hizo antes?, ¿por qué ese repliegue excesivo?... Si alguno de los mano a mano entraba, todo pasaba a ser una anécdota. Pero cobra valor por el resultado: Unión ganó un punto, pero perdió los otros dos.

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Yeimar siempre está... A veces buscando y ganando de arriba y otras aprovechando una pelota que quedó boyando (luego de un cabezazo de Bottinelli) para empujarla y marcar el segundo gol.

Foto: Ignacio Izaguirre

Es cierto que Unión ganó un punto, pero también es verdad que perdió los otros dos; era un partido que pudo y debió ganar.

Tigre 2

Unión 2

Tigre: Gonzalo Marinelli; Martín Galmarini, Gerardo Alcoba, Néstor Moiraghi, Lucas Rodríguez; Lucas Menossi, Sebastián Prediger, Jorge Ortiz; Walter Montillo; Lucas Janson y Federico González. A.S.: Guruceaga. Estuvieron en el banco: Canuto, Cardozo y Cavallaro. DT: Néstor Gorosito.

Unión: Nereo Fernández; Brian Blasi, Jonathan Bottinelli, Yeimar Gómez Andrade, Bruno Pittón; Diego Zabala, Mauro Pittón, Javier Méndez, Franco Fragapane; Franco Troyanski y Augusto Lotti. A.S.: Peano. Estuvieron en el banco Zurbriggen, Darío Bottinelli y Matías García. DT: Leonardo Madelón.

Goles: en el primer tiempo, 6m. Zabala (U) y 12m. Gómez Andrade (U). En el segundo tiempo, 16m. Menossi (T) y 42m. Luna (T).

Cambios: en el segundo tiempo, 15m. Diego Morales por Galmarini (T); 19m. Federico Andrada por Lotti (U); 20m. Diego Vera por Janson (T); 23m. Claudio Corvalán por Troyanski (U); 30m. Carlos Luna por Ortiz (T); 46m. Lucas Ríos por Fragapane (U).

Árbitro: Pablo Echavarría.

Cancha: Tigre.

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“¿Llevátelo a tu casa?” Gerardo Alcoba debió ser expulsado por Echavarría, en uno de los pocos errores que tuvo el árbitro del encuentro. En esta acción, toma de la camiseta a Lotti.

Foto: Ignacio Izaguirre

Bajo la lupa

NEREO FERNÁNDEZ (7).- Muy buena actuación, nada que hacer en los goles y con atajadas de mucho mérito, como dos tiros libres (Morales y Rodríguez) y un cabezazo de Alcoba.

BLASI (5).- Algo complicado con Janson y obligado a adelantarse un poco para taparlo a Morales, que se paró como volante por izquierda cuando ingresó.

GÓMEZ ANDRADE (7).- Otro de los jugadores para rescatar. Marcó un gol y estuvo bastante seguro en la marca, aunque en la jugada del primer gol perdió una dividida con Federico González y de allí nació la jugada.

BOTTINELLI (5).- Era el que debía adelantar al equipo y no permitir que se retrocediera tanto en el segundo tiempo. No estuvo a la altura de siempre.

BRUNO PITTÓN (6).- No se proyectó tanto, pero en el final fue protagonista de uno de los mano a mano que tapó Marinelli.

ZABALA (7).- Hizo un gol, participó de varias jugadas de peligro, armó una que fue monumental y que desperdició Ríos en el final, fue muy bueno lo suyo en el primer tiempo y tuvo un pasaje en el que le costó recuperar el aire.

JAVIER MÉNDEZ (5).- Ordenado, prolijo, a veces participando del juego y en otras sufriendo la rapidez y el buen toque de primera de los volantes de Tigre. Le cuesta adaptarse al ritmo más rápido del fútbol argentino.

MAURO PITTÓN (6).- Fue el único que entendió, en el segundo tiempo, que no había que bajar tanto.

FRAGAPANE (6).- Arrancó para comerse la cancha y de a poco fue perdiendo gravitación. Rápido y penetrante en el primer tiempo, quedado como el resto en el segundo.

LOTTI (5).- De movimientos interesantes, participando del juego, solidario para tapar la salida de Tigre y con la posibilidad de convertir que se la birló Marinelli. Alternó todo eso con momentos de imprecisión.

TROYANSKI (5).- Generoso para el despliegue y para la búsqueda constante, con gran ritmo físico. Carencias e imprecisión a la hora de terminar las jugadas.

ANDRADA (5).- Puso voluntad y rápidamente quedó como único delantero de punta. Unión dejó de atacar y se le complicó. No le quedó ninguna para llegar al gol. La idea fue que intentara aguantar la pelota para esperar la llegada de los volantes.

CORVALÁN (5).- Debió estar atento a los múltiples centros a los que apostó Tigre. Le dio un espacio de ventaja a Luna en el segundo gol.

RÍOS.- Muy pocos minutos y a punto de convertir el tercero en la última jugada del partido.