FUERTE TRABAJO EN LOS BARRIOS

4.700 jóvenes regresaron a las aulas con el Vuelvo a Estudiar

El programa tiene tres líneas: Territorial, Virtual y Tiempo de superación. La ministra Balagué consideró que el plan garantiza un derecho fundamental. El testimonio de tres hermanas.

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“Si no tenés un título secundario, no conseguís trabajo”, expresan las egresadas que ahora van por una carrera terciaria o a la universidad.

Foto: Prensa Gobierno de la provincia.

 

Redacción de El Litoral

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4.700 jóvenes retomaron sus estudios mediante el programa Vuelvo a Estudiar a partir del trabajo de los equipos territoriales del Ministerio de Educación de la provincia. La convocatoria, realizada bajo la modalidad casa por casa, estuvo dirigida a aquellos santafesinos que, por distintos motivos, dejaron inconclusa su escolaridad. Fueron contactados por más de 80 consejeros juveniles junto a equipos socioeducativos de la cartera provincial y grupos territoriales de los municipios.

La ministra de Educación de la provincia, Claudia Balagué, señaló que “este plan nos permite garantizar un derecho fundamental como es el de la educación, que nosotros consideramos como la madre de muchos otros derechos. La educación permite a cada ciudadano una vida digna, un trabajo decente, un proyecto de vida individual y colectivo. Y el Plan Vuelvo a Estudiar es una acción concreta y contundente, con la llegada del Estado al territorio para garantizar efectivamente ese derecho a la educación”.

Desde 2013, el gobierno de la provincia de Santa Fe lleva adelante el plan Vuelvo a Estudiar, una estrategia de inclusión socioeducativa destinada a jóvenes y adultos que por diferentes razones no han concluido su educación secundaria. Hasta el momento, más de 25.000 estudiantes fueron incluidos a través de las tres líneas del Vuelvo a Estudiar: Territorial (17.791), Virtual (6.225) y Tiempo de Superación (1.312).

CASA POR CASA

En las grandes ciudades, las visitas masivas de los equipos del Vuelvo a Estudiar se concentran en los barrios priorizados por el Plan Abre, a los que se suman otros sectores con mayor cantidad de estudiantes. Durante el año, los consejeros juveniles de cada territorio continúan visitando casa por casa a los jóvenes y acompañándolos en el regreso a la escuela, o bien, en el cursado de otras trayectorias puente que permitan encarar la vuelta a la escuela.

Estos equipos visitan en dupla a los estudiantes en sus domicilios a partir de un listado que se construye con los datos que arroja el Sistema de Gestión y Administración Escolar (Sigae Web), creado en 2008 y único a nivel nacional. El sistema registra a los estudiantes con DNI, lo que permite relevar sus trayectorias educativas, detectando las situaciones de interrupción del cursado.

Cada año se toman del Sigae los datos de aquellos estudiantes que no registraron inscripciones en el sistema durante el año precedente. En este ciclo lectivo, se buscaron jóvenes que, habiendo estado inscriptos en 2017, no registraron inscripciones en ninguna escuela durante 2018.

Una vez en el aula, los estudiantes tienen un consejero estudiantil que los acompaña en el proceso de contención y hace de nexo entre la escuela y el barrio.

UN PUNTO DE PARTIDA

Sheila, Eliana y Cecilia Martínez son hermanas que terminaron los estudios secundarios mediante el Plan Vuelvo a Estudiar, línea Territorial. Ahora se inscribieron en la carrera de Enfermería de la Facultad de Medicina y en Gastronomía.

Cecilia Martínez tiene 27 años, vive con dos hijas de 11 y 5 años, y retomó la escuela porque su hermana Sheila ya se había inscripto en el Plan Vuelvo a Estudiar. “Quiero estudiar Enfermería; a mi mamá siempre le gustó esa carrera, pero por un tema económico nunca pudo. Ella vino de Corrientes y siempre quiso estudiar”, relató Cecilia.

Del plan del Ministerio de Educación rescata la predisposición de los referentes territoriales, en su mayoría jóvenes de menos de 35 años, que buscan casa por casa a los jóvenes que abandonaron la escuela. “Los chicos referentes me ayudaron con el ingreso y pude terminar en el Eempa”, contó.

Sheila es la hermana del medio, tiene 22 años y había dejado la escuela. “El programa me ayudó a encontrar una escuela. Antes buscaba, pero o me quedaba sin banco o me perdía las fechas”, explicó. “Ahora quiero estudiar la carrera de chef, porque trabajo en el rubro y quiero perfeccionarme”, agregó.

En tanto, Eliana, la menor, reconoció que “si no tenés el título secundario, no conseguís ningún trabajo. También, me anoté en la carrera de Enfermería, mientras sigo buscando trabajo”. El paso por el secundario no sólo les dio un título a las tres, sino la oportunidad de seguir formándose en una carrera universitaria y terciaria.