Mañana a las 20, el Tate pisa la Ciudadela

De la Redacción de El Litoral

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Es cierto que estará Leonardo Carol Madelón —con todo lo que éso genera— sentado en el banco de relevos. Es cierto que la Copa de la Superliga es un torneo nuevo oficial y se le debe dar la importancia que merece. Pero también es cierto que a las 20 de este sábado el cuerpo de Unión estará en la Ciudadela tucumana para jugar contra el descendido San Martín de Caruso Lombardi pero la mente del Tate ya está instalada en los 2.850 metros sobre el nivel del mar en la ciudad ecuatoriana de Quito.

Como todo el mundo imaginaba, Unión preservará a su posible once titular para ir a la altura del Estadio Olímpico Atahualpa, incluso con la gran duda que genera la molestia física de Nelson “Chaco” Acevedo, algo que se podrá resolver recién en las horas previas al partido copero del miércoles a la noche en Quito.

¿Qué es lo que arma Leo en este partido de ida frente a los tucumanos de San Martín en la Ciudadela?. Para este primer “chico” de un partido largo de 180 minutos, dejará el arco en manos del juvenil Marcos Peano.

En el fondo, más allá de algunas ráfagas de Blasi, toda la responsabilidad en la última línea se respaldará en “Santi” Zurbriggen y el “Mugre” Corvalán, siendo el más “pichón” de todos el chico Calderón.

En el medio aparecerá dos que fueron sumando minutos, como el chico Ríos y el uruguayo Méndez, además de García y la pegada de Darío Bottinelli, el hermano del zaguero.

Finalmente, en ofensiva, los nombres de Maximiliano Pablo Cuadra y Augusto Lotti generar la idea del entrenador para lastimar en cualquier momento a los tucumanos de Caruso Lombardi.

No son los titulares, éso es obvio. Es muy respetable el binomio de ataque (Cuadra/Lotti), está el oficio de Zurbriggen y Corvalán atrás, además de todocampistas como Ríos y Méndez que conocen a la perfección lo que quiere Leo Madelón.

En cuanto al rival, ni bien el descenso de San Martín quedó confirmado, en La Ciudadela se trazaron un nuevo objetivo: aunar esfuerzos y encarrilar un trabajo a largo plazo que les otorgue la posibilidad de retornar a la Superliga lo antes posible.

En cuanto al “Droopy”, quieren que siga: “Tengo contrato hasta junio, pero las ganas de seguir están. Una vez que termine el torneo me reuniré con los dirigentes para ver ese tema”.

Después del juego con Boca, Ricardo Caruso Lombardi comenzó a armar el equipo en torno a los futbolistas que pueden llegar a ser la base del nuevo plantel. Así, contra Estudiantes y San Lorenzo, varios de los que fueron una fija durante la Superliga no aparecieron en escena y otros resurgieron desde el ostracismo y comenzaron a ganarse un lugar importante en la consideración de cara a la B Nacional.

El equipo estuvo lejos de resentirse en cuanto a estructura y funcionamiento. Todo lo contrario. Pese a que San Martín no pudo ganar, se lo vio más compacto en defensa (fue uno de los principales déficits de la temporada) y pese a que le costó horrores convertir, generó varias situaciones en esos dos juegos.