Empató sin abrir el marcador ante Tigre

Colón sigue sin descubrir fútbol

En el debut en la Copa de la Superliga, el equipo de Lavallén sólo mejoró “algo” en la actitud, pero futbolísticamente todavía no encuentra la manera de lastimar al rival de turno.

Alberto “Nene” Sánchez

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Pablo Lavallén dijo después del 0-0 frente a Tigre que “lo positivo es que no nos marcaron goles”. Está bien, no hay que olvidarse que este equipo se “comió” tres de Aldosivi y tres de Gimnasia, en dos partidos de visitante, y con muchos errores puntuales

Justamente esos dos encuentros están dentro de una racha negativa de 10 partidos sin sumar de a tres, con cinco derrotas y cinco empates.

Es verdad que la pobre igualdad de ayer ante este Tigre, que si bien descendió a la B Nacional desde que es dirigido por “Pipo” Gorosito mantiene un invicto de ocho partidos sin perder (cinco triunfos y tres empates), fue por el certamen recientemente creado y denominado Copa de la Superliga, pero realmente para Colón “todo es igual, nada ha cambiao...”.

Y eso que ya han pasado varios días y consecuentemente varios entrenamientos después de las declaraciones del entrenador, luego de la también pobre igualdad (1-1) contra San Lorenzo, que hablaba que “nos han tocado jugar muchos partidos sin tener la posibilidad de entrenar para que podamos conocernos”.

Sin embargo, Colón sigue sin descubrir fútbol. No es casualidad que el equipo sea silbado e insultado cada vez que se retire del campo de juego del Brigadier López. Es cierto que anoche no fueron tantos los silbidos y los insultos, pero eso tampoco es casualidad, porque las tribunas del estadio estaban en un 40 por ciento de su capacidad.

Pero vayamos a lo futbolístico. Agreguemos el atenuante de tener a varios jugadores lesionados, como son los casos de Luis Rodríguez, Leonardo Heredia, Matías Fritzler y Wilson Morelo, por nombrar a los que más minutos han tenido, y en el caso de la “Pulga”, el delantero goleador, asistidor y por eso sin dudas figura del equipo.

Lo que sucedió anoche en el Cementerio de los Elefantes fue lógico, porque Lavallén presentó un equipo con lo que tenía a mano contra un Tigre que con la llegada de “Pipo” Gorosito cambió la mentalidad obligado a sumar de a tres para llegar a la última fecha de la Superliga con posibilidades de salvación.

Le alcanzó para una parte del objetivo: llegar a esa instancia con chances, pero no lo logró del todo. Pero con “Cachete” Morales, Montillo, Cardozo, Janson y “Fede” González, la impronta de Tigre es otra; y contra eso jugó Colón.

Lavallén pergeñó un planteo a “largo plazo”, sabiendo que este partido aún no terminó. El primer tiempo terminó 0 a 0 pero todavía queda el segundo tiempo a jugarse el próximo domingo a las 13.15 en Victoria. Lo importante era no perder frente a un equipo que venía “dulce”. Y lo logró.

¿Cómo?, luchando. Con Zuqui como abanderado, con Estigarribia (dándole una gran mano) y Bernardi jugando más “adentro” que de costumbre, con Chancalay y Esparza como “extremos” pero siempre colaborando, y con un solo punta como Leguizamón. A todo eso hay que sumarle una defensa que priorizó eso: defender, permitiendo solamente alguna “corajeada” de Escobar por izquierda.

Si bien el Sabalero jugó en su reducto, el partido de ida seguramente salió más parecido a como lo quería Lavallén que a como lo quería Gorosito. No estoy diciendo que Colón jugó a defenderse y que Tigre vino a “comérselo crudo”. Sólo pienso que cada uno, con sus armas, hizo lo que tenía que hacer, y uno de ellos (Colón) se sintió más cómodo con el resultado que el otro (Tigre).

El fin de semana que viene (antes está la revancha de la Sudamericana ante los peruanos, el martes a las 21.30), terminará este choque que comenzó anoche. La obligación será de los dos, uno se quedará afuera de la Copa de la Superliga. Y aunque Colón sigue sin descubrir fútbol, mantiene la esperanza de continuar en carrera.

Cada vez más grande. La foto es realmente espectacular para dimensionar cómo quedará el Cementerio de los Elefantes en muy poco tiempo, cuando la dirigencia que encabeza José Néstor Vignatti presente el cerrado total del anillo, con unas 1.900 butacas que se agregarán en la cabecera sur que da espaldas al Fonavi del Barrio Centenario. Sin dudas, un estadio cada vez más grande y mejorado.

Foto: Pablo Aguirre

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