El “Loco” Stelhick en Ecuador, mano a mano con El Litoral...

“Yo no me confundo: Unión, como club, se vino abajo”

El ex jugador tatengue, que ahora trabaja para Liga de Quito, fue crítico a la gestión de Luis Spahn y dijo que “Unión y Madelón, que es un gran entrenador, tienen que dar el salto de calidad. Esto es bueno, pero no para decir que es histórico”.

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Eduardo Stelhick y El Litoral, en la charla a escasos metros del Atahualpa de Quito el día del partido. “El que más conoce a Unión, por lejos, es Marcelo Martín”, señaló.

Foto: Juan Carlos Oldani

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Quito, Ecuador)

Es una referencia en Ecuador, como en alguna oportunidad lo fue el Lito Bottaniz, un ex compañero de aquéllos tiempos de grandeza en Unión a finales de los 70. Trabaja cerca de Quito, en un centro de formación y captación de juveniles para Liga de Quito, el equipo más exitoso de Ecuador en los últimos tiempos. Eduardo Stelhick tiene un nombre en Unión, una trayectoria que lo avala y un conocimiento que respalda todo lo que él dice. Surgido de las canteras, en varios momentos de la charla con El Litoral, en ese bulevar que desemboca en el Atahualpa de Quito que estaba plagado de hinchas tatengues, el “Loco” dijo lo suyo. Para que lo escuchen.

—¿Qué sentís, como unionista que sos, de este momento histórico?

—Siento que es histórico porque se entró en una copa internacional por primera vez, pero no por salir octavo o décimo. No veo que sea histórico salir en esa posición. Hace unos años, Atlético Tucumán y Defensa yJusticia no eran nada y hoy están jugando la Copa Libertadores. Si yo fuera dirigente, le renuevo por 4 años a Madelón, pero Unión y Madelón necesitan el salto de calidad. Si de 26 equipos hay 10 que entran en copas internacionales, no es para decir que se hace historia, deportivamente hablando. Lo digo desde el corazón y tratando de ser razonable. Ojo que creo que Leo Madelón es un grandísimo entrenador y está haciendo un tremendo trabajo en el club. Pero también digo que la gente no debe confundirse. Ni los de afuera, ni los de adentro. Hay que apostar al verdadero salto de calidad.

—Obviamente que Spahn entra en estas “generales de la ley” que estás planteando...

—Mirá, conozco al club desde hace 55 años, así que nadie me va a venir a contar cómo es Unión. Institucionalmente, el club se vino abajo.

—¿Por qué lo decís?

—Porque entrás al gimnasio y están las baldosas salidas, los baños impresentables, el estacionamiento está muy mal, hay basura por todos lados. El que conoce el club, como yo, se agarra la cabeza. Todavía hay canillas que están de la época en la que yo jugaba en inferiores y tomábamos el agua de la canilla para refrescarnos. Cuando estaba en Santa Fe y entraba a Unión para llevar a mi nietito a la escuelita de fútbol, me volvía enseguida porque realmente veo todo muy deteriorado. Pero en Unión todos creen que Spahn es un salvador.

—¿Por eso de que es necesaria una chequera para manejar el club?

—Todos dicen que si no hubiese aparecido él, no tendríamos ni luz ni agua ni nada. Y ningún club desaparece. Fijáte Racing. Debía 70 millones de dólares hace tres años y se presentaron tres listas. Nadie se funde en la Argentina, ningún club desaparece. A Unión lo tienen que manejar los unionistas, los capaces, los que conocen el club, Unión tiene que volver a ser de los unionistas. Y no digo lo que digo por Spahn...

—¿Por quién lo decís?

—Hablo de que tienen que aparecer todos a colaborar... Ultimamente he hablado poco, porque nunca falta el estúpido que me sale a decir por qué no le hice el gol al Pato Fillol en la final del 79 contra River. A mi nadie me va a callar la boca ni decir lo que puedo y lo que no puedo decir.

—¿Te llamó alguien en todo este tiempo?

—No, nadie... Mirá, en Unión hasta las paredes me saludan. Pero una vez se enojaron conmigo, cuando desarmaron el equipo de Kudelka donde estaban Bologna, Rosales, Velázquez, y se fue al descenso. Se vé que le cayó mal a la directiva, porque nunca más me llamaron. Está bien, no me llamen a mí porque están enojados, pero te pregunto: ¿es normal que Boca lo llame al Choclo Regenhardt, que estaba en Patronato, a 30 kilómetros de Santa Fe, para que maneje Boca y que nadie de Unión le diga si quiere hacer algo por el club?, ¿es normal que no lo llamen al Lito Bottaniz o a Leopoldo Luque?. Ponéle que no me llamen a mí, pero hay muchos referentes que saben mucho del club.

—¿Cómo creés que podrían ayudar?

—Te doy un ejemplo: en las divisiones formativas, el 90 por ciento del trabajo es la captación. El mediocre no va a mejorar, pero al bueno lo podés mejorar a muy bueno. Entonces, captar jugadores es clave en formativas. Se enojan cuando digo que a Unión lo tiene que manejar la gente de Unión, pero es por esto. Y es gente que sabe, que tiene ojo, que tiene chapa y que puede ayudar muchísimo.

—¿Qué pensás que tienen que hacer los dirigentes?

—Lo mejor es que se junten. El que más conoce al club es Marcelo Martín, por lejos. Y Rubén Decoud, que jugaba conmigo en las inferiores, también sabe lo que es Unión porque estuvo siempre adentro, de una manera o de otra. Otro que ha crecido mucho es Emilio Lamas. Y sé que afuera hay algunos muchachos interesantes, como Rodrigo Villarreal, por ejemplo, que lo veo inquieto y con buenas ideas. Entonces, les digo: júntense muchachos, piensen en Unión y vayan todos juntos para adelante.

—Es lo que muchos esperan que el presidente haga: llamarlos y ver qué se puede armar en forma conjunta...

—No es cuestión de encapricharse y decir: yo pongo la plata y manejo el club. Si te manejás así, te equivocás y te quedás solo. Acá se tienen que juntar las tres o cuatro listas, poner las cosas sobre la mesa y tirar todos para el mismo lado. No hay que poner el personalismo por delante ni pensar que una persona es imprescindible. Y vuelvo al ejemplo de Racing. Ningún club va a desaparecer porque no haya alguien que ponga su chequera.

Villarreal habló con Gugnali

Rodrigo Villarreal se reunió en Santa Fe con Claudio Gugnali y le ofreció, en caso de ser gobierno, el cargo de secretario técnico de la institución.

Gugnali estuvo en Santa Fe para dar un par de charlas y el candidato tatengue aprovechó la ocasión para juntarse, intercambiar ideas y proyectos y le ofreció ese cargo al hombre que además de haber ocupado la coordinación de inferiores en el club y de ser el técnico que estuvo a punto de llevar a Unión a Primera en aquella Promoción con los jujeños en 2008, luego integró el cuerpo técnico de Alejandro Sabella en el Estudiantes campeón de la Libertadores y en la selección nacional que perdió la final del Mundial de 2014 en Brasil.