La política en foco

Caída sin piso

Gabriel Rossini

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La actividad industrial en la provincia de Santa Fe cerró el primer trimestre del año con una caída acumulada del 15,5 por ciento, profundizando una crisis que lleva más de dos años y que sólo en 2018 costó el cierre de 280 micro, pequeñas y medianas empresas y la pérdida de 3.211 puestos de trabajo registrados.

“Generalizada, duradera y profunda crisis industrial en Santa Fe” llevó por título el informe mensual que elabora el Instituto de Investigaciones Económicas de la Federación Industrial provincial y que difundió a principios de la semana que pasó, en el que destacó “la generalización del panorama marcadamente recesivo al interior de la industria, la profundidad de las caídas interanuales de la producción, y la extensión temporal de la crisis”.

El derrumbe de los distintos rubros de la actividad estremece por su magnitud. De las 61 ramas de actividad relevadas, 54 registraron en marzo un menor nivel de actividad que en el mismo mes de 2018, y en las 20 actividades de mayor contribución al producto industrial santafesino se verificaron retrocesos interanuales estrepitosos.

La mayor caída se produjo en el rubro carrocerías y remolques (48,9%), vehículos automotores (46,1%), maquinaria agropecuaria (45,1%), muebles y colchones (32,1%), maquinaria de uso especial (22,8%), siderurgia (20,7%), prendas de vestir (19,2%), fiambres y embutidos (17,5%), manufacturas de plástico (17,1%), autopartes (15%), productos de metal y servicios trabajo metales (13,8%), productos lácteos (12%), carne vacuna (11,4%), edición e impresión (7%), productos de la refinación de petróleo (6,1%), papel y productos de papel (5,7%), productos metálicos para uso estructural (3,3%) y molienda de oleaginosas (2,6%). Entre los sectores mostraron resultados positivos solo se destacan molienda de cereales (1,9%) y maquinaria de uso general (18,5%).

Algunos ejemplos sirven para ilustrar lo que se vive en el sector productivo santafesino: el sector metalúrgico registró en marzo un retroceso del 31,4 por ciento interanual, donde 13 de las 15 ramas metalúrgicas analizadas mostraron menor nivel de actividad; la producción de biodiésel de soja durante el primer bimestre de 2019 registró una reducción de 77 por ciento interanual mientras que las exportaciones de este producto cayeron en los tres primeros meses de 2019 un 79 por ciento interanual y durante el primer bimestre las ventas externas fueron nulas mientras que en el mes de marzo se exportaron 60 mil toneladas a los Países Bajos. Finalmente, el consumo de cemento disminuyó en marzo un 19,9 por ciento interanual, acumulando entre meses una baja de 21,5 por ciento frente a igual lapso del año anterior.

El derrumbe de la actividad productiva y comercial llevó a la caída de los niveles de consumo de energía a porcentajes comparables con 2001. Según la evolución interanual de consumo que elabora Fundelec, desde septiembre de 2018 el consumo en el país cae entre el 3 y el 10 por ciento, y en la provincia de Santa Fe lo hace entre el 8 y el 9 por ciento mensual.

Tal como lo admiten empresarios y autoridades de la Unión Industrial de Santa Fe, las actividades vinculadas al mercado interno cada día que pasa están peor, a excepción de los frigoríficos que exportan parte de su producción. De hecho, más del 90 por ciento de los consultados cree que éste va a vender lo mismo o menos que el año pasado. En el mismo sentido, el comercio padece la crisis con fuerza, tal como lo refleja cada relevamiento sobre expectativas, niveles de venta y alquiler de locales que efectúa el Centro Comercial. Sin un cambio de política económica que priorice la producción a la especulación financiera no habrá ninguna mejora en las condiciones de vida de la gente.

De las 61 ramas de actividad relevadas, 54 registraron en marzo un menor nivel de actividad que en el mismo mes de 2018