El proyecto se debate hace un año en el Senado

Agnet, el organismo que busca un recambio para el sistema de salud

Representantes de pacientes advierten sobre la importancia de contar con una Agencia Nacional de Tecnologías de la Salud para garantizar el acceso de los argentinos a los nuevos avances científicos que resulten costo-efectivos. Proponen que el objetivo principal esté centrado en el paciente y no en dar respuesta a los financiadores.

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Más protagonistas. Inés Castellano, presidente de la Fadepof, entiende que “los pacientes son parte interesada clave y tienen el ‘derecho democrático’ de participar y ser incluidos en las distintas instancias”.

Foto: Gentileza Fadepof

 

Tomás Rico

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Enviado especial a Buenos Aires

Con el objetivo de generar cambios en el sistema de salud argentino, médicos y representantes de diferentes entidades brindaron una academia para periodistas en Buenos Aires—de la que participó El Litoral— para explicar las dificultades que se presentan en los ámbitos sanitarios y las necesidades de aprobar el proyecto de ley para la creación de la Agencia Nacional de Tecnologías de la Salud (Agnet). Lo que se busca es evaluar la innovación sanitaria, para luego emitir una recomendación vinculante a la Secretaría de Salud de Nación, que definiría los medicamentos, productos médicos e instrumentos, técnicas y procedimientos clínicos y quirúrgicos que cubriría el sector público y el Programa Médico Obligatorio (PMO). “Necesitamos generar políticas públicas, sumar un marco regulatorio sólido porque tenemos de medicamentos, pero no para las distintas categorías. Se debería garantizar el acceso equitativo a la salud con calidad, medicamentos seguros y eficaces y costo-efectivos”, sostuvo Inés Castellano, presidente de la Federación Argentina de Enfermedades Poco Frecuentes (Fadepof) —una Organización de la Sociedad Civil sin fines de lucro.

El proyecto se encuentra en debate desde hace más de un año en la Comisión de Salud del Senado de la Nación, pero desde la Fadepof critican que la última reunión de la comisión fue hace un mes y no trascendieron los pormenores que se debatieron, y no tienen certeza cuándo se volverá a sesionar. En este sentido, Castellano apuntó a que en la discusión del proyecto no se han tenido en cuenta a los pacientes que son “un actor fundamental” ya que “viven día a día la enfermedad y son los únicos que tienen determinada información que es importante al momento de hacer evaluaciones”, destacó durante su disertación en el hotel Alvear Palace de Buenos Aires.

En el encuentro también tuvieron su espacio: Esteban Lifchitz, director de la carrera de médico especialista de ETS (Evaluación de Tecnología de Salud) en la Universidad de Buenos Aires (UBA); Alberto Lavieri, médico dermatólogo de la UBA; y el médico Francisco Caccavo, asesor en Políticas de Salud, Unidad de Coordinación General de la Secretaría de Salud nacional.

Más protagonismo para los pacientes

Para la referente de Fadepof, la Agnet debe tener como meta “lograr una evaluación de excelencia técnica, incorporando un equipo idóneo, altamente calificado y capacitado para la función, con objetivos claros, precisos y públicos acerca de su función. Para ello es imprescindible la representatividad de todos los actores involucrados. Los pacientes son parte interesada clave y tienen el ‘derecho democrático’ de participar y ser incluidos en las distintas instancias, facilitando procesos más justos, transparentes, equitativos, y legitimando las decisiones”.

Al mismo tiempo, Castellano entendió que la conformación de la Agnet tiene que estar acompañado de un Estado “que ejerza su rol de garante, asegurando que las evaluaciones de la agencia velarán por la seguridad del paciente, siendo dicha recomendación verdaderamente la mejor opción disponible, aún tratándose de tecnologías de alto costo”, y criticó: “Hoy en día la decisión de si una persona recibe la cobertura de un tratamiento innovador está en manos de cada uno de los financiadores —es decir obras sociales y empresas de medicina prepagas—, lo que contribuye a intensificar la inequidad en el acceso, y limita la toma de decisiones basadas en evidencia científica y favorables para la sustentabilidad del sistema”. También pregonó que “es imprescindible que sus evaluaciones sean equitativas y justas para todos los ciudadanos, en todas las provincias del país”.

Otros actores que prevén sentarse a la “mesa de decisiones”, de la posible Agnet, además de las asociaciones de pacientes, serían: las agencias gubernamentales, los financiadores, los proveedores de tecnología, sociedades médicas, académicos y comités de ética. “Que estén incorporados todos los sectores es el único modo que el proceso sea transparente”, aseveró Castellano y se refirió puntualmente a las obras sociales y empresas de medicina prepagas, los grandes financiadores del sistema de salud: “El financiador debería ser independiente del que evalúa la parte técnica, teniendo en cuenta que si hay de por medio cuestiones presupuestarias a asignar, esto podría tener sesgo que influya en el momento de la toma de decisiones”.

El directorio que se propone para la Agnet, uno de los puntos que puede suponer conflictos de interés, estaría conformado por miembros que no hayan tenido, tres años hacia atrás, participación patrimonial, laboral o financiera con alguna institución ligada a la venta y fabricación de tecnología de salud. Lo que no se consideró y para Castellano es importante, es que las personas que integren la toma de decisiones de la agencia no hayan tenido relación laboral con financieras de la salud. “Si no somos parte de la mesa, vamos a terminar siendo parte del menú”, resaltó la presidente.

Sistema de salud

Una de las características del sistema de salud argentino es su nivel de fragmentación y segmentación. En este coexisten cientos de sistemas (nacionales, provinciales, municipales, públicos y privados) dentro de un mismo territorio y con diferentes capacidades de acceso y cobertura. La evaluación multidisciplinaria, sistematizada, con base científica y priorizando la necesidad de los pacientes es un componente clave para homogeneizar el acceso a la salud.

Desde Fadepof sostienen que la evaluación de tecnologías sanitarias es una oportunidad clave para mejorar la sustentabilidad del sistema de salud argentino. “No se trata solo de ver los costos en el corto plazo, sino también la efectividad de los tratamientos, —es decir la evaluación riesgo/beneficio de una intervención en una situación real—, y del efecto que traen en la adherencia del paciente, sin dejar de considerar los costos directos e indirectos -sanitarios y no sanitarios- asociados a la ausencia de cobertura de dichas tecnologías”, explicó Castellano y concluyó: “Las asociaciones de pacientes necesitamos participar de este proceso para considerar los nuevos tratamientos con una mirada más equilibrada y descentralizada respecto de la que puedan dar los financiadores y otros actores del sistema”.

Priorizar en salud

El médico clínico Esteban Lifschitz puso en foco algunos problemas que presenta el sistema de salud argentino. “La judicialización en el sistema de salud es el fracaso del sistema de salud en su conjunto. Está claro que muchas veces obedece a que hay gente a la que le niegan prestaciones que requieren, pero en un número muy grande es una manera de lograr atajos para acceder a cosas que no hacen falta o no hay manera de pagar por el beneficio que aporta”, advirtió y explicó con una frase: “Cuando un beneficio no es para todos, tenemos que dejar de hablar de derechos, se llaman privilegios. Si uno pelea por privilegios consigue privilegios, no derechos”.

En su presentación planteó el problema que aparejan los altos costos sanitarios, tanto de medicamentos como de tratamientos. “Cuando hablamos de medicamentos de alto costo, antes de preguntarnos cuánto cuesta hay que ver si sirven para lo que dicen que sirve”, y ejemplificó con el valor de los medicamentos oncológicos: “En 1970 el costo de un nuevo tratamiento oncológico era, en promedio, de 100 dólares por mes y en la actualidad es de 10 mil dólares. No se trata de que si la medicación es más cara, sino que hoy estamos pagando más por lograr el mismo resultado”.

El médico expresó como conclusión porqué es necesario priorizar en salud. “Hay que priorizar en salud porque es básicamente elegir un camino, y lo dijo la OMS (Organización Mundial de la Salud): ‘todo para todos no es posible, pero tampoco es necesario’. Lo que es necesario es identificar el valor relativo de cada tecnología, no sólo por lo que produce sino lo que produce en relación a lo que ya está disponible”.

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Inclusión. “Cuando un beneficio no es para todos tenemos que dejar de hablar de derechos, se llaman privilegios”, criticó el médico Esteban Lifchitz.

Foto: Gentileza Fadepof