Establecimiento “La Rosalía”

La apuesta a la excelencia que rinde

En Espinillo, Entre Ríos, la familia López Candioti lleva adelante un tambo que no para de sumar conceptos novedosos y superadores. Con la incorporación de paneles solares apuntan al autoabastecimiento energético.

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Paneles, guacheras y planta de balanceados. En una foto, la síntesis de una parte importante del establecimiento.

Fotos: Campolitoral

 

Federico Aguer

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“La idea de la empresa fue nunca dejar de invertir para mejorar”, le dice a Campolitoral el Ing. Agr. Laurentino López Candioti, titular del Establecimiento “La Rosalía”. Este tambo cobró notoriedad días pasados, al ser visitados por el ministro de Medio Ambiente Sergio Bergman y por el secretario de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere en el marco de la inauguración de los paneles solares para abastecer de energía al campo.

Ubicado a pocos kilómetros de Espinillo (sobre la ruta 18), el establecimiento se destaca desde la entrada por varios motivos. A simple vista se aprecia la prolijidad de los callejones abovedados y empedrados (que impiden que las vacas transiten por el barro); la minuciosidad de las guacheras con los terneros (ubicados en una zona alta y a la vista de todos); las media sombras, ventiladores y aspersores en el acceso al ordeño; la higiene predominante en todo el proceso; y el excelente estado corporal de los animales.

La foto, la película

Pero para llegar a esta realidad, transitaron un largo camino de perseverancia. “El tambo fue fundado por mis padres en 1981. Yo siempre trabajé acá, me recibí de Agrónomo en 2006 y hoy soy el director. Esto nació como una unidad productiva muy chica, por eso la idea era potenciar cada hectárea a través de un sistema de alta productividad como lo es el tambo. Desde los inicios estuvimos asesorados por los grupos CREA, lo que nos permitió compararnos con otros productores, y eso nos nutrió de ideas”, recuerda.

López Candioti indica que actualmente tienen unas 530 vacas en ordeñe, con una producción de 13.000 litros diarios, que nunca bajó de los 28 litros de promedio. “En 2014 certificamos para exportar a la Unión Europea con la idea de diferenciar nuestro sistema productivo. En ese entonces apareció el vínculo con la empresa San Ignacio para poder exportar. Ellos necesitaban un proveedor de materia prima certificado. Eso nos permitió hacer leche para heladeros en verano y para los queseros en invierno”, destaca.

“El espíritu es estar innovando siempre, y así llegaron los panales solares, para tener una proyección de largo plazo, acoplando tecnología que permita una mayor sustentabilidad en el tiempo”, agrega en relación a los 6.000 kw por mes que genera este equipo, que gracias a una inversión cercana a los $5 millones, permite cubrir el consumo del tambo. “Esos kilowatts que generamos son los que consume por mes el tambo, por lo que se trata de un establecimiento auto sustentable”, asegura. De hecho, el ahorro mensual sería de $ 45.000. Nada mal.

Las partes de un todo

Otro aspecto destacable son los 3 equipos de frío que le permiten a López Candioti mantener importante stock de materia prima, sin la urgencia de “entregar” la leche a la industria. El camión viene cada vez que hay un equipo listo, y no antes.

Además, en la planta de balanceados elaboran el alimento específico para cada etapa de la vida productiva del rodeo, lo que le asegura el control de una de los ciclos más trascendentes de la producción: la nutrición. “Cada uno se debe adecuarse a sus características: dentro de su escala buscar su nicho. Para nosotros, la eficiencia parte desde la nutrición. Esto es fundamental, y luego vienen los procesos y el confort del animal y del personal”.

Consultado sobre la coyuntura, el titular del establecimiento vuelve al concepto inicial. “El sector ha sufrido mucho, el clima se ha vuelto cada vez más errático, lo que combinado con el precio fue un golpe duro para muchos, pero nosotros estuvimos preparados para salir adelante gracias a mantener el flujo productivo constante”.

En relación al trabajo cotidiano, menciona que la incorporación de tecnología hace que el trabajo sea más ameno, y en La Rosalía cada uno trabaja en un área específica y cobra un bono. “Eso permite que cada tarea sea más fácil de perfeccionar y de premiar, eso hace que el operario viva y trabaje más cómodo, que viva en condiciones adecuadas y con un sueldo e incentivos adecuados también”. De hecho, las casas del personal son nuevas, del mismo estilo constructivo que la casa principal.

En relación con el sistema productivo de Argentina, opina que cada uno se debe adecuar a sus características, y dentro de su escala buscar su nicho. “La eficiencia de parte de la nutrición es fundamental, los procesos y el confort del animal y del personal”. Y cierra apelando al largo plazo. “Apostamos al futuro, la estabilización y a poder trabajar de acá a 30 años. Eso implica ser más sustentable desde el punto de vista ecológico por sobre todas las cosas”.

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Bienestar animal y del personal. Una premisa que no se negocia en “La Rosalía”.

Transparencia

En La Rosalía fueron reduciendo el uso de agroquímicos, aplicando exclusivamente productos de baja toxicidad (banda verde) y también empleando una menor cantidad de detergentes para la limpieza del equipo de ordeñe y tanques de almacenamiento de leche. Además, están en camino de sellar una alianza con una importante entidad ambientalista para obtener un sello de certificación a través de la donación de un bajo del campo para destinarlo al avistaje de aves silvestres.

Otra novedad, es que desde este año se puede ver on line el tambo desde cualquier rincón del planeta, a través de cámaras instaladas en distintos lugares del tambo: ordeñe, pre ordeñe y noria. Sólo con ingresar en el sitio www.larosalia.com.ar, uno “entra” al tambo de manera virtual.

López Candioti finaliza sintetizando el espíritu inquieto de esta empresa que no para de crecer. “El esfuerzo está puesto en tres pilares: la sanidad del rodeo (libre de brucelosis y tuberculosis); la calidad de la alimentación de las vacas (el 70% de lo que consumen se produce acá) y, garantizar confort y seguridad a los empleados y los animales en las instalaciones”.

A futuro, admite que el desafío pasa por optimizar el sistema de efluentes, para poder transformarse en una empresa circular de forma definitiva.